KAS COLOMBIA

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El conflicto armado en Colombia se ha transformado a lo largo de la historia a medida que los intereses, propósitos y mecanismos utilizados por los grupos armados han cambiado paulatinamente. Así mismo, Colombia ha vivido hasta la fecha la experiencia de cinco años de implementación del acuerdo de paz con uno de los grupos armados insurgentes más relevante de su historia. No obstante, todavía resulta complicado referirse a la situación como un contexto de posconflicto puesto que el Estado continúa respondiendo a múltiples amenazas y retos en materia de seguridad. En el marco de dicho contexto, la KAS junto con el Instituto de Ciencia Política y el ICP Policy Lab, llevaron a cabo el último taller del proyecto ‘Repensando la Seguridad en Colombia’ el cual se concentró en tratar el tema de Actores Armados Ilegales en Colombia.

Para dar inicio a la jornada, Carlos Augusto Chacón, Director Académico del ICP, saludó a los asistentes y panelistas del taller. Posteriormente, señaló que este taller encontraba relevancia puesto que posiciona en la discusión política el tema de la seguridad, sobre el cual es necesario fortalecer los espacios de conversación para entender las diferentes amenazas que enfrenta el país, permitir el diálogo entre sociedad civil y militares, evaluar los avances en las condiciones necesarias para la paz y por último, consolidar recomendaciones de políticas públicas.

Por su parte, Stefan Reith, representante de la KAS en Colombia, agradeció al ICP por ser un aliado en el trabajo que adelanta la Fundación en su fortalecimiento de la democracia en Colombia. Añadió también que, para la Fundación resultó grato encontrarse con la iniciativa impulsada por el ICP, puesto que permite tratar el tema de la seguridad, el cual es principal en términos de cooperación internacional para la KAS, puesto que es esencial garantizar condiciones de seguridad básicas para poder avanzar en el desarrollo de otros proyectos que beneficien a la población, porque sin seguridad el resto de acciones no encuentra una base para permanecer al largo plazo. Del mismo modo, señaló que Colombia hoy vislumbra nuevos desafíos y amenazas a su seguridad luego de la firma del Acuerdo de Paz, por lo que es importante generar encuentros entre militares y tomadores de decisión para desarrollar estrategias efectivas para hacerle frente a los retos actuales.

En ese orden de ideas, durante la jornada se contó con la participación de diferentes expertos quienes aportaron diferentes elementos al análisis de la problemática. El primer experto en participar fue el profesor Eduardo Pizarro quien realizó un acercamiento al análisis sobre el pasado, presente y futuro del ELN. En su intervención, el profesor desarrolló una breve reseña histórica sobre el conflicto armado en Colombia y se concentró en dar luces sobre el papel del ELN en el desarrollo de la violencia armada en el país. De igual forma caracterizó al grupo armado y puso sobre la mesa algunos elementos para entender los obstáculos que existirían en una posible negociación entre el Estado y dicha estructura armada.

En ese sentido, el experto expuso las razones por las cuales hacer la paz con el ELN se convierte en un proceso con varias dificultades. En un primer lugar, en la actualidad esta estructura armada se niega a realizar un cese al fuego y a la dejación de armas en caso de iniciar negociaciones de paz, por lo que no existe una condición básica para el diálogo entre las partes; en segundo lugar, el ELN tiene una estructura de organización federal que imposibilita que los posibles negociadores incidan en todas las instancias de mando y por lo tanto es difícil concretar acuerdos con el grupo armado; en tercer lugar actualmente el ELN es una guerrilla de carácter binacional por su presencia en Venezuela, lo cual disiparía los esfuerzos individuales del Estado colombiano si no existe de negociación también por parte del gobierno venezolano; y por último, el experto señaló que en los últimos años los mandos medios del ELN han propiciado una descomposición criminal de la organización que surge como efecto de la falta de dirección nacional, la cual fue indispensable para las negociaciones con las FARC.

La segunda intervención de la jornada la llevó a cabo, Alejandra Cerón, Doctora en Estudios Políticos y Relaciones Internacionales quién describió la evolución de las FARC desde el periodo previo al proceso de negociaciones y firma del Acuerdo de Paz en 2016 hasta la actualidad. En su análisis, la panelista establece que las FARC como grupo armado han enfrentado varias transformaciones a lo largo de la historia. A saber, las FARC tuvieron su inicio desde el ejercicio organizativo del campesinado en las luchas agrarias; posteriormente, debido a un tránsito hacia la ideología comunista, la colectividad pasa a ser una movilización social armada y a conformarse como guerrilla; en los años siguientes se evidencia la intención de adelantar negociaciones, pues su carácter de guerrilla empieza a preocupar al Estado; y finalmente, sucede el Acuerdo Final para la Paz firmado en 2016, con un grupo armado cuyo componente ideológico se había debilitado y cuyas actividades ya se encontraban articuladas a las dinámicas de crimen organizado.

