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La Calidad de la Democracia en Bolivia 2012

Percepción y Evaluación de los Actores

El informe, realizado por la Asociación Boliviana de Ciencia Política (ABCP) bajo el auspicio de la Fundación Konrad Adenauer (KAS), constituye el tercero de una serie iniciada en 2011 y que pretende determinar el nivel de la calidad de la democracia en Bolivia durante la gestión pasada (2012). Ofrece una visión bastante objetiva de la evolución democrática en el país e identifica sus problemas más acuciantes.

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La Calidad de la Democracia en Bolivia 2012

En los salones de la Facultad de Ciencias Politicas de la Universidad Mayor de San Andrés se llevó a cabo la presentación del estudio: "La Calidad de la Democracia en Bolivia 2012" Percepción y Evaluación de los Actores. Las palabras de apertura estuvieron a Cargo del Lic. Diego Murillo, Director de la Carrera de Ciencias Politicas. La Presidenta la ABCP la Sra. Paz hablo sobre la publicación y los alcances del estudio. La Representante de la KAS la Sra. Susanne Käss dio las palabras de bienvenida y comento acerca del papel de la democracia y el aporte de este estudio para su fortalecimiento. El Lic. Marcelo Varnoux explicó los contenidos, la metodologia y el alcance de la publicación.

El presente informe, realizado por la Asociación Boliviana de Ciencia Política (ABCP) bajo el auspicio de la Fundación Konrad Adenauer (KAS), constituye el tercero de una serie iniciada en 2011 y que pretende determinar el nivel de la calidad de la democracia en Bolivia durante la gestión pasada (2012). Ofrece una visión bastante objetiva de la evolución democrática en el país e identifica sus problemas más acuciantes.

En el criterio de ABCP, la metodología empleada es apropiada y, salvo pequeñas modificaciones de forma, funciona para medir el objeto de estudio. Este fue, precisamente desde el inicio del proyecto, el propósito de la ABCP: contar con una herramienta teórico-metodológica capaz de ofrecer una instantánea de la calidad de la democracia muy cercana a la realidad.

De acuerdo a ABCP la información obtenida y el análisis realizado, pueden plantearse las siguientes

conclusiones del estudio acerca de la Calidad de la Democracia en Bolivia 2012:

A) Las notas más bajas se registran en las dimensiones que constituyen el “dominio de procedimiento”. Y la más baja, entre éstas, corresponde a la dimensión “Estado de Derecho” que obtiene una nota de 3.56 sobre 10. Varios factores determinan que esta calificación entre los que destacan: elevados índices de inseguridad ciudadana, falta de respeto a la ley por parte de los actores políticos y sociales lo que determina, además,

el debilitamiento de la seguridad jurídica. A esto hay que agregar el pobre desempeño de la administración de justicia y el hecho de que la policía boliviana se constituye en una de las instituciones que más agrede los derechos humanos de las personas. El panorama, visto en conjunto, corresponde más bien al área de una “democracia nominal” en la que no funcionan realmente las instituciones democráticas. El dato en sí mismo es altamente preocupante porque muestra la devaluación de la calidad de la democracia en Bolivia y tiende a “jalar” hacia esa área peligrosa, al resto de las dimensiones.

B) La dimensión “rendición de cuentas interinstitucional” correspondiente al “dominio de procedimiento” tiene también una nota baja (3.83 sobre 10) que la sitúa en al área de una “democracia nominal”. Los entrevistados han señalado que existe una intensa dependencia de los órganos de poder del Estado (Legislativo, Judicial y Electoral) al Ejecutivo. Esta dependencia debilita las posibilidades de fiscalización que debieran tener

estos poderes entre sí. Esto también afecta el desempeño de las instituciones que tienen la tarea de defender los derechos humanos de las personas, frente a los eventuales abusos por parte del Estado. El predominio absoluto del Órgano Ejecutivo hace, por ejemplo, imposible que el Defensor del Pueblo consiga que sus recomendaciones sean consideradas, particularmente en casos muy específicos en los que la violación de los

derechos humanos por parte de funcionarios del Estado está abundantemente demostrada.

