Ronal Rodríguez, Profesor e Investigador del Observatorio de Venezuela

Cancillería + Migración Colombia

En esta oportunidad, la mesa reunió a representantes de organismos de cooperación internacional, académicos, congresistas, funcionarios de las unidades de trabajo legislativo (UTL), representantes del gobierno nacional, funcionarios de Migración Colombia y de la Cancillería, alrededor del fenómeno migratorio en la zona de frontera y los retos en seguridad.

La discusión tuvo como eje central las nuevas visiones de política fronteriza que se deben desarrollar a la luz de los fenómenos migratorios en curso. En términos de seguridad, la mesa destacó como principales problemáticas la ausencia del Estado en las fronteras y la presencia histórica de actores armados ilegales, de la mano del problema del tráfico ilícito de drogas, trata de personas y reclutamiento forzado. Ante este panorama, la mesa discutió en torno a la necesaria conciliación entre un enfoque garantista y el de la securitización para atender la migración proveniente de Venezuela. En efecto: hubo quienes veían una necesidad de securitizar; mientras que otros hicieron énfasis en la responsabilidad de orientar la situación hacia la seguridad humana, en el sentido en el que securitizar implica una amenaza y las fronteras se componen de personas, las cuales no son consideradas como una amenaza a la seguridad.

De la misma forma, la mesa concordó en la necesidad de trabajar no solo con la población migrante, sino con la población receptora para lograr la integración y el desarrollo territorial. En este punto, se resaltó la importancia de involucrar a los migrantes y a los retornados en deberes ciudadanos. A lo anterior, se le debe sumar una presencia integral del Estado con administración de justicia y mecanismos de protección. También se hizo hincapié en la necesidad de trabajar alrededor de la generación de empleo y sobre el tema de la educación, así como continuar con las capacitaciones técnicas para que estas tengan efectos multiplicadores en la población.

Ahora bien, dadas las dinámicas y diferencias de cada región, los participantes de la mesa concluyeron que las autoridades locales deberían estar en el centro de una futura ley migratoria en Colombia. De igual forma, se hizo énfasis en que esta ley debe dar cuenta del carácter transfronterizo de la migración; no obstante, señalaron que debe ser estructurada de tal forma que sirva para la crisis actual y, dado el caso, para futuros escenarios. Es decir, que no gire alrededor únicamente de la crisis en Venezuela, sino que sea útil para atender otros desafíos migratorios en el futuro.

Los resultados de esta segunda mesa, así como los de reuniones previas con las UTL y las conversaciones con los grupos de expertos, serán agrupados en un breve documento que se les entregará a los legisladores colombianos con el fin de que sea un insumo para los debates de la nueva ley migratoria.