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Foro internacional #ODCAKAS :: Nuevas tendencias políticas en AL

"Jeder Populist braucht einen inneren Feind"

La Organización Demócrata Cristiana para América Latina (ODCA) se reúne en la ciudad de Sao Paulo para discutir sobre alternativas políticas,la retirada del populismo y cooperación interpartidaria, junto con la partiicpación de los secretarios de relaciones internacionales de los partidos.

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El Foro sobre Nuevas Tendencias Políticas en América Latina fue inaugurado por la Directora Regional del Programa Partidos Políticos y Democracia, Dra. Kristin Wesemann, quien señaló que los partidos políticos deben cuestionarse si están representando a la sociedad, si contestan a las preguntas de los que manifiestan en las calles, y si están bien conectados con la sociedad.

Cesar Maia, Vicepresidente de ODCA y dirigente del Partido Democratas de Brasil, realizó la conferencia introductoria titulada “Nuevas Tendencias Políticas en América Latina” señalando que la región vive un cambio en las convergencias políticas y que, para fortalecer esta tendencia del populismo a la democracia que calificó de “ola azul”, se requiere el apoyo de las internacionales políticas. Recordó que los gobiernos populistas se apoyaron recíprocamente en foros internacionales (Mercosur, Unasur, OEA) para sostener sus gobiernos. Postuló una acción concertada de la UPLA y la ODCA porque los partidos de centro que impulsan los cambios en Argentina, Venezuela, Bolivia, Brasil, están en ambas internacionales. Agregó que se debe hacer un esfuerzo para construir una convergencia política y sistematizarla a través de una relación permanente. Advirtió que en Brasil y otros países existe dificultad para movilizar parlamentarios o líderes políticos para apoyar causas internacionales o actuar en relaciones internacionales. Concluyó la importancia de que los partidos, que se oponen a los populismos, identifiquen sus coincidencias y generen una convergencia para apoyarse e impulsar los cambios.

El Presidente de ODCA, Jorge Ocejo, presentó la propuesta humanista de ODCA como alternativa a los proyectos populistas sentenciando que “para derrotar al populismo: se requiere más democracia, más libertades y más equidad”. Según Ocejo la democracia en América Latina enfrenta tres amenazas que al mismo tiempo son tres catalizadores para los gobiernos populistas: primero, la desigualdad, la pobreza y la exclusión social en que vivimos; segundo, la crisis de representación y el distanciamiento entre gobiernos y partidos y la gente; y tercero, la corrupción de los poderosos. Concluyó que la respuesta para enfrentar los gobiernos populistas “no es otra que postulando como alternativa un régimen democrático que respeta las libertades y que gobierna y actúa en política poniendo en el centro de su gestión el desarrollo integral de la persona y de todas las personas”, precisó que esta alternativa es el proyecto político, de centro y humanista, que propone la ODCA. Agregó que la democracia, los partidos políticos y la ciudadanía que protesta tienen un punto de encuentro que es la búsqueda del Bien Común, la búsqueda del bienestar (bien estar) de todos y del bien ser de todos, que es el desarrollo espiritual de todos. Posteriormente, se verificó el panel titulado “La retirada del Populismo” en que dirigentes de partidos políticos de Argentina, Bolivia y Venezuela compartieron la experiencia de cambios en dichos países.

Humberto Schiavoni, presidente del Consejo Nacional del partido Propuesta Republicana (PRO) coincidió en que las nuevas tendencias políticas insinúan una retirada del populismo manifestada en Argentina con la victoria de Mauricio Macri en las Elecciones Presidenciales de 2015. Precisó que durante la experiencia populista en Argentina (2003 – 2015) se vivió un deterioro de la calidad institucional, una fuerte distorsión en la vida cotidiana y el agotamiento del ciclo económico que generaron las condiciones para el cambio político. Agregó que para lograr ese cambio fue necesario el surgimiento de una nueva alternativa política, representada por el PRO. Añadió que la experiencia del PRO se inicia con la victoria de Mauricio Macri en el gobierno de la ciudad de Buenos Aires (2007) que se caracteriza por ser, en los últimos cien años, la única opción distinta a las dos corrientes históricas: el radicalismo o el peronismo. Precisó que el primer desafío del PRO fue construir un partido federal en las 24 provincias y un partido cercano a los electores, con una agenda de temas de interés ciudadano y con nuevas formas de comunicación (las redes sociales, el voluntariado, y la difusión pública de la gestión de Macri). El segundo desafío fue la selección de candidatos a partir del perfil demandado por la gente y no a partir de la oferta del partido político. El tercer desafío son los desafíos del gobierno, entre las primeras acciones están la liberalización cambiaria, el acuerdo con los acreedores externos, un plan de infraestructura y desarrollo energético, un plan de medidas sociales de carácter universal y la apertura de relaciones internacionales. Concluyó que la retirada del populismo no será fácil, pero si se toman las medidas correctas, se comunican de manera eficiente y si la agenda del gobierno es la agenda de la gente, se podrá tener apoyo, sustento, y gobernabilidad para impulsar los cambios e inaugurar un nuevo ciclo virtuoso.