Asimismo, las entidades territoriales autónomas que, en teoría podrían hacer el debido balance con las tendencias centralistas del Órgano Ejecutivo, no tienen casi viabilidad dado que el sistema de autonomías previsto por la CPE no funciona y el gobierno central está implementando medidas para acaparar competencias y definir cómo, y para qué, son utilizados los recursos de dichas entidades autónomas.

C) En lo que hace a la dimensión “rendición de cuentas electoral” correspondiente al “dominio de procedimiento” dos aspectos preocupan. En primer lugar la debilidad de la oposición para fiscalizar al gobierno, fenómeno explicado por los dos tercios que controla el Movimiento al Socialismo en la Asamblea Legislativa Plurinacional y otras instancias legislativas sub-nacionales, así como la falta de coherencia y unidad observada en la oposición, especialmente la que ejerce su papel en la Asamblea Legislativa Plurinacional.

Las peticiones de informe y los cuestionamientos que realizan, por ejemplo, los representantes nacionales de oposición en la ALP no son atendidos por el oficialismo. Además, la percepción que los entrevistados tienen del Órgano Electoral Plurinacional (OEP) es bastante negativa por una visible dependencia hacia la línea impartida desde el Órgano Ejecutivo. Esta situación es delicada, ya que el OEP es el árbitro en los procesos electorales y se aproxima uno muy importante que definirá la continuidad o no, del gobierno de Evo Morales. La supervisión de la “consulta previa” en el TIPNIS, por parte del Tribunal Supremo Electoral (TSE), ha sido un factor determinante para alentar la desconfianza en esta institución.

D) Mención aparte merece la libertad de prensa que, si bien obtiene una calificación por encima de la mínima (5.47 sobre 10), presenta dificultades. Varios comunicadores entrevistados señalaron que, como nunca en 30 años de democracia, el poder político tiene serias intenciones de limitar dicha libertad. Los juicios a varios medios por difundir declaraciones del presidente, supuestamente tergiversadas, son una señal muy clara del propósito gubernamental. Hace tiempo que Evo Morales considera que los medios de comunicación independientes constituyen su principal oposición. Este ambiente negativo, ha ocasionado la emergencia de una especie de “autocensura” en dichos medios. Es decir, evitan realizar críticas a la gestión del MAS y la mayoría ha declinado interpretar las declaraciones de las principales autoridades del Estado por temor a nuevos juicios

y/o represalias económicas que se traducen en la no asignación de propaganda oficial en los medios considerados “rebeldes” o de “oposición”.

E) En lo que hace a las dimensiones de “participación y competencia política”, se han repetido, por una nueva gestión, las bajas calificaciones que las sitúan en las puertas del área de las “democracias nominales”. Los mayores problemas que los entrevistados han detectado residen en la falta de institucionalidad de las organizaciones políticas y una persistente renuencia a renovar liderazgos. Asimismo, las escasas posibilidades

que tienen sus militantes para expresar sus puntos de vista bloquean la posibilidad de construir propuestas de políticas públicas que tengan la finalidad de atacar los principales problemas del país (pobreza, desigualdad, desempleo, seguridad ciudadana, etc.).

Estos defectos se replican en las denominadas organizaciones sociales que, a decir de los entrevistados, son verticalistas y corporativas, aunque con una importante capacidad de movilización social. De hecho, éstas últimas han sustituido a los partidos en la representación de la demanda ciudadana y constituyen, en este momento, una parte importante de la base social que apoya al oficialismo y a Evo Morales. Los problemas

en estas dimensiones muestran una cultura política inclinada a fomentar caudillismos y

personalismos que disminuyen la calidad de la democracia.

F) Si bien la dimensión “libertad” – que forma parte del dominio de “contenido” – ha obtenido una calificación promedio modesta, aunque por encima del mínimo, se evidencia una debilidad alarmante en el factor “respeto a las garantías constitucionales”. Se ha señalado que las garantías fundamentales de la “presunción de inocencia” y el “derecho al debido proceso” están en retroceso. La “judicialización de la política”, la vulneración de los derechos ciudadanos y políticos de autoridades electas de oposición así como la actuación de una red de extorsión descubierta en el seno del Ejecutivo desnudan la fragilidad de los derechos ciudadanos frente a los abusos del poder estatal. Por supuesto, esta situación es una especie de “lastre” en la mencionada dimensión y afecta negativamente la calidad de la democracia.

