El uso racional y eficiente de los recursos para la generación eléctrica es uno de los temas más discutidos en la actualidad. Paralelamente, las cuestiones sociales y medioambientales han cobrado mayor protagonismo a la hora de invertir en nuevas fuentes de energía. En este contexto, una fuente interesante que ha crecido son los Residuos Sólidos Urbanos (RSU) y residuos no urbanos.

En América Latina existe un gran potencial para esta fuente, según el Programa Latinoamericano de Manejo de Residuos de las Naciones Unidas - ONU, aproximadamente 570 mil t/día de residuos urbanos se generan en América Latina y el Caribe, una cifra que se incrementará al menos en un 25% para el año 2050. Saber gestionar este potencial de residuos es un reto que hay que afrontar de forma rápida y responsable.

En el evento virtual se abordó la temática del uso de eficientes tecnologías verdes limpias y económicas, a través de procesos biológicos y térmicos, para transformar los residuos sólidos en energía no contaminante.  Con esa tecnología es posible de construir, fortalecer y valorizar dicha matriz energética en el esfuerzo de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero producidos por los desperdicios en vertederos y contribuir a la mitigación y resiliencia climática.

Los ponentes analizaron las diferentes oportunidades, beneficios y desafíos de las medidas que se toman en cuenta para los tomadores de decisiones en el sector privado y público. Tuvimos el honor de contar con expertos de renombre en el tema como Vanice Nekano, consultora en el Instituto 17 y líder del equipe en uso energético de residuos del Programa de energía para el Brasil (BEP), María Fernanda Gómez, profesora de la Universidad del Rosario y PhD en tecnología de la energía, Flavio Matos, consejero y vicepresidente de Waste-To-Energy Research and Technology de Brasil (WTERT) y Luciano Basto, consultor técnico de la Empresa de Investigación Energética (EPE) quien fue el moderador.

Vimos que hay estudios de análisis en ciclo de vida de los residuos sólidos urbanos que incluyen el reciclaje, aprovechamiento de biogás de vertedero, biodigestión, consumo de CDRU y escenario base de relleno sanitario. El aprovechamiento energético origina la posibilidad de energía limpia y reducción de la huella de carbono, con desarrollo de nuevos mercados y generación de empleos con lo cual se cumple con lo propugnado por la economía circular en virtud de los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Y también es muy importante mejorar las condiciones de los recogedores de basura por cuestión humanitaria y económica, y claro las políticas públicas de recogida selectiva para un desarrollo económico sostenible en el campo energético y de residuos sólidos.

A nivel internacional, la incineración y el procesamiento biológico son las dos formas más utilizadas de uso de energía de los RSU, lo que reduce drásticamente el área necesaria para los rellenos sanitarios. Sin embargo, la incineración requiere el uso de tecnologías para controlar las emisiones de gases tóxicos y esto puede ser un desafío financiero, ya que existen sistemas de filtrado capaces de reducir sustancialmente estas emisiones. Un ejemplo es Alemania, que ha estado licenciando cada vez más plantas con esta tecnología. En Brasil, aunque estas plantas no son competitivas debido a los altos costos, las externalidades socioambientales fomentan la entrada de estas plantas al mercado. Se prevén entre 20 y 40 MW / año de centrales termoeléctricas RSU entre 2030 y 2050.

El uso de desechos y subproductos ayuda a evitar impactos sociales y ambientales como la eliminación inadecuada, la contaminación de los recursos hídricos y la producción de gas metano (producido en vertederos, que es incluso más dañino que el dióxido de carbono en términos de emisiones de gases de efecto invernadero - GEI). La producción de biogás a partir de diferentes sustratos genera cobeneficios, como, por ejemplo, biogás de vinaza, que evita la contaminación del medio físico, y biogás de residuos urbanos y efluentes domésticos, que promueve el saneamiento ambiental. Además, dependiendo del sustrato utilizado, se pueden obtener biofertilizantes a partir de la biodigestión.

En cuanto a temas financieros, actualmente, existen líneas de financiamiento que pueden beneficiar a esta fuente, en bancos de inversión como BNDES y Banco do Nordeste, en Brasil. Para los inversores internacionales, el cumplimiento de criterios internacionales como el Principio de Bonos Verdes y / o el Esquema de Certificación y Estándar de Bonos Climáticos puede hacer que la fuente sea atractiva.

Por fin, para lograr una mejor proyección de la gestión de residuos como motor de energía limpia, no solo necesitamos la participación de la población, también generar políticas públicas sólidas en el sector de energía con el potencial del biogas, y múltiples soluciones benéficas en el reciclaje y compostaje del aprovechamiento de la emisión de basura doméstica e industrial de las grandes, medianas y pequeñas urbes para un mejor saneamiento energético sostenible en la región.