Taller
Detalles
PROGRAMA
12:30 Palabras de Bienvenida
Ivan Velásquez
Coordinador - KAS
12:40Explicación de los alcances del tema
Marcelo Varnoux Garay
Director Ejecutivo – ABCP
12:50Inicio del Almuerzo - Taller
14:30Conclusión del almuerzo
Tema: “Centralismo Democrático” y Disidencias Políticas: Los Conflictos Internos del MAS
El pasado año, en el marco de una disputa originada por el contenido del proyecto de ley de “extinción de bienes a favor del Estado”, entre la ex presidenta de la Cámara de Diputados, Rebeca Delgado y el Ministro de Gobierno, Carlos Romero, se hizo evidente la administración “vertical” de la toma de decisiones en el interior del MAS.
La mencionada disputa no habría pasado de un hecho usual en política – el desacuerdo sobre la intención de aplicar una medida o una norma entre militantes del mismo partido – pero se agigantó de una forma extraordinaria luego de que el Vicepresidente del Estado, Álvaro García afirmara que el MAS toma decisiones aplicando la idea del “centralismo democrático”.
Y dicho centralismo consiste, simplemente, en que una vez adoptada una línea política o una decisión, nadie dentro del partido puede objetarla. Es más, Evo Morales en una reunión con los embajadores de Bolivia acreditados en distintos países del mundo, les recordó que ellos son meros “portavoces” del Estado y no “libre pensantes”.
Naturalmente, esto choca con los valores más importantes de la democracia. Un partido político es una organización que requiere un cierto nivel de disciplina interna para conseguir sus objetivos, pero de ninguna manera puede evitar la disidencia y/o el desacuerdo con las decisiones que adoptan sus de dirigentes.
1. La Importancia de la Disidencia
Una de las virtudes de la disidencia democrática es que obliga a la reflexión, al debate para buscar, entre muchas cabezas, la construcción de políticas públicas razonables, decisiones pertinentes y, en general, visiones compartidas acerca de las formas de resolver los problemas de un país.
La ausencia de la disidencia, deja el camino allanado para el predominio de pequeños grupos de poder (Roberto Michels describió este fenómeno planteando la “ley de hierro de la oligarquía”) dentro de los partidos políticos que deciden, según sus propios intereses – no de los militantes y menos de la sociedad civil.
En el caso del MAS, esta dinámica ha convertido a sus representantes parlamentarios (y de todos los entes deliberantes sub-nacionales) en sujetos carentes de iniciativa y que deben acatar, quieran o no, las determinaciones que se originan en una cúpula bastante pequeña. Aun, así, la disidencia busca la forma de manifestarse y lo acontecido con Rebeca Delgado es un buen ejemplo. Por lo tanto, es previsible que la construcción del Estado Plurinacional continúe en el camino de la improvisación y la producción de normativa que, por un lado, es en parte incompatible con la CPE y, por otro, es claramente deficiente pero que expresa, inequívocamente, la voluntad discrecional de una elite en el poder.
2. Conflictos Internos y Elecciones 2014
Posiblemente los conflictos internos en el oficialismo se multiplicarán en 2014. El “centralismo democrático” (prohibición de la disidencia y el libre pensamiento) del MAS, endurecerá su posición política para alcanzar la re-reelección de Evo Morales con algunas consecuencias potenciales: a) que durante el proceso electoral el oficialismo actúe con elevados grados de autoritarismo afectando la competencia partidaria y deteriorando las instituciones democráticas y b) que los sectores sociales afines al MAS, a cambio del acatamiento acrítico de todas las disposiciones políticas de la cúpula, exijan mayores cuotas de poder con lo que a Bolivia le aguardan cinco años de una mala o muy mala gestión pública.
En estas circunstancias, ¿qué opciones tiene el ciudadano de ejercer su derecho al voto sin condicionamientos y/o presiones políticas?