G) La mayoría de los entrevistados coincide en que el estado de los derechos humanos en Bolivia está deteriorado ya que el Estado no los protege ni promueve adecuadamente. La “judicialización de la política”, el incremento de la “inseguridad ciudadana” y “las violaciones permanentes de los derechos humanos” por parte del gobierno, configuran un escenario sombrío. Organizaciones internacionales de promoción de los derechos

humanos, como Amnistía Internacional, también han manifestado su preocupación por Bolivia.

H) En la dimensión “igualdad” los entrevistados han asignado bajas notas a la “promoción estatal de la igualdad económica” y notas algo más favorables a las “oportunidades de acceso a la salud y educación” en Bolivia. Sin embargo, se mantienen las discriminaciones tradicionales, por “origen étnico” y “genero”, que determinan una inequitativa distribución de los recursos y servicios públicos, situación que mantiene casi intacto el gran problema de la “desigualdad”.

I) Merece especial atención la discriminación por “preferencia política” que es la más importante a decir de los entrevistados. Esta situación está vinculada a una devaluación del pluralismo político y, naturalmente, de la capacidad de debate y disenso democrático en la sociedad. Las actuales circunstancias políticas, han determinado la aparición de “polarizaciones” cuya característica más notable, alentada por la propaganda y el discurso oficial, es la separación entre “amigos” (militantes del proceso de cambio, socialistas, revolucionarios, movimientos sociales, etc.) y “enemigos” (opositores al proceso de cambio, derechistas, neoliberales, etc.). El problema es que la adscripción política se ha convertido en un factor esencial para conseguir un empleo o para disfrutar de la garantía de los derechos fundamentales. La mayoría de los entrevistados sostienen que esta situación afecta notablemente la calidad de la democracia y determina la profundización de una cultura política autoritaria.

J) La dimensión “capacidad de respuesta estatal”, que corresponde al dominio de “resultados”, obtiene una calificación baja. Esto tiene que ver con dos factores: el primero vinculado con “la situación de las políticas públicas para disminuir la pobreza y la desigualdad”, y el segundo, con “la situación de la política económica del Estado”. En el primer caso, la mayoría de los entrevistados considera que dichas políticas son débiles y aisladas. Se repiten los errores de gobiernos pasados que no supieron enfrentar esos problemas estructurales con una visión de largo plazo. En el segundo, un porcentaje de los consultados coincide en señalar el manejo prudente de la economía lo que ha permitido mantener la estabilidad en el nivel macroeconómico. También se ha señalado que la sensación de bienestar económico no es el resultado de la política económica del gobierno, sino de factores externos favorables, como los precios de las materias primas.

El hecho es que existe muchísimo más dinero que en gobiernos anteriores, pero los resultados son aun modestos.

H) En síntesis, los resultados evidencian una baja calidad de la democracia en Bolivia que nos ubica en la zona de las “democracias en transición”. Asimismo, al disponer de los datos de las dos anteriores mediciones, se ha establecido que existe una tendencia hacia un mayor deterioro de la calidad de la democracia. El valor del indicador agregado en 2012 es de 4.41 sobre 10, mientras que en 2011 fue de 4.76 sobre 10 y en 2010 de

4.8 sobre 10. Además, se ha logrado detectar que algunas dimensiones importantes que corresponden al “dominio de procedimiento” tienen valores que corresponden al área de una democracia nominal y otras están a punto de caer en dicha zona. Si la tendencia se confirma, la mayoría de las instituciones democráticas del país no funcionarían para las tareas que fueron diseñadas, dejando en la indefensión a los ciudadanos frente a

un poder político creciente y escasamente inclinado a resolver los problemas por la vía democrática. Algo así como un régimen de gobierno con elecciones pero sin democracia, tal y como se observa en otras partes del mundo y la región.

La presentación culminó con preguntas por parte del publico asistente y en el cierre se dio paso a un vino de honor.

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