GRUPO DE ANÁLISIS Y REFLEXIÓN DEMOCRÁTICA. EL PROCESO DE CAMBIO EN CUESTIÓN

Las palabras de bienvenida estuvieron a cargo de la Sra. Susanne Käss quien hizo una evaluación positiva de los eventos desarrollados en el marco del proyecto.

Posteriormente la presentación del tema estuvo a cargo de Marcelo Varnoux, Presidente de la Asociación Boliviana de ciencia Política (ABCP), que dio una explicación de los alcances del tema y la metodología de la discusión.

En enero del presente año, y con la reelección de Evo Morales, se pensó – así lo afirmaron los más importantes portavoces del gobierno – que el “proceso de cambio” por fin se implementaría sin resistencias; que la ciudadanía percibiría su impacto positivo en la vida cotidiana, que los megaproyectos del Ejecutivo, como el fortalecimiento y desarrollo de YPFB coadyuvarían a restituir el papel de Bolivia en la región como una potencia hidrocarburífera, que finalmente se cristalizaría un sistema de autonomías sintonizado con el interés popular, etc.

Sin embargo y hasta el momento – pocas semanas antes de fin de año – todas esas buenas intenciones no se han convertido en hechos tangibles, por lo que el “proceso de cambio” no ha conseguido migrar del discurso a los hechos. Lo demuestran el estado general de la gestión pública, la administración de la política y la aprobación de normas afines a la Constitución Política, que muestran una gran improvisación o falta de experiencia entre quienes las diseñaron.

Es entonces importante efectuar una evaluación preliminar de este proceso que casi llega a los cinco años y cuya relevancia no está en discusión, pero sí la forma en que el régimen intenta realizarlo, incluso contra algunos principios democráticos fundamentales y cierta lógica de administración pública que determina un manejo más responsable y eficiente de los negocios públicos.

Por supuesto, el gobierno tiene otra imagen de la situación del país. Evo Morales afirmó en su discurso del 6 de Agosto que “vamos bien”. Los personeros del régimen señalan las cifras récord de exportaciones, reservas internacionales y algunos datos que dan cuenta de una disminución de la pobreza (aunque no de la desigualdad) en el país.

A) EL ÁMBITO LEGISLATIVO

Hasta Julio del presente año, la Asamblea Legislativa Plurinacional aprobó las cinco leyes orgánicas que, en teoría, constituyen los pilares del nuevo Estado Plurinacional. El denominador común, en todos los casos, fue la falta de debate, tanto en el interior de la Asamblea, como con la ciudadanía en general. Al controlar los dos tercios de ambas cámaras, el Movimiento al Socialismo no tiene ningún interés en discutir normas que, además, fueron confeccionadas en el Órgano Ejecutivo. Varias de estas leyes presentan contradicciones evidentes con la Constitución Política y además está en entredicho su aplicabilidad y pertinencia.

Por otra parte, la Asamblea ha aprobado leyes muy polémicas como la que sanciona comportamientos racistas y discriminadores, puesto que su aplicación amenaza con limitar, efectivamente, la libertad de expresión y prensa. Asimismo, existen en agenda otros proyectos de ley referidos al nuevo sistema de pensiones, a la educación, etc., que no tienen el consenso suficiente entre los sectores involucrados y que parten de supuestos exageradamente optimistas (tanto económicos como de resultados). Si esto es así, ¿qué sentido tiene mantener una Asamblea Legislativa en la que la oposición política no tiene ningún chance de obligar al debate y en la que se aprueban, sin mayores trámites, iniciativas generadas en el Órgano Ejecutivo?

B) ADMINISTRACIÓN DE LA POLÍTICA

La forma en que el gobierno maneja la política desde Enero del presente año no tiene características positivas. En primer término, las pugnas internas del MAS han emergido restituyendo un clima de conflictividad social permanente (ver los casos de Caranavi y Potosí). En segundo lugar, se ha determinado implementar una masiva estrategia judicial para eliminar a todas las cabezas visibles de la oposición regional que todavía quedan. En este empeño, se están violando de manera flagrante derechos humanos relacionados con el “debido proceso” y “la presunción de inocencia” que deberían gozar los ciudadanos en un sistema que se presume democrático. ¿Debemos esperar entonces que el “proceso de cambio” proscriba la disidencia, el pluralismo y toda forma de oposición para instaurar una democracia “sui géneris”?

C) ADMINISTRACIÓN DE LA ECONOMÍA

El tema económico se ha convertido en uno de los más álgidos para la gestión pública. La burbuja de prosperidad – que solo llega a unos cuantos sectores – no se manifiesta en el bolsillo del ciudadano común. Los precios de los alimentos básicos y en general el costo de vida se ha incrementado ostensiblemente y no parece que la tendencia se revierta. Por otra parte, la administración estatal de las áreas estratégicas (fundamentalmente hidrocarburos) deja mucho que desear ya que hemos pasado de ser una aparente potencia gasífera a un país que se ve obligado a importar cada vez mayores volúmenes de combustibles líquidos. ¿Es que el proceso de cambio no tiene futuro económico, a pesar del discurso oficial que “estamos mejor que nunca”?

Los asistentes al evento manifestaron que la población está empezando a cuestionar el el proceso y destacaron que la administración gubernamental ya no tiene el respaldo de años anteriores de los movimientos indígenas y sociales. El problema principal es que entre la relación del Gobierno, la ciudadanía y la oposición no existe un dialogo.

Uno de los analistas destacó que no hay visión para el desarrollo del país ni tampoco un pacto de unidad. Resaltaron que el proceso de cambio debe pertenecer a todos, y no solamente a un grupo en particular ya que el proceso en construcción del país depende del concurso de todos los sectores.

Los analistas coincidieron que es necesario de trabajar en el ámbito económico a partir de una propuesta a largo plazo que reduzca la pobreza y mejore el bienestar de los bolivianos.