Por su parte, la Senadora María Lourdes Landivar, del partido Movimiento Demócrata Social, precisó que el 2003, tras la renuncia forzada de Gonzalo Sánchez de Lozada (2002 – 2003) y la elección de Evo Morales (2005) comienza la experiencia populista en Bolivia. El proceso populista (2005 – 2016) impulso una fuerte intervención estatal, la nacionalización de hidrocarburos, la concentración del poder, las restricciones a la libertad de prensa, la instrumentalización de la justicia y la persecución a los gobernadores y líderes opositores. La oposición ha sido representada por la agenda de autonomía promovida por los gobernadores, sustentada en la descentralización y la apertura de mercado. Con la finalidad de lograr el apoyo popular, el gobierno identificó como los enemigos externos a Chile y Estados Unidos y como enemigo interno a los gobernadores y la oligarquía. El Referéndum Constitucional del 21 de febrero de 2016 para aprobar una reforma constitucional que permitiera una nueva reelección del presidente representó la primera derrota nacional de Evo Morales con un 51.3% para el No y un 48.7% para el Sí. El principal problema para el populismo fue la ausencia de un enemigo interno porque la campaña por el NO fue liderada por la plataforma ciudadana y las redes sociales, mientras los partidos políticos solo se limitaron a movilizar su estructura para fiscalizar el recuento de la elección. A ello se sumaron los casos de corrupción: el enriquecimiento ilícito y tráfico de influencias de la ex novia del presidente Morales, la empresaria Gabriela Zapata, y el desvío del Fondo Indígena que terminó en cuentas de dirigentes del MAS. Concluyó que la oposición debe construir una alternativa unitaria para derrotar al MAS en las elecciones de 2019.

Ramón Guillermo Aveledo, ex Secretario Ejecutivo de la Mesa de Unidad Democrática (MUD), advirtió que el populismo en Venezuela no está en retirada, sino que en decadencia. Añadió que el régimen tratará de mantenerse en el poder por cualquier medio pese a fracaso del modelo. Agregó que el populismo venezolano tiene su propia especificidad porque construye el socialismo a través del plan de gobierno, los actos del Gobierno y la nueva legislación, mientras mantiene una Constitución democrática.

El Foro Internacional concluyó con un panel titulado “Nuevas tendencias políticas y el futuro de Brasil” en que dirigentes de partidos políticos de ese país proyectaron la evolución de los cambios y el proceso de impeachment que enfrenta la presidenta Dilma Rousseff.

José Anibal, presidente del Instituto Teotônio Vilela y Senador del Partido da Social Democracia Brasileira (PSDB), destacó la votación favorable en el Senado al proceso de impeachment y que Brasil será también parte de la nueva corriente de cambios y de freno al populismo. Recordó que en el 2013 surgió un movimiento de manifestaciones, liderado principalmente de los jóvenes. Lamentó que todas estas expresiones no pudieran abrir un espacio al debate, a la reflexión sobre el nuevo escenario, las demandas sobre educación, salud, oportunidades, el gasto público, y en síntesis sobre la grave crisis de Brasil. Indicó que el debate fue demonizado, el bien contra el mal. Precisó que Brasil en estos momentos no tiene gobierno y que el país requiere conducción y concluyó que existe una tendencia al cambio y una exigencia de un parlamento y partidos más representativos, con mayor sintonía con la ciudadanía y más atento a sus demandas y sentimientos.

Por su parte, José Carlos Aleluia, presidente de la Fundación Liberdade e Cidadania, y diputado del partido Democratas (DEM) expresó su confianza en un nuevo gobierno encabezado por el PMDB, un partido con experiencia en la democratización de Brasil, que pueda conducir la transición y cerrar el círculo populista. Indicó que los partidos de centro “tenemos que ofrecer soluciones para fortalecer la democracia, las libertades, el Estado de Derecho, y al mismo tiempo una agenda económica y social inclusiva. Las familias quieren ser incluidas, quieren tener seguridad, quieren tener esperanza, tener un futuro. Si logramos eso podemos lograr que esa ola azul se consolide”. Concluyó que debemos conducir la acción política y del gobierno desde la ética, y aprender de la experiencia de la corrupción para impulsar cambios. Señaló que “no debemos olvidar que tenemos que ser demócratas, pero tenemos que estar preocupados de la gente, porque la democracia no se establece donde existe desigualdad, injusticia y violencia tan grande como en Brasil”.

Finalmente, el diputado José Maria Eymael, presidente del Partido Social Demócrata Cristiano (PSDC), afirmó que “todo indica que la Presidenta Dilma será suspendida porque el país quiere un país digno, quiere que la corrupción sea algo del pasado y quieren recuperar el futuro que nos quitaron”. Recordó que la Democracia Cristiana ha postulado como modelo de sociedad una sociedad libre, justa y solidaria cuya meta es situar al ser humano como centro de todo el orden político, económico y social. Concluyó que hoy, en medio de las dificultades, está naciendo una nueva nación comprometida con el bienestar del pueblo, con la gente, con vidas limpias como un árbol que siempre da buenos frutos. “Esa es la receta de los cambios, vidas limpias emergiendo de vidas limpias”, puntualizó.

El moderador Paulo Gouvea, Secretario de Relaciones Internacionales del Partido Democratas (DEM), agradeció las exposiciones de los panelistas y realizó una síntesis de las características comunes del populismo: izquierdismo, autoritarismo, modelo de corrupción, mesianismo, paternalismo, soberbia, arrogancia, prepotencia y solidaridad económica. Agregó que es imposible que un proceso de impeachment se apruebe de manera irresponsable y que es necesario que se verificaran muchas ilegalidades juridícas, institucionales y morales para que los representantes decidieran aprobarlo con altas mayorías. Entre ellas mencionó, el desastre económico y social, la degradación moral, la corrupción, la incompetencia, la mayor desaprobación de la historia y, sobre todo, la manifestación popular, expresada en más de 6 millones de brasileños en las calles pidiendo la salida de Dilma Rousseff y el cambio en el proceso político de Brasil.

Francisco Jara, secretario ejecutivo de ODCA

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