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Notas de acontecimientos

Gasolinazo y Impacto Político

Grupo de Análisis Político y Reflexión Democrática (GADEP)

El 15 de febrero se llevó a cabo el primer Almuerzo Trabajo del año con el Grupo de Análisis Político y Reflexión Democrática (GADEP) en el Hotel LP Columbus en La Paz, el mismo que fue organizado por la Fundación Konrad Adenauer (KAS) y la Asociación Boliviana de Ciencia Política (ABCP). El objetivo de las reuniones es el análisis propositivo y critico desde un punto de vista constructivo a los temas de la actual coyuntura política de Bolivia por parte de investigadores y analistas politicos destacados del ámbito nacional. En esta oportunidad el tema fue: “Gasolinazo e Impacto político”.

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El 26 de Diciembre de 2010, el gobierno de Evo Morales decidió retirar la subvención de precios de los combustibles y aumentar los mismos hasta en un 80%. Según los portavoces oficiales era una “nivelación de precios”, pero para las organizaciones y movimientos de la sociedad civil fue denominado “gasolinazo”. Por la fuerte y conflictiva movilización que causó, especialmente en La Paz, El Alto y Cochabamba, debido a ello el gobierno tuvo que retirar la impopular medida el 31 de Diciembre. Sin embargo, el gasolinazo provocó un alza general de los precios de la canasta familiar que se ha mantenido, causando así un amplio descontento de la sociedad civil con las políticas del gobierno. Incluso,organizaciones que apoyan al gobierno cuestionaron por primera vez en cinco años sus políticas. Por supuesto, estas medidas tendrán un impacto político y afectaran el proceso de cambio.

Iván Velásquez, Coordinador de la KAS Bolivia, dio las palabras de bienvenida, evaluó el gasolinazo como el último acontecimiento importante del pasado año y mencionó los errores políticos e económicos que lo causaron.

A continuación Marcelo Varnoux, Presidente de la Asociación Boliviana de Ciencia Política (ABCP), presentó el tema y dio una explicación de los alcances del mismo. Él, como muchos actores políticos, económicos y sociales, cualificaban al gasolinazo como medida neoliberal, contradictoria a la orientación ideológica del gobierno. Para Varnoux se plantean dos preguntas en el ámbito económico y político:

A) POLÍTICA ECONÓMICA

El “gasolinazo” de diciembre de 2010 ha develado varias cosas: en primer lugar, que el gobierno del Movimiento al Socialismo no tiene una política económica capaz de implementar el nuevo modelo de economía que estipula la Constitución Política del Estado.

En segundo lugar, que la “nacionalización” de los hidrocarburos ha fracasado ya que la capacidad productiva de Bolivia no ha hecho sino disminuir desde 2006, al punto de que el costo de la importación de combustibles (gasolina, diesel y gas licuado) se ha incrementado desde algo más de 150 millones de dólares en 2006 a 600 millones en 2010. El propio presidente Morales ha declarado que en 2011 dicho costo ascenderá a más de mil millones de dólares.

Es decir, existe una contradicción entre lo que la propaganda oficial muestra y la dura realidad. Bolivia se ha beneficiado de una coyuntura de precios altos de las materias primas (hidrocarburos y minerales), pero no ha conseguido desarrollar una industria petrolera capaz de asegurar el autoabastecimiento de combustibles y consolidar el papel de potencia gasífera que ostentaba hasta hace algunos años.

¿Cómo fue posible que ocurriera este verdadero desastre económico? Y ¿cuál el futuro de la economía nacional a raíz de la forma en que se están administrando las cosas en el gobierno?

B) IMPACTO POLÍTICO

Pero también el “gasolinazo” ha mostrado una especie de divorcio entre la cúpula masista y las bases sociales que sostienen al gobierno de Evo Morales. No se puede explicar de otra forma la dura reacción de la gente frente a una medida que le afectaba sus bolsillos y que fue anunciada con exagerada arrogancia por parte del Vicepresidente García Linera.

Lo cierto es que varias organizaciones sociales, sindicales e indígena/campesinas afines al MAS, sufren una crisis interna ya que sus dirigentes, alineados al oficialismo, no pueden colocarse contra el gobierno, pero tampoco pueden pasar por alto el descontento de sus bases.

