El presente y futuro de una democracia dependen necesariamente de los jóvenes y de los valores que la sociedad logre transmitirles a las nuevas generaciones. Sin los esfuerzos necesarios para mantener viva la democracia, las instituciones y el Estado de Derecho en el continente latinoamericano, se condena a cualquier Estado a la consolidación y resurrección de regímenes déspotas desinteresados en el bien común.

Siendo la juventud un pilar importante de la sociedad, la red de becarios de la Fundación Konrad Adenauer - Somos LA KAS - se reunió en Panamá con jóvenes líderes de diferentes rincones de Latinoamérica para reflexionar y generar ideas en torno a la formación de las nuevas generaciones en política.

Ruben Schuster, director de la oficina de la Fundación Konrad Adenauer en Montevideo, resaltó una vez más la importancia de la política, pero muy especialmente, del rol de los valores como fundamento de cualquier práctica política. Estableciendo el humanismo como brújula del actuar de tomadores de decisiones en el continente y en el mundo.

A lo largo de la jornada, representantes de Uruguay, Ecuador y Colombia, entre otros, propusieron una estrategia para ampliar el alcance de la red Somos LA KAS. Siendo dicha red un medio idóneo para multiplicar conciencia de cara a valores como la democracia, la justicia, libertad y solidaridad.

Entre las ideas discutidas se puso de presente la necesidad de innovar y usar plataformas digitales que permitan el acceso democratizado a contenidos e información que brinde herramientas efectivas a jóvenes líderes políticos en formación en diferentes zonas de los países latinos que garantice un impacto positivo a nivel local.

El turno después fue para Ignacio Zuasnabar, profesor universitario con un gran bagaje investigativo en la participación política de los jóvenes en América Latina, cuya intervención se basó en el proyecto “Living politics” desarrollado en conjunto con la KAS. Zuasnabar hizo un barrido de la situación actual de los jóvenes y su rol en la política, que las nuevas formas de participación responden a la huella de valores generacional en el continente, donde la socialización política en la construcción de cultura es crucial para la consolidación democrática.

Emilio Graglia, por su parte, compartió con la red de Somos LA KAS las siete llaves para la innovación política, en las cuales destaca la importancia de tener un Estado responsable y subsidiario en donde su labor de intervención se manifiesta únicamente cuando es necesario, una sociedad partícipe donde cada miembro de ella tenga un espacio y pueda involucrarse en los procesos de toma de decisiones, la promoción de valores fundamentales y comunes, la necesidad de tomar como punto de partida el desarrollo sostenible, atender problemas prioritarios del continente como la corrupción o la eficiencia económica y la consolidación de una democracia receptiva.

Y desde el punto de vista de la comunicación, la uruguaya María Sara Abella intervino con una presentación sobre el liderazgo en el siglo XXI, temática que gira en torno a uno de los desafíos más latentes de cara a la política de nuestros días: el paradigma de la nueva comunicación y cómo un mismo mensaje debe permear a diferentes generaciones, siendo las nuevas generaciones las que presentan un reto mayor. Asimismo, presentó dos categorías en las que podría clasificarse a un líder: los transformadores y los transaccionales. Los primeros representan a una generación de líderes que surgen en periodos de inestabilidad y crisis, donde su principal misión es soltar ataduras y cambiar el rumbo de la historia. Los segundos responden a líderes que privilegian la estabilidad y lo que funciona en una sociedad. Es aquel que se desempeña bien en contextos predecibles.

Así transcurrió la primera sesión de trabajo del campus Konrad Adenauer sobre formación política para jóvenes en Latinoamérica.