Frank Priess, Jefe del Departamento de Cooperación Internacional y Europeo de la Fundación Konrad Adenauer. (Fotos KAS)

De izquierda a derecha, Michael Lingenthal, Roland Jahn, el padre Darío Echeverri, S. E. Juan Mayr Maldonado y Monseñor Darío de Jesús Monsalve Mejía, arzobispo de Cali (fotos KAS)

Panel 1: Una camino doloroso - víctimas, victimarios, superación y reconciliación. (Fotos KAS)

Panel 2: ¿Una camino seguro? Política de seguridad, la lucha contra el narcotráfico y las consecuencias referentes a la política externa. (Fotos KAS)

Dr. Hubert Gehring, Representante de la KAS en Colombia y el Senador Antonio Navarro Wolff. (Fotos KAS)

Panel 3: Un camino lleno de esperanza - El futuro de Colombia, la relación de Alemania-Colombia y las oportunidades para la ciencia, la economía y el desarrollo. (Fotos KAS)

KAS-COLOMBIA

Grupo de representantes colombianos que participaron como ponentes en el foro “El camino colombiano hacia la paz”

„LLEVAMOS EL DOLOR DENTRO DE NOSOTROS“

Berlín, 7 de junio de 2016

Colombia se encuentra en una fase decisiva de las negociaciones entre el gobierno y la guerrilla de las FARC. El acuerdo de paz al cual se está aspirando, tiene la meta de poner fin a un conflicto armado que ha durado más de 50 años, que cobró la vida de decenas de miles de personas y que ha obligado a millones de Colombianos a huir de sus tierras. „Llevamos el dolor dentro de nosotros, pero trabajamos para la reconciliación y la paz“, dijo Pastora Mira García en el Foro Colombo-Alemán, que la Fundación Konrad Adenauer organizó en conjunto con la Embajada de Colombia en Berlín.

La Presidenta del Centro de Acercamiento para Reparación y Reconciliación (CARE) ha sufrido en carne propia la pérdida de varios miembros de su familia y trabaja hoy con las víctimas del conflicto armado. La señora Mira se pronunció a favor de adelantar la superación del pasado con los instrumentos del Estado de Derecho. Destacó que „no deben existir víctimas de primera y segunda categoría” y que Colombia se encuentra apenas en el comienzo de un largo proceso hacia la paz.

Por su parte, El Delegado Federal para los Documentos del Servicio Secreto del Estado („Stasi“) de la ex RDA, Roland Jahn, declaró que la primera condición para un dialogo eficiente entre víctimas y victimarios es la disposición de ambas partes. El señor Jahn, hace muchos años está encargado del seguimiento y la superación de los crímenes de la “Stasi” y participó en muchos encuentros entre víctimas y victimarios de este “Estado de Injusticia”. „Antes de cada reconciliación siempre debe haber el reconocimiento de las violaciones de los derechos humanos y un pedido de perdón“, dijo Jahn. En el caso de Colombia se debería realizar paralelamente un trabajo educativo, pero sin politizarlo. En Colombia, el Gobierno y las FARC acordaron una Justicia de Transición (Jurisdicción Especial para la Paz), la instalación de una Comisión de Verdad y de una Comisión para la búsqueda de desaparecidos, con el fin de garantizar, que el pasado no se pueda repetir.

El conflicto que inició en el 1964, cobró hasta ahora más de 200.000 vidas, un sin número de secuestros y millones de personas desplazadas; además fue acompañado de un aumento constante de cultivos ilícitos y del narcotráfico. La política de seguridad en Colombia enfrenta en este momento grandes desafíos. El secretario parlamentario en el Ministerio Federal de Defensa, el doctor Ralf Brauksiepe, afirmó que el Gobierno de la República Federal de Alemania tiene un gran interés en un proceso de paz sostenible. En este contexto, destacó la importancia de fomentar la estabilidad no solo en el mismo país sino también en toda la región. „La paz también es la base para un desarrollo económico“, explicó Brauksiepe; los dos efectos se están reforzando mutuamente. En las décadas pasadas ha habido una fuerte devastación económica. „Si el Gobierno logra incluir a los ciudadanos menos privilegiados en el desarrollo económico y dejarlos participar en el bienestar y las riquezas, eso se convertirá también en una base para una paz duradera.”

Por otro lado, el General Mayor Juan Guillermo García expresó que con el apoyo de los militares, se puede lograr seguridad para la población y de esta manera se crearán también bienestar y nuevos oportunidades de trabajo. „Tenemos que facilitar a los guerrilleros el regreso y la reintegración a una vida civil y a la sociedad“, pidió el Subjefe del Estado Mayor Conjunto Fortalecimiento Jurídico Institucional. Dada la importancia especial del militar y de su tarea en el proceso de paz, el general piensa que una reducción de las Fuerzas Armadas en este momento sería imposible; sólo dentro de unos 15 años se podría pensar en una medida así. Pero aun así existirá el peligro de que en las zonas desmilitarizadas aumente la delincuencia. Muchos de los expertos coincidieron en la importancia de fomentar el desarrollo del campo y aprovechar las inmensas superficies del país, así como el mejoramiento y la amplificación de la infraestructura. „Mientras que la gente en el campo no tenga alternativas, existirán los cultivos ilícitos”, dijo el representante de la Fundación Konrad Adenauer en Colombia, Dr. Hubert Gehring. El acuerdo de paz que está a punto de firmarse significa el comienzo de un desarrollo que requerirá muchas reformas para asegurar una paz duradera.

Artículo tomado de la página de la KAS –Berlín