El estudio se presentó el 29 de septiembre del 2021, en un evento vía Facebook Live. La presentación estuvo a cargo por destacados especialistas: José Koechlin Costa, Coordinador del Instituto de Ética y Desarrollo de la Universidad Antonio Ruiz de Montoya, Ramiro Escobar La Cruz, Periodista especializado en temas internacionales y ambientales, y Katia Vega Bendezú, responsable del equipo de Integración Migratoria de la Dirección de Política Migratoria de la Superintendencia de Migraciones.

En un inicio, Dr. Andrés Hildebrandt, coordinador de proyectos de la KAS en el Perú dio una breve introducción en la cual resaltó la singularidad del fenómeno la migración venezolana en América Latina y abordó la preocupante problemática de la creciente percepción de vinculación de ciudadanos venezolanos con el fenómeno de la delincuencia. 

Después, Katia Vega Bendezú destacó que los migrantes venezolanos, siendo identificado como “el otro” por muchos peruanos, sufren no solo formas de discriminación directa, sino también indirecta como el rechazo al trabajo y la educación, la informalidad y la estigmatización. Esto se debe también a que hay una falta de condiciones para una integración estructural por parte del Estado. Resaltó, además, que la mayor parte de los delitos cometidos por ciudadanos venezolanos son delitos contra el patrimonio. Sin embargo, argumentó que no hay una relación de causalidad entre delincuencia y migración. Más bien, la noción que tienen muchos peruanos con respecto al aumento de los niveles de delincuencia con la creciente migración venezolana no se ve reflejada en las estadísticas. De tal manera, de un total de 900.000 extranjeros derivados de la libertad, solo 809 son ciudadanos venezolanos. La representante de la Superintendencia de Migraciones atribuyó el desarrollo de esta percepción equivocada por una gran parte de la ciudadanía peruana a la información incompleta que presentan los medios de comunicación masivos, los cuales, al destacar los hechos más dramáticos y sensacionales, fomentan la discriminación y los estereotipos contra los migrantes.

Por otro lado, Ramiro Escobar la Cruz resaltó que el primer momento de acogida y empatía de los ciudadanos peruanos por los migrantes se ha ido cambiando hacia una visión más critica del fenómeno, llegando finalmente a rechazar no solo lo extraño, sino también lo pobre. El periodista destacó especialmente el rol de la prensa al generalizar actos individuales lamentables, fomentando de esta una relatoría negativa sobre los migrantes venezolanos en general. Esta no solo ha influenciado el discurso público, sino también el discurso político, hecho que se manifiesta en la retoma de la temática por diferentes políticos, utilizándolo por sus fines personales.

Finalmente, José Koechlin Costa destacó que tanto el trato de la prensa como de la política peruana refuerza la vinculación entre la migración venezolana y la delincuencia. Argumentó que, como la mayor parte de los delitos cometidos por ciudadanos venezolanos son contra el patrimonio, estos delitos se realizan en espacios públicos. Por consiguiente, hay una gran facilidad de ver y filmar estos delitos y difundir estas imágenes mediante la prensa y las redes sociales. Además, el estudio del leguaje periodístico usado para describir las actividades delictivas por parte de migrantes venezolanos ha mostrado que se transmite un mensaje de extrema violencia y crueldad que refuerza la idea del “venezolano criminal sangriento”. Asimismo, el especialista resaltó que la vinculación de la migración venezolana con el fenómeno de la criminalidad tiene efectos preocupantes en medida en que afecta la cohesión social y aumento la percepción de inseguridad. Además, lleva a que la sociedad y la política no se responsabilice de recibir a los ciudadanos venezolanos asegurando que puedan vivir una vida humana y digna.