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Notas de acontecimientos

La Democracia en el ch'enko

Presentación de libro en la Tercera Edición Aumentada

Con el auspicio de la Fundación Konrad Adenauer y la Fundación Milenio se llevó a cabo la presentación de la tercera edición del libro “La democracia en el ch’enko” de Roberto Laserna el jueves 17 de marzo del presente, en los salones del Restaurante Vienna.

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En el evento del lanzamiento del libro, la representante de la Fundación Konrad Adenauer Susanne Käss se encargó de dar las palabras de bienvenida y hacer la apertura formal del evento, en el cual mencionó el gran interés de los lectores para el tema que se muestra en el hecho que este día ya se publicó en la tercera edición aumentadan del libro. La primera fue publicado en 2004. Subrayó también que los problemas del país no solo son de índole económico sino tienen diversas facetas. Sobre todo el proceso de la democracia en las últimas décadas ha causado lo que hoy está llamado “ch’enko” por Laserna y otros analistas. Ch’enko significa lío o entrecruzamiento desordenado de objetos y procesos.

Pasando la palabra al autor mismo, Roberto Laserna explicó los cambios y novedades del libro. Se refiró especialmente al último capitulo, indicando que en 2004 solo podía advertir los problemas de la desigualdad económica. Ahora en 2011, se puede decir con más claridad que la economía heterogénea, el ch’enko, a parte de tener algunos beneficios tiene sobre todo efectos bloqueadores que han vuelto la democracia más inestable y débil. En el Post Scriptum Laserna se ocupa especialmente de la constitucionalización del ch’enko a través de las regulaciones acerca de la economía plural en la nueva Constitución. Además, Laserna agradeció la asistencia y critica de los comentaristas Gabriel Loza y Fernando Untoja, que expusieron sus ideas y criticas en lo siguiente.

Primero, Gabriel Loza dio su comentario sobre el libro enfocándose en la tipología de la economía boliviana que establece Laserna. Hace una división tripartita en la economía de base natural, la economía familiar y la economía mercantil, siendo la primera la campesina, la segunda la informal y la tercera la que más parece al capitalismo. En Bolivia los primeros bloques son más grandes que el último, pero justamente los hogares insertos en la economía del mercado tienen mayores ingresos. Los tres grupos son muy heterogéneos. Esta heterogeneidad proviene de una parte del uso de la tecnología, pero también de diferentes racionalidades y patrones culturales, es decir los objetivos de las unidades económicas, los criterios para la asignación de recursos y su relación con el mercado son disímiles para los bloques y también dentro de los bloques.

La cuestión principal en Bolivia es ¿cómo superar la pobreza? Un método será una integración más profunda de la economía boliviana en el mercado para lograr más producción y una tecnología más avanzada. Pero para muchas personas este concepto fracasó y desean desplazarse a la economía familiar. Otra idea es la economía plural que ya tiene la heterogeneidad como modelo ensimismo. Pero todavía no está claro como se desarrollará este modelo y como se articularán las diferentes formas de la economía. El estado juega un papel muy importante en estos modelos. Fue justamente el estado que en el periodo de 1985 a 2005 ha llevado el país al ch’enko porque no existía una distribución adecuada el producto económico entre los diferentes sectores de la población como explica Loza.

El segundo comentarista, Fernando Untoja, se centró en el aspecto de las instituciones argumentando desde un punto de vista neoinstitucionalista. Sostuvo que en el desarrollo, el papel de las instituciones es determinante, debido a que su funcionamiento explica las causas del progreso y del atraso. Llegó a la conclusión de que las instituciones en Bolivia tienen un carácter feudal-capitalista, que se expresa en los diferentes bloques de economía. De esa manera están bloqueadores del despegue económico. Criticó que se ha generado una mentalidad de espera a la asistencia del estado, en vez de la mentalidad del homo económico. Esto resulta para el o en la colisión de las tres estructuras y sus instituciones o en la superposición de ellos. El como antes Lazo señaló que varios modelos no funcionaron en Bolivia, pero mencionó también que la heterogeneidad no es una solución fácil. Hace falta una política adecuada para el pluralismo y no un conjunto de diversas reglas y políticas como existen en la actualidad. Además, Untoja avisó que no hay que deslumbrarse por la modernidad del tema del pluralismo poniendo una dicotomía entre el pluralismo armónico y el capitalismo salvaje.

El ch’enko, según él, carece de racionalidad institucional. No existe ninguna referencia común para todos - tampoco la Constitución está valida para la población entera. Así, cada uno se rige de otra cosa. En esta situación el Estado esta ajena de la estructura económica, buscando de un lado homogenizarla y por otro alimentar la heterogeneidad para ciertos proyectos políticos. Lo que falta es una institución central para impulsar la economía y uniformizar las relaciones de intercambio. Una institución así debe nacer según él de luchas sociales entre enemigos, como un “Nuevo Pacto”. Para Untoja, eso no fue el caso en 2005.

Napoleón Pacheco, director ejecutivo de la Fundación Milenio, dio la palabra a la audiencia para plantear comentarios y preguntas al autor y los comentaristas. Roberto Laserna que contestó los comentarios, agradeció la participación de los asistentes y terminó el debate.

El evento se cerró con la entrega del libro y un vino de honor.

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