Pensar este tiempo: Pluralismo jurídico - Oficina de la Fundación en Bolivia
El pluralismo jurídico es la coexistencia dentro de un Estado de diversos conjuntos de normas jurídicas positivas en un plano de tres elementos fundamentales: igualdad, respeto y coordinación.
La publicación “Pensar este tiempo: Pluralismo jurídico”, elaborado por un grupo de estudiantes de la Universidad Católica Boliviana (UCB) “San Pablo”, los mismo que desarrollaron una investigación sobre la historia del pluralismo jurídico, su estado actual y posibles insumos de la Ley de Deslinde Jurisdiccional, es la continuación de una serie de eventos y actividades programadas por la Fundación Konrad Adenauer (KAS) desde el año pasado. Se empezó con el seminario sobre “El Estado del Arte de la Jurisdicción Ordinario y Jurisdicción Indígena. Avances en el Marco en el Pluralismo Jurídico a Nivel Nacional e Internacional” que se realizó el año pasado en Tiwanaku y La Paz. El evento fue organizado por la KAS, la Facultad de Derecho y Ciencias Políticas de la UCB y el Programa Regional de Estado de Derecho de la KAS, con sede en México.
En sus palabras de bienvenida, la Representante de la KAS en Bolivia, Susanne Käss, manifestó que uno de los objetivos de la Fundación es el fortalecimiento de la democracia y en un sistema democrático toda la ciudadanía tiene que estar integrada. Por eso la participación política indígena es un tema clave para la KAS, motivo por el cual se ha creado el Programa Regional de “Participación Política Indígena”, con sede en La Paz - Bolivia. El programa busca identificar a líderes indígenas democráticos y por otro lado trata temas de gran impacto para los pueblos indígenas de América Latina. Uno de estos temas es el pluralismo jurídico, tema al cual la Fundación se ha estado dedicando hace varios años mediante el Grupo por el Pluralismo Jurídico en Latinoamérica (PRUJULA), un grupo de estudios que está coordinado por el Representante del Programa Regional de Estado de Derecho en México, Christian Steiner.
A continuación Eduardo Rodríguez Veltzé explicó que el libro es una realización de muchas cosas que están pasando en el país. Desde el año pasado Bolivia está viviendo un proceso muy interesante sobre el diseño y una coordinación optima de las relaciones de la justicia ordinaria con las múltiples formas de justicia indígena. Esto se debe a la nueva Constitución Política del Estado, que abre una nueva realidad y un nuevo marco jurídico, lo que significa un desafío grande para su funcionamiento. Es por eso que las investigaciones sobre el concepto del pluralismo jurídico son sumamente importantes para abrir nuevos horizontes y permitir que los bolivianos cooperen e interactúen.
La presentación del libro estuvo a cargo de las estudiantes Valeria Ortiz y Paula Vera que presentaron de manera resumida el libro, explicando que el mismo presenta diferentes facetas del pluralismo jurídico como el contexto histórico, el tratamiento en la asamblea constituyente y propuestas que había sobre este tema. El libro resalta la importancia de aceptar la pluralidad ya que únicamente así se crean nuevos conceptos de reorganización política, jurídica y social. El pluralismo sólo es posible si todos los partidarios de una justicia u otra están dispuestos de aprender el uno del otro.
El libro también explica la Ley 073, que se encarga de regular los ámbitos de competencias de la justicia originario indígena campesina y las otras jurisdicciones y hace un análisis crítico sobre la Ley de Deslinde, cual fue aprobada el 29 de diciembre del 2010. Las propuestas para la Ley de Deslinde no trataron la complejidad del nuevo Derecho. Sin embargo, la experiencia práctica de la justicia comunitaria puede brindar interesantes posibilidades para pensar en el devenir del derecho y del pluralismo.
El objetivo de esta investigación fue lograr describir un pluralismo jurídico que se refleje un mecanismos de interlegalidad e interculturalidad.
El libro evidenció que las bases para el funcionamiento del pluralismo jurídico en Bolivia son el diálogo y la tolerancia. Ningún sistema jurídico es perfecto. La justicia ordinaria está afectada por la corrupción, la ineficiencia y la demora de sus procesos. En el marco de la justicia indígena a veces existen decisiones parciales por la cercanía de las autoridades a los acusados y afectados. Además, se implementan castigos que atentan contra los derechos humanos y particularmente contra los derechos de las mujeres consagrados en la Constitución Política del Estado. Por otro lado, ambos sistemas ofrecen virtudes. La justicia ordinaria, cuando funciona bien, garantiza una cierta imparcialidad de sus decisiones y trabaja con profesionales altamente calificados para impartir justicia. La justicia indígena originario campesina tiene gran capacidad de preservar la paz en las comunidades y resuelve conflictos de manera rápida y sencilla. Por consiguiente, los diferentes sistemas tienen que abrirse para aprender de los otros sistemas y para complementarse y tienen que estar dispuestos a cambiar para enfrentar los desafíos del futuro en una Bolivia tolerante, plural e incluyente.
