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Reuters

Reportajes internacionales

Barómetro de la situación en Ginebra

de Dr. Olaf Wientzek, Diana Peters, Sarah Ultes, Theresa Landmann

Acontecimientos en las organizaciones internacionales en Ginebra Mediados de mayo de 2020 - mediados de julio de 2020

Desde mediados de mayo han pasado muchas cosas en los círculos internacionales de Ginebra: la Organización Mundial de la Salud (OMS), que prosigue la lucha contra la COVID-19 y la aplicación de las exigencias de Asamblea Mundial de la Salud, ha tenido que hacer frente a un duro golpe con la petición de EE. UU. de abandonar la organización; en la Organización Mundial del Comercio (OMC) ha dado comienzo la carrera por suceder al Director General, Azevêdo, que dejará su puesto a fecha 31 de agosto, y, en paralelo, se han retomado las actividades de rutina en las organizaciones con sede en Ginebra, con la celebración, entre otras cosas, de varios debates controvertidos en el Consejo de Derechos Humanos.

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Organización Mundial del Comercio: carrera abierta por los puestos directivos

 

Tras la sorprendente retirada del Director General de la OMC, Roberto Azevêdo, que surtirá efecto el 31 de agosto, se ha puesto el foco en la cuestión de la sucesión. Hasta el momento de cierre del plazo de solicitud, el 8 de julio, se habían presentado ocho candidatos, tres de ellos mujeres. Tres de los candidatos proceden de África: Ngozi Okonjo-Iweala (Nigeria), Amina Mohamed (Kenia) y Abdel-Hamid Mamdouh (Egipto). Los demás candidatos son: Jesús Seade Kuri (México), Yoo Myung-hee (Rep. de Corea), Tudor Ulianovschi (Moldavia), Mohamed Maziad Al-Tuwaijri (Arabia Saudita) y Liam Fox (Reino Unido).

La decisión acerca de la candidatura debe tomarse por consenso. Entre los expertos circula el axioma de que un candidato debe ser aceptable para EE. UU., la UE y China al mismo tiempo, y no ser bloqueado por la India; un obstáculo difícil de salvar. Por consiguiente, además de la cualificación profesional y el peso político, las consideraciones geográficas también desempeñan un papel muy relevante a la hora de elegir a los candidatos. Algunos países exigieron que, tras el brasileño Azevêdo, se eligiera a un candidato de un país industrializado. En cambio, el grupo africano no fue el único en aducir que es hora de que la OMC tenga como director general a un africano. Y otras voces afirmaron que había llegado el momento de elegir a la primera mujer en ocupar el puesto.

Llama la atención que no haya ningún candidato procedente de la UE, aunque se barajaran los nombres de varios hombres y mujeres de alto nivel. El Comisario de Comercio de la UE, el irlandés Phil Hogan, también había dejado traslucir su interés por el puesto, pero cuando en Ginebra ya contaban con su candidatura, Hogan anunció su abandono. Una cosa es segura: habría sido el candidato europeo más prometedor y habría estado también entre los favoritos. No obstante, su elección no habría sido automática, habida cuenta tanto de la fuerte competencia como de las consideraciones geopolíticas. Además existe el riesgo de un aplazamiento. Como pronto, se espera alcanzar un acuerdo a finales de otoño o incluso a comienzos de 2021. Aun sin candidato «propio», se da por sentado que la UE dará su respaldo cerrado a algún candidato al final del proceso de selección. No pocas capitales europeas han dado a entender que, más que la procedencia del candidato, lo importante es sobre todo su visión acerca de una reforma de la OMC. Algunos observadores presuponen por tanto que muchos países de la UE podrían dar la bienvenida a un candidato africano.

La carrera por el puesto parece estar totalmente abierta: entre los ligeramente favoritos se encuentran Amina Mohamed y para muchos también Ngozi Okonjo-Iwaela. Ambas, pero sobre todo la antigua Directora del Banco Mundial, Okonjo-Iwaela, son pesos pesados del mundo de la política. Un criterio importante es que la futura cúpula de la OMC debe poder negociar de igual a igual con los principales jefes de Estado y de gobierno del mundo. Como aspecto negativo se exhibe, no obstante, la falta de experiencia en materia de comercio de la muy valorada candidata nigeriana. En cambio, Amina Mohamed, Ministra de Relaciones Exteriores, ha presidido la Conferencia Ministerial de la OMC que se celebró en Nairobi en 2015. Ambas tendrán no obstante que luchar contra el escollo que supone que tres de los candidatos que compiten por el puesto sean del grupo africano. No lejos las sigue Yoo Myung-Hee. A continuación, Mamdouh y Seade Kuri, ambos considerados excelentes profesionales y profundos conocedores de la OMC. En cambio, a Ulianovschi, que tiene menos experiencia comparativamente, se le ve como a un recién llegado. Menos oportunidades presentan también al-Tuwajri y el candidato británico, Liam Fox. Si bien este último goza del favor declarado de Washington, eso precisamente puede concitar el rechazo de, entre otros, China. En la UE, el entusiasmo por este duro defensor del Brexit se mantiene también dentro de ciertos límites.

El elevado número de candidatos, pero también la rápida toma de posición de EE. UU. a favor de Fox, podría dilatar el proceso de elección. No es improbable que la dirección de la OMC recaiga en el futuro en manos de una mujer (de África). Sin embargo, la elección puede convertirse en una guerra de desgaste de la que, al final, saldría un candidato de compromiso.

Los candidatos tienen ahora tiempo hasta el 7 de septiembre para hacer campaña en su favor entre los Estados miembros de la OMC. Las conferencias de prensa individuales de los candidatos, celebradas entre el 15 y el 17 de julio, han sido el pistoletazo de salida. A continuación, un comité de tres personas, bajo la presidencia del embajador neozelandés, David Walker (Presidente del Consejo General de la OMC), iniciará las consultas con los Estados miembros a fin de averiguar cuál es el candidato con mejores perspectivas. Esta fase debe durar un máximo de dos meses y acabaría por tanto el 7 de noviembre. Algunos observadores dan por sentado, sin embargo, que el proceso será más largo. El Consejo General de la OMC puede designar para el cargo, en condiciones de interinidad, a alguno de los cuatro directores generales adjuntos una vez que se produzca la marcha de Azevêdo. El alemán Karl Brauner tendría las mejores oportunidades a este respecto.

Las candidaturas son todas muy sólidas: seis de los ocho candidatos fueron antes ministros y los otros dos candidatos están considerados excelentes conocedores de la materia, por lo que la competencia se prevé dura. Las expectativas son elevadas: los candidatos deben exponer, durante la ronda de presentación, un plan creíble para la reforma de la OMC. Además, el sucesor de Azevêdo debe reformar el sistema de solución de controversias y deshacer los nudos gordianos de difíciles expedientes de negociación: todas ellas, auténticas tareas dignas de Hércules. Muchos observadores advierten de que la OMC se juega su futuro en los próximos años.

Además del debate sobre las personas, también han empezado a ponerse en marcha lentamente los expedientes de negociación: el 25 de junio, el presidente del grupo de trabajo sobre las subvenciones a la pesca, el embajador colombiano ante la OMC, Santiago Wills, presentó un proyecto de texto para las negociaciones. La meta era, en principio, lograr un acuerdo en 2020 acerca de este expediente decisivo para los objetivos de desarrollo sostenible (Agenda 2030).

 

Puede descargar el informe completo en PDF.

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