La actividad fue moderada por el economista Tristán Rodríguez Loredo e inaugurada por Ana Pico, Directora Ejecutiva de ACDE, y Olaf Jacob, Representante de la Fundación Konrad Adenauer en Argentina. Las palabras de cierre estuvieron a cargo de José Pérez Ballester, Presidente del Grupo Joven de ACDE.

Al comienzo de su exposición, el Sr. Bour explicó que el crecimiento económico argentino fue muy volátil en las últimas décadas. Las frecuentes caídas del producto bruto interno, así como las numerosas crisis impidieron que hubiera una expansión económica a largo plazo. En cambio, hubo una fuerte emisión monetaria para contener el gasto público y una fuerte inversión en políticas sociales de índole asistencialista. En segundo lugar, añadió que la recaudación de impuestos actualmente es insuficiente para sostener el gasto público elevado. Con respecto al mercado laboral expresó que en la actualidad la mayoría de la población económicamente activa (PEA) está trabajando en la informalidad y con una baja productividad. Un quinto de la PEA se desempeña en el sector público y tan solo el número restante realiza tareas de alta productividad en el sector privado y la academia. A su juicio, modalidades de contratación más flexibles, acordes a los cambios demográficos y el dinamismo económico de las últimas décadas, así como una política fiscal más racional y menos distorsiva podrían promover el desarrollo económico argentino. Del mismo modo, a su juicio, el Estado debería aumentar las inversiones en el sistema de educación. Además, los parlamentarios deberían crear un ambiente de negocio más propicio para los emprendimientos científico-tecnológicos, fomentando su crecimiento y competitividad a nivel internacional. Para lograr eso, sería necesario que la dirigencia política reordene el gasto público a largo plazo y de manera consensuada, teniendo en cuenta la baja productividad de la economía argentina, el contexto inflacionario y su falta de credibilidad en el mercado financiero internacional debido a los recurrentes defaults. En este nuevo armado, los empresarios como motor del crecimiento deberían ser más valorados por la población, concluyó.