El crimen organizado ya no opera en las sombras: redefine la política regional, corroe instituciones y pacta con gobiernos autoritarios. América Latina enfrenta una cuarta ola criminal que amenaza la democracia. Para responder se requieren nuevas estrategias capaces de entender la magnitud y complejidad del fenómeno.
Ningún país debería considerarse inmune; varios gobiernos ya se encuentran en etapas avanzadas de colapso ante esta expansión corrosiva.
Entre los Estados autoritarios que hoy consolidan su poder mediante alianzas funcionales con el crimen organizado destacan Venezuela, Nicaragua y El Salvador.
Este estudio busca precisamente poner signos de interrogación sobre los análisis e interpretaciones tradicionales que por mucho tiempo hemos considerado prioritarias para entender las múltiples relaciones entre el Estado y el crimen organizado transnacional, y que durante años se han considerado verdades incuestionables, pero que hoy parecen estar desfasadas frente a una realidad mucho más compleja.
Publicación: Agosto, 2025