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Notas de acontecimientos

Conferencia Internacional “El proceso de paz en Colombia y su impacto en el Perú”

de Renzo Gómez

EVENTOS

El 2 de noviembre se realizó en Lima la Conferencia Internacional “El proceso de paz en Colombia y su impacto en el Perú”, organizada por la Fundación Konrad Adenauer en el Perú y por el Instituto de Estudios Internacionales (IDEI) de la Pontificia Universidad Católica del Perú, en el marco del trabajo de a Red de Política en Seguridad.

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El 2 noviembre, un mes después de que el pueblo colombiano se pronunciara, en las urnas, con un ‘No’ ajustado (50,22%) sobre el acuerdo de paz con las FARC, y sumiera de incertidumbre a un conflicto interno de 52 años, 220 mil muertos y millones de desplazados; en el Perú se llevó a cabo ‘El proceso de paz en Colombia y su impacto en el Perú’, conferencia internacional organizada por el Instituto de Estudios Internacionales (IDEI) de la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP), con el auspicio de la Fundación Konrad Adenauer (KAS).

“En la KAS nos sensibiliza este tema, pues a Alemania no le es ajeno. La memoria y el perdón son procesos, envueltos de mucho aprendizaje, que implican grandes impactos en los países vecinos, como es el caso de Perú”, señaló de entrada Bernadette Kalz, representante de la KAS en el país. Fabián Novak, director de IDEI, hizo lo propio, dando por iniciado el evento que tuvo en el colombiano Eduardo Pastrana a su ponente más destacado.

Pastrana, director del Departamento de Relaciones Internacionales de la Facultad de Ciencias Políticas y Relaciones Internacionales de la Pontificia Universidad Javeriana, realizó un recuento del proceso de negociación en el gobierno del actual presidente Juan Manuel Santos, ahondó en cómo el conflicto ha moldeado la política exterior colombiana, y señaló los posibles escenarios del post-acuerdo.

“El primer responsable de la situación actual es el presidente Santos. No tenía por qué llevar un problema tan sensible, tan complejo a un país polarizado. No necesitábamos un plebiscito sino una decisión política de altura”, afirmó el experto en seguridad, quien atribuye el desenlace fatal a dos errores fundamentales: subestimar el rechazo de la ciudadanía a las FARC y la dificultad para explicarles las 297 páginas del acuerdo, permitiendo que intereses externos, como el del expresidente Álvaro Uribe, se colaran en el debate.

Destacó, sin embargo, que existe una especie de ‘primavera colombiana’, es decir, una alta movilización ciudadana con la capacidad de presionar desde la esfera pública. Asimismo, Pastrana resaltó la vocación de paz de las Fuerzas Armadas, que actualmente protegen a los guerrilleros de 23 zonas a la espera de la renegociación.

Por su parte, Jorge Montoya, ex Jefe del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas del Perú, evidenció la fragilidad de la frontera entre Perú y Colombia en el Putumayo, donde la nula presencia del Estado ha desencadenado, por ejemplo, que en 1, 600 kilómetros apenas funcionen 22 postas médicas, con promotores de salud, sin ningún médico a cargo. Su pronóstico es durísimo.

“Se incrementará el crimen organizado. Es muy difícil convencer a alguien que gana miles de dólares que lo deje por 300 dólares mensuales. Es momento de hacer visible una realidad no reconocida por el gobierno. Se requiere, además, una intensa labor de inteligencia. La judicialización es clave. Si no se consiguen las pruebas suficientes, los delincuentes saldrán al día siguiente. La amenaza existe”, alertó.

Respecto a la lucha contra las drogas, Jaime García, investigador de IDEI, planteó una doble lectura: si por un lado es probable que los cultivos de hoja de coca de Perú se desplacen a Colombia (primer productor de cocaína con 97 mil hectáreas), debido a la suspensión de la aspersión aérea que erradicaba 100 mil hectáreas anuales; por el otro, la droga sería traída al Perú por sus bajos controles y programas de interdicción (en el 2015 se decomisaron 5 mil toneladas de insumos químicos frente a las 19 mil toneladas en Colombia), convirtiéndolo en un país de tránsito hacia mercados como el brasileño, que actualmente consume 100 toneladas de cocaína al año.

A su vez, Patricio Rubio, Subdirector de la Subdirección de Asuntos de Derecho Internacional de Refugiados del Ministerio de Relaciones Exteriores del Perú y miembro del IDEI, señaló que los colombianos son el principal grupo que solicita refugio en el país. El conflicto colombiano ha generado un desplazamiento de siete millones de personas. Muchas de ellas han cruzado las fronteras fuera del marco de la ley. “Mientras Colombia no viva en paz no regresarán. Y el reflejo no será inmediato”, finalizó.

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