El concepto de "Estado social” irrumpe con fuerza en la discusión pública (política y académica) a propósito de los dos fallidos proyectos constitucionales. En ambos, con diversos matices, se declara que Chile es un "Estado social". ¿Qué significaba o implicaba consagrar esta cláusula en la nueva constitución? La respuesta dependió de la vereda política o doctrinal desde la que se analizara el asunto. Para unos, era sinónimo de subsidiariedad; para otros, de solidaridad.
A juicio del autor, el Estado social respira con ambos pulmones: la subsidi ariedad y la solidaridad. No solo se complementan, sino que son una conditio sine qua non del Estado social. Más allá de las diferentes visiones sobre el tema, Eugenio Yáñez sostiene que todavía queda mucho por discutir o dialogar. ¿Cómo implementar un Estado social si desconocemos o tergiversamos su naturaleza? Nadie da lo que no tiene y nadie ama lo que no conoce.
El autor indaga rigurosamente en los orígenes históricos y analíticos del Estado social, que es en gran medida, según él, un “invento alemán”. Pero, además, Yáñez aborda sus límites y desafíos. A su juicio, una adecuada forma de entenderlo puede aportar varias lecciones para nuestro país.