El ejercicio se llevó a cabo en cuatro países y en sus respectivas ciudades principales con tanto éxito en la primera etapa que, sumado al interés permanente en la implementación eficaz del Acuerdo de Paris a nivel mundial, se pensó en la posibilidad de replicar el ejercicio en otros países de América Latina. Este es el objetivo de la Segunda Etapa del Proyecto. Así mismo, un rápido análisis preliminar demuestra que pocos países cuentan tanto con las NDC nacionales delineadas con metas claras, así como con una ciudad capital con su respectivo plan climático.

Por otro lado, la agenda de adaptación ganó mayor relevancia en las negociaciones post-Acuerdo de Paris por lo cual se decide realizar un ejercicio similar al de mitigación que, en este caso, consiste en comparar los planes de adaptación a nivel nacional y a nivel de las ciudades. El desafío radica en la identificación de países en América Latina que cuenten con planes de adaptación climática tanto a nivel nacional cuanto a nivel de las ciudades.

En este sentido, el gobierno nacional y el de las ciudades se enfrenta actualmente ante el desafío de identificar los mejores mecanismos de coordinación para la reducción de emisiones de conformidad con los compromisos asumidos en el Acuerdo de Paris, abaratar costos, identificar oportunidades y brindar el marco de coordinación institucional ‘adecuado’.

Por su parte, la segunda etapa del proyecto propone un análisis comparativo de los planes climáticos a nivel nacional y a nivel de las ciudades de acuerdo con propuestas. Por un lado, Colombia/Bogotá, Uruguay/Montevideo, Ecuador/Quito y Honduras/Tegucigalpa se centrarán en la agenda de mitigación mientras que Chile/Santiago, Panamá/Ciudad de Panamá, Costa Rica/San José y Guatemala/Ciudad de Guatemala en la agenda de adaptación.

Vale mencionar que dos características fundamentales distinguen la primera de la segunda etapa del informe. Al margen de la inclusión de las agendas de adaptación y de la participación de ocho en lugar de cuatro países y ciudades, (i) en primer lugar se consensuó que los estudios de la segunda etapa serían menos profundos y no contemplarían debates en campo, a pesar de que se acordó que se realizaría de un taller final en Santiago de Chile con la participación de la mayoría de los países y ciudades en octubre de 2018 y (ii) los análisis sustantivos se basaron solo en revisiones de literatura, y se prepararon en un periodo de solo dos meses. A su vez, el Informe de la segunda etapa también sería más corto que el primero.

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