La actividad, que organizamos conjuntamente con el Poder Judicial de Costa Rica y el apoyo de la Fundación para el Debido Proceso, estuvo dividida en un seminario abierto el primer día y en trabajo en grupos cerrados con magistrados y magistradas de la Corte Suprema de Justicia los otros dos días.

Además de estos, al seminario abierto asistieron diputados y diputadas (con un papel determinante desde la Asamblea Legislativa en el tema tratado), estudiantes, profesores, miembros de la sociedad civil y de los medios de comunicación. En el seminario se debatieron el devenir histórico de los procesos de selección de jueces, juezas, magistrados y magistradas, el estado de cosas actual y las críticas y puntos favorables del sistema vigente.

La perspectiva comparada aportada por expertos en la materia de Alemania, Bolivia, Colombia, Guatemala y Perú enriqueció tanto el seminario como los talleres cerrados, en los cuales los magistrados y magistradas trataron con aquéllos aspectos relevantes para la propuesta que el Poder Judicial espera presentar al Parlamento buscando que sean tenidos en cuenta en la reforma que finalmente se discuta y apruebe.

Temas como la edad y la paridad de género, la reelección y la duración de los períodos; los actores intervinientes en el proceso de elección de las magistraturas, las cualidades personales y profesionales de los y las candidatas, y el control y transparencia en los procesos de selección fueron debatidos en el formato de taller con grupos de magistrados y magistradas orientados por los expertos internacionales. Finalmente cada uno de esos grupos presentó propuestas de reforma en esas materias que fueron socializadas en pleno y que formarán parte de la propuesta definitiva que se presente para su consideración a la Asamblea Legislativa.

Como corolario de esta actividad inscrita dentro de los objetivos del Grupo de Trabajo N° 1 de reformas al Poder Judicial (Requisitos y Procedimientos para la Selección de Magistradas y Magistrados Propietarios y Suplentes, a fin de garantizar su Plena Independencia e Idoneidad Técnica y Ética) se dijo que no existen parámetros ni procedimientos de selección perfectos, pero que hay medidas y buenas prácticas existentes en otros países y en Costa Rica que pueden brindar mayores garantías tanto en este proceso como en el desarrollo de la judicatura de los magistrados y magistradas. Su implementación mediante reformas redundará sin duda en la independencia judicial, en la división de poderes y, por ende, en el fortalecimiento del Estado de Derecho.