Al principio del primer panel, la diputada venezolana Dinorah Figueras describió la emergencia humanitaria la que ha sufrido la población venezolana. El país sudamericano experimenta pobreza, hambre y la falta de medicamentos esenciales. Los participantes atribuyeron la responsablidad para las estructuras clientelares y precarias predominantes en el país directamente al presidente anterior Hugo Chávez y al presidente actual Nicolás Maduro y sus respectivos gobiernos. Los presentes solicitaron la solidaridad de la sociedad internacional para controlar la crisis en la medida de lo posible.   

A través del reconocimiento de Juan Guaidó como presidente interino y mediante el resultado del Grupo de Montevideo de sondear la celebración de elecciones presidenciales anticipadas en un plazo de 90 días, varios expertos consideraron que la UE ya se ha posicionado en el conflicto. Aunque algunos de los participantes vieron este plazo como demasiado largo, Luis de Grandes Pascual, diputado del Parlamento Europeo (PP), recordó que la UE no es lo suficiente flexible para lograr soluciones rápidas en el ámbito de la política exterior. Jochen Müller, director adjunto de la Representación de la Comisión Europea en España, explicó que las decisiones conjuntas muchas veces no logran ser aprobadas por el Consejo Europeo, ya que tendría que ser por voto unánime.

Además, los participantes exigieron que España sea un actor principal dentro de la comunidad europea y que impulsara la cooperación transatlántica entre la UE y los EE.UU. A largo plazo, la UE podría tener un papel importante en la reconstrucción política y económica de Venezuela. Aparte de su función mediadora, había opiniones tanto a favor como en contra con respecto a un involucramiento militar de pare de Europa. Mientras algunos de los invitados opinaron que se debería excluir la participación europea en una intervención militar rotundamente, había otros expertos que afirmaron que la falta de una estrategia de disuasión solo reforzaría al régimen de Maduro. Sin embargo, todos los participantes recordaron que cualquier actuación o plan deba basarse en el respeto del derecho internacional.