Las cálidas palabras de bienvenida por parte de las directoras de la Fundación CiGob, Victoria Gadea, y de la Fundación Konrad Adenauer Montevideo, Dra. Kristin Wesemann, así como las del representante de la secretaría general de la OEA en Uruguay, el Dr. Ricardo Domingues, abrieron las puertas para más de 30 participantes de Uruguay y otros países de la región para los seminarios y talleres que serán impartidos por renombrados ponentes de toda América Latina. En esta bienvenida se destacó la importancia del trabajo colectivo para el fortalecimiento de las instituciones democráticas y la relevancia de este tipo de eventos para cumplir con tal objetivo.

La conferencia inaugural estuvo a cargo del economista Luis Porto, consejero estratégico de la OEA desde junio de 2015. Porto abordó el tema de la gobernanza y la incertidumbre partiendo de las nociones básicas de las teorías de relaciones internacionales. En este sentido, describió la estructura, los actores, las diferentes interacciones y los desafíos de la comunidad internacional. Destacó el cambio climático, la migración y la violación de los derechos humanos como tareas pendientes. Para el ponente, las ONG, las grandes compañías emergentes y hasta las redes de crimen organizado, son actores que hoy tienen una influencia equivalente a la de varias potencias mundiales. Las guerras comerciales, la guerra cibernética, la constante lucha por evitar la multipolaridad y mantener altos niveles de influencia y poder, son el resultado de la imperante incertidumbre en la que vivimos, no la causa. Porto sostuvo que los líderes y gobiernos tienen que estar preparados para cualquier escenario, sin embargo, esto no significa que se tiene que tener respuesta a todas las preguntas. Por el contrario, significa que debemos plantearnos todas las posibles preguntas y a través de eso construir los posibles escenarios. Para este propósito es imprescindible entender al ser humano como tal y a la diversidad que existe en las sociedades. Además, enfatizó en la influencia de las redes sociales como un óptimo medio de expresión con poder democratizador: “Si la gente no se expresa, el gobernante no escucha”.

Para ahondar en el tema de las redes sociales, tomó la palabra el presidente de la Fundación CiGob, Luis Babino, quien partió de una premisa esencial: las redes sociales no tienen poder político si no existe una sociedad indignada. Entre risas, el ponente alegó que sólo existe movilización cuando la sociedad “no se banca más a una u otra forma de gobernar”. Sin embargo, según Babino, el problema reside en que la política es cada vez más intrascendente para las personas y para el político cada vez es más difícil llegar a sus electores. “Un apolítico es peor que un mal político”, dijo. La política que se lleva hoy sigue el mismo camino que la política del siglo XX a pesar de que hoy se enfrenta a los desafíos del siglo XXI. Por lo tanto, hoy el político debería ser empático en lugar de tecnócrata, respetuoso en lugar de autoritario. Debe saber usar métodos y no improvisar, ser resiliente y creativo, para de ese modo mantener vivo el espíritu de la innovación que tanto se necesita en la política de hoy.

Redactado por Nicole Rubio Jaramillo