Se inició al evento con la intervención de María Alejandra Calle, quien dio una introducción sobre el tema objeto del evento, donde contextualizó al auditorio de la importancia de un organismo internacional como la OCDE. También realizó un resumen del estado en el que se encuentra el proceso de Colombia para pertenecer al mismo.

Colombia sería el país número 36 en hacer parte del “club de las buenas prácticas” y para lograrlo debe contar con la aprobación de 23 comités, de los cuales solo faltan dos el comité de comercio y el de asuntos laborales, se espera contar con una respuesta definitiva al finalizar el mes de mayo.

También intervino virtualmente el Dr. Nicola Bonucci director de asuntos legales de la OCDE, quien afirmó que el proceso de ingreso a la OCDE ha significado para Colombia avanzar y cambiar varios aspectos que reforman temas como la educación o la economía. Todo ello encaminado a mejorar la vida de las personas, por lo que resaltó el proceso como una oportunidad para el desarrollo del país y de los colombianos, invitando a no ver las reformas sugeridas por la OCDE como una mera lista de requisitos de aprobación.

Siguiendo con la jornada, el turno fue para la intervención de Andrés Bitar coordinador de asuntos OCDE en la Presidencia. Su ponencia “: Punto de partida para mejores políticas públicas” tuvo como fin desmitificar el proceso de inclusión de Colombia en la OCDE como un mero capricho para pertenecer al mal llamado, según el ponente, “el club de los países ricos”. Bitar ve a la OCDE como un centro de pensamiento encaminado al intercambio de conocimiento de naciones exitosas en materia de políticas públicas, estableciendo así un manual de buenas prácticas, que sirvan de guía para el desarrollo de otros países, entre ellos Colombia.

Asimismo, Bitar hizo un recorrido por las diferentes reformas hechas en Colombia debido al proceso de admisión en la OCDE. Reformas en las que destaca las siguientes; el Plan Decenal de Justicia que promueve la coordinación, eficiencia y modernización del sistema de justicia; Ley de transparencia y acceso a la información (ley 1712 de 2014); Ley de energías renovables (Ley 1715 de 2014); Política Nacional para la gestión integral de residuos sólidos (CONPES 3874 de 2016); Creación de impuestos verdes; adopción del Acuerdo de París (Ley 1844 de 2017); Política Nacional para la Gestión del Riesgo Asociado al Uso de Sustancias Químicas (CONPES 3868 de 2016); Eliminación emisiones de mercurio en actividades industriales. Protege ecosistemas estratégicos (ley 1658 de 2013). Entre otras reformas adelantadas por el Gobierno Nacional en sus esfuerzos por cumplir con los requisitos y orientaciones dadas por la OCDE y tener la aprobación de cada uno de los 23 comités y del Consejo.

Una vez hecho un barrido por los contenidos de los diferentes comités y las reformas alcanzadas en virtud de ello, se dio paso a la intervención de Sebastián Trujillo negociador de Colombia ante la OCDE.

Sebastián Trujillo hizo un resumen cronológico de lo que ha sido el proceso para hacer parte de la OCDE, el cual tuvo inicio en el año 2011 cuando Colombia muestra interés de querer hacer parte, terminando su formalización en el año 2013. Trujillo dice que éste ha sido un camino largo, pero de infinitos beneficios para el país y expone lo que para él son su top de reformas alcanzadas; Independencia reguladores; Ley de conglomerados financieros; Gobierno corporativo ley de licores; Política de chatarrización y transporte de carga; Intercambio de información tributaria (Ley 1661 de 2013); Política de competencia- Delación.

La academia estuvo presente con la participación Gabriel Giménez, docente de la Pontificia Universidad Javeriana, quien hizo críticas a la entrada de Colombia en la OCDE. Críticas como el cambio en el discurso de la OCDE de “club de países ricos” a “club de buenas prácticas”. Giménez considera que Colombia sería tomado como país de segunda opción y que la inclusión en la OCDE estaría marcada por obstáculos en materia de infraestructura, educación o informalidad.

Las conclusiones fueron diversas, para muchos la entrada de Colombia a la OCDE es un mundo de oportunidades donde el país podrá verse beneficiado en múltiples aspectos y para otros, este proceso supone un reto para el cual podemos no estar totalmente preparados o estaríamos siendo movidos por intereses meramente económicos que se alejan de las necesidades sociales latentes del país.