En este sentido, el impacto político más severo lo sufre el propio gobierno y el conjunto de dirigentes que se hallan en una situación precaria por lo ya anotado más arriba. Por lo tanto, ¿hasta qué punto el oficialismo y el propio Evo Morales pueden todavía pensar en una reelección en 2014?, ¿es posible sostener que el país ha retornado a un estado de conflictividad y malestar social creciente que podría, en el mediano plazo, desembocar en una crisis parecida a la que determinó la quiebra del sistema de partidos políticos “tradicionales”?

“Cambiar todo para no cambiar nada”

La mayoría de los invitados estaba de acuerdo que el gasolinazo tiene su raíz en la falta de una política económica y un modelo económico coherente que al igual del fracaso de la nacionalización de hidrocarburos pone en evidencia los problemas que existen en el área económico. Algunos analistas comentaron que no se presentó ningún modelo alternativo al neoliberalismo y existen muchas contradicciones y errores lo que afecta la credibilidad del gobierno.

El énfasis del matiz económico en la explotación de recursos naturales y sobre todo el gas natural se muestra como un intento de sanear el estado. La “obsesión por el gas” y la nacionalización fueron considerados por los presentes como juego con los mitos bolivianos, donde según la leyenda del “Cerro Rico” los recursos naturales y la estatización deberían llevar la nación al bienestar común. Pero esta argumentación fue percibida como neoextractivismo que en si se parece mucho al neoliberalismo. Sin embargo algunos analistas comentaron que el gobierno no quiere admitir sus errores, buscando a quién puede culpar de la crisis. Dado constantemente se han emitido informaciones contradictorias y poco transparente y referidas a que “Bolivia va bien”. La medida del 26 de Diciembre sorprendió a la población y afectó la economía. La fuerte reacción de la sociedad civil sorprendió por su parte al gobierno que pensaba que la población podía aguantar esta medida.

Los invitados coincidieron también en la opinión de que el déficit fiscal esta en aumento debido a la política económica ineficiente y la importación derivados de petróleo el cual sera un problema de medio y largo plazo. Con referencia al nuevo pacto fiscal, será crucial la coordinación subnacional y proporcional de información con más transparencia. Si el gobierno sigue con la actual política económica, poniendo la agenda política-ideológica en el primer lugar, la economía va a ser afectada negativamente.

“A todos se puede culpar menos al líder”

Según los presentes, el gasolinazo marca un momento crucial en como ve la población al gobierno. Ahora se nota la gran diferencia entre el discurso y la realidad política. En verdad, con algunas excepciones, los problemas estructurales de Bolivia no diminuyeron en los cinco años del Gobierno de Evo Morales.

Los participantes criticaron también la gran disposición existente en la cultura de seguir a un líder, una circunstancia que están aprovechando los populistas. Así antes del gasolinazo Evo Morales era intocable, pero con esta medida ha perdido parte de su credibilidad y autoridad. Parece que empezó la desmitificación de Evo Morales como líder del cambio, comentaron algunas analistas.

“El gobierno sin brújula”

Hasta 2009 el gobierno tenía una idea clara de sus fines ideológicos, y sus políticas parecían estar claras. Pero la debilidad económica mostró, que le cuestión no solo es “¿adónde quieres ir, sino puedes?” Ante el fracaso de la nacionalización y la perdida de confianza de la población, el gobierno parece no tener una orientación económica. En consideración de la fuerte movilización del pueblo, el futuro político va ser difícil para el gobierno si no cambia la dirección y presenta resultados pronto.

“Devolver el poder a la calle, a la gente”

Un gran problema que mencionaron de una forma u otra casi todos los invitados es la falta de alternativas políticas. El gasolinazo mostró ello claramente ofreciendo una oportunidad a las fuerzas de la oposición que no supieron capitalizar. La problemática es que no existe ningún modelo alternativo al Estado Plurinaciónal, ni verdaderos partidos de oposición o un sistema de partidos. A pesar de la penuria de un sistema de partidos, las masas quieren un cambio notable y van salir a las calles también sin proyecto alternativo. Sin embargo, el presente vacío puede ser una oportunidad. Pero para construir una democracia sostenible será necesario una profunda reforma de la misma.

El cambio es necesario y va a continuar, pero probablemente sin Evo Morales pero con una parte del MAS, como estimaba uno de los últimos participantes.

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