Una vez concluido lo anterior, la panelista procedió a profundizar su análisis sobre las disidencias FARC que surgieron después del Acuerdo de Paz en 2016. De acuerdo con la experta, es posible caracterizar a los grupos disidentes que resultaron luego de la firma, como estructuras que emergieron debido a dos motivos: (a) un arraigo ideológico a las ideas comunistas; y (b) importantes limitaciones en la implementación del acuerdo que motivan al retorno a las armas. Según se mencionó, muchos de los argumentos expuestos por los excombatientes que regresaron a las armas se fundamentaron en la ineficiencia de la política de reincorporación y en la falta de voluntad por parte del Gobierno para avanzar a una transformación estructural de la sociedad.

A partir de esto, la experta señaló que si bien algunas disidencias guardan un rezago ideológico en sus acciones, la razón principal por la que existen estas estructuras es por los problemas existentes en la implementación de la política pública de paz. Por lo tanto, es importante trabajar en fortalecer tanto la política de defensa como la de implementación del acuerdo para que el retorno a las armas sea una decisión menos atractiva, a la vez. Para finalizar la panelista mencionó que en el marco de dichas deficiencias de la política públicas, en los últimos años las disidencias se han encontrado en escenarios de disputa por el control territorial y de rentas ilegales y también se ha debilitado el componente ideológico de sus organizaciones mientras se fortalece la participación de estos grupos armados en el crimen organizado internacional.

La tercera intervención del día estuvo a cargo del profesor del departamento de Gobierno y Ciencias Políticas de la Universidad EAFIT, Gustavo Duncan, quien realizó una explicación de las características del fenómeno paramilitar en la historia colombiana, a la vez que argumentó que el carácter paramilitar de las actuales organizaciones criminales que amenazan la seguridad nacional se ha transformado en las últimas décadas. Respecto a esto, en el inicio de su presentación el profesor señaló que es importante considerar el estado actual del conflicto armado en Colombia, como un escenario en el que persisten algunos grupos armados, los cuales gobiernan varios territorios en el país y protegen actividades criminalizadas por el Estado mientras obtienen rentas ilegales de éstas. Es decir, Colombia hoy no se encuentra en un escenario de paz absoluta pero tampoco en un escenario de guerra irremediable.

 A lo largo de su exposición, el panelista presentó una aproximación histórica al fenómeno paramilitar. En dicho acercamiento histórico, se indicó que los grupos paramilitares no han mantenido los mismos objetivos durante toda su confrontación. Pues en un inicio aparecieron como un brazo aliado del Estado en la lucha contra insurgente y fortalecieron su influencia política; no obstante, después de que el narcotráfico se intensificó en el país sus formas organizativas militares y su interés por las rentas ilegales, les permitió construir una narrativa de guerra conjunta entre estructuras paramilitares para rebatir en control territorial a las guerrillas. Así mismo, luego de la firma del Acuerdo de Paz, los grupos paramilitares, los cuales habían consolidado previamente sus relaciones con el narcotráfico, se convirtieron en grupos articulados al crimen organizado internacional con poder local, control territorial y acceso a rentas ilegales.

La última exposición de la jornada la llevó a cabo Carlos Augusto Chacón, Director Académico del ICP y Coordinador del ICP Policy Lab. En su presentación se explicó la dinámica del poder criminal actual y se intentó responder a la pregunta: ¿cómo se pueden enfrentar a las redes criminales en Colombia? Es así como, desde un acercamiento académico al problema al panelista indicó que en la actualidad el país afronta la consolidación de nuevas dinámicas de la violencia organizada en las que existen amenazas asimétricas y complejas; redes criminales policéntricas y convergentes con diversificación en sus actividades; una mayor influencia binacional del ELN y otros grupos armados; unos altos niveles de desconfianza en la Fuerza Públicas resultado de la desinformación; la persistencia de las disputas por el poder local con interés economías ilícitas, mientras la ideología se debilita; y una menor capacidad de los líderes y las comunidades para lograr desescalar la violencia.

En ese orden, según afirmó el panelista, es necesario avanzar en el estudio de las redes criminales en clave de complejidad para repensar la respuesta del Estado frente a esta problemática y no dejar dicha responsabilidad sólo en manos de la Fuerza Pública. De igual manera señaló que para lograr una política estratégica en seguridad y defensa que sea capaz de enfrentar la violencia organizada y las redes criminales es necesario aumentar la legitimidad del Estado ante la opinión pública, para fortalecer un liderazgo político que a su vez, se traduzca en una mejora de la capacidad militar del país. Por otro lado, también es menester procurar un aislamiento político, económico y militar de los grupos armados ilegales, informar a la población sobre estas estructuras y sus intereses en los territorios y procurar un apoyo militar externo.

Para dar cierre a la jornada Andrea Valdelamar, Coordinadora de Proyectos de la KAS y María Clara Escobar, Directora Ejecutiva del ICP, agradecieron la participación de los asistentes y reconocieron el trabajo de los panelistas. Así mismo, resaltaron el compromiso de las personas que acompañaron a lo largo de 2021 este proyecto e indicaron que este ejercicio académico permitió posicionar en el debate público el tema de la seguridad, abordando dichos asuntos desde diferentes perspectivas y enfoques, lo cual resulta enriquecedor para el quehacer profesional de cada uno de los asistentes. Finalmente, el ICP extendió un agradecimiento a la KAS por todo su apoyo en el desarrollo de los talleres.