La Economía Circular (EC) sostiene beneficios económicos, sociales y ambientales en favor de la resiliencia climática, que se han visto evidenciados en las cerca de 200 iniciativas de EC que han servido para la construcción de las estrategias nacionales frente al cambio climático. Es claro que la EC es un ámbito de acción donde se cuenta con un gran potencial y un claro camino por avanzar, especialmente en la región.

Por ello, el festival abordó los siguientes temas:

a) Poder de acción de los gobiernos locales para construir la ruta circular, b) Despejar dudas sobre el plástico en la economía circular, c) Eliminación de los desperdicios de alimentos, d) Abordar y diagnosticar el estado situacional de la basura electrónica y minería urbana, e) Simbiosis industrial, y f) Imaginar la circularidad como una iniciativa mundial para la región.

El festival inició abordando la temática del poder de acción de los gobiernos locales para pasar de una economía lineal a una circular donde se pusieron como ejemplos a los países de Chile, Costa Rica y Colombia, los cuales han incluido a la EC en sus Contribuciones Nacionalmente Determinadas (NDC). Es clave desarrollar una visión común en la región para lograr transitar a una revalorización y priorizar la recuperación de nuestros saberes ancestrales del uso de los recursos naturales. Asimismo, hay una oportunidad de potenciar y encontrar mercados exigentes y mejor informados que valoren el uso sostenible de los recursos naturales.

Luego, se presentaron las Hojas de Rutas circulares de los gobiernos locales de Mendoza (Argentina), Miraflores (Perú) y Alto Hospicio (Chile). Se destacó el poder de acción de los gobiernos locales para fomentar la construcción de la ruta en los trabajos de las municipalidades en América Latina y sus planes de EC debido a su posición para dirigir, formular y gestionar políticas públicas a favor del desarrollo económico en armonía con el entorno. Es sumamente relevante que las municipalidades aborden la gestión de residuos promoviendo la revalorización y aliándose con instituciones para la reducción de materiales, como puntos clave para la recuperación sostenible y reducción de emisiones. Para ello, se debe generar información transversal en distintas temáticas como el transporte, residuos y energía, involucrando a investigadores y a la academia en el diseño de políticas públicas.

El segundo día del festival se centró en despejar dudas sobre el manejo de plástico en el contexto de la economía circular y en el desafío de eliminar el desperdicio de alimentos.

Sobre el plástico, se conversó sobre el rol del sector privado para contar con un uso más responsable de este material, tanto en sus operaciones directas y en sus productos, así como en su cadena de valor, conociendo y promoviendo una mejor gestión en sus proveedores. Por ejemplo, desarrollando empaques verdes, materiales biodegradables, entre otros. La gestión del plástico con una visión de toda la cadena de valor, desde su generación hasta su final de vida, es uno de los primeros pasos que puede dar una empresa para trabajar en EC y para promover cultura ambiental entre sus colaboradores.

Sobre la reducción del desperdicio de alimentos, se dio a conocer la experiencia de la empresa Sinba como modelo para la revalorización de desperdicios y la circularidad en el sector agrario. Asimismo, se conversó sobre el fortalecimiento de los bancos de alimentos no solo frente al reto del abastecimiento, sino como  priorización para el uso de insumos nutritivos. Se destacó que existen iniciativas de circularidad que se articulan entre empresas, hogares, recicladores, biofábricas y agricultores para evitar el desperdicio de alimentos.

El tercer día inició con una conversación sobre la basura electrónica y la minería urbana, donde se destacó la importancia de la vinculación multiactor para la gestión de residuos de aparatos electrónicos creando círculos virtuosos. La Coalición de Economía Circular de América Latina y el Caribe puede ser el espacio indicado para establecer definiciones, criterios, y legislaciones en torno a los RAEE. Así como también trabajar a nivel de la Alianza del Pacifico para insertar la circularidad en cada uno de los países.

Las hojas de ruta de EC deben ser un instrumento central para abordar la responsabilidad extendida del productor como medio para regular la comercialización de aparatos eléctricos y electrónicos, así como para establecer cómo su correcta gestión tiene un potencial relevante para generar empleos verdes.

En torno a la temática se presentaron iniciativas como la de Reciclarg y el caso de Essentia. Este último como una aplicación de la EC en el sector Industrial.  En la siguiente sección, se dio a conocer los avances y resultados de las redes de simbiosis industrial y el empleo en Colombia.

Finalmente, la jornada cerró con una conversación inspiradora sobre cómo es importante saber escuchar a las personas comprometidas con la temática e imaginar cómo podemos hacer más para impulsar la circularidad.

Vaivén 2021 hizo un llamado de sinergia interdimensional de manera que la circularidad vaya desde lo local a lo regional y viceversa. Definitivamente el Festival fue un espacio de diálogo multisectorial y multiactor, que permitió conocer avances, fomentar la discusión, marcar la investigación y el desarrollo de experiencias para una recuperación verde en políticas públicas de la región.

Elaborado por: Luis Miguel Pilco

Revisado por: Aracelli Ramos y Maria Fernanda Pineda