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Notas de acontecimientos

Economía Social de Mercado

Jóvenes políticos latinoamericanos se reunieron en la ciudad de Buenos Aires para reflexionar sobre la Economía Social de Mercado.

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„Good Governance“

El segundo día del taller comenzó con un desayuno sobre buena gobernalidad (en inglés good governance). La exponente era Paula Bertol, diputada nacional del PRO m.c. que en la actualidad encabeza la escuela de dirigentes políticos de su partido. Según el artículo 38 de la Constitución Nacional, declaró, un 20 por ciento de los fondos debe ser dirigido a la formación, capacitación e investigación de los miembros del partido. Explicó que esta formación tenía lugar en su escuela que a la vez era abierta al público. Los cursos eran dictados por expertos invitados, duraban seis meses y la gama de materias era amplia. Aparte, criticó el machismo y sexismo al cual estaba expuesta como diputada nacional. Por eso alentó a las participantes femeninas de reclamar una verdadera igualdad en su vida cotidiana. Era importante incluir a las mujeres en la toma decisiones. También era necesario crear organismos de control para que se cumplieran las cuotas para prevenir discriminación. Advirtió que como política era importante ser conocida, marcar territorio y saber exponerse, defender sus ideas e ideales y seguir estudiando, viajando y formándose para ampliar su horizonte. En base de esto se podía opinar, conociendo el fondo. Una participante del Partido Conservador de Colombia comentó que un gran problema en su partido era la invisibilidad de las mujeres junto al envejecimiento del partido. Exigió incluir más a los jóvenes y a las mujeres y luchar contra los prejuicios.

Bertol relató que el PRO tenía una historia muy fuerte de jóvenes políticos hasta en los cargos muy rentados. Destacó que no se debía perder la cercanía y que había que ocuparse de la gente y no de los diputados. En sus principios, el PRO invitó a retiros y asambleas para no olvidarse del factor humano. Subrayó que los partidos políticos de la actualidad debieran recurrir la inteligencia emocional para atraer a la gente. Expresó su admiración hacia su jefe Sturzenegger que sabía el arte de negociación y que no se desesperaba al fracasar.

Concerniente a la comunicación, Bertol señaló que era imprescindible separar el tema de la persona. Había que acortar frases para no descalificar. También recordó que había que enfrentarse sin violencia. Respecto a las elecciones presidenciales opinó que un 60 por ciento de la población argentina estaba desinteresado en la política, es decir, que no estaba ni en contra ni en favor al oficialismo. Es por eso que proyectó un ballotage como posible resultado de las elecciones. Creó posible que el PRO ganara en la segunda vuelta. No obstante, reiteró que había que revisarse constantemente y autolimitarse para no perder a la vista los motivos por los que se estanca. A su juicio, había que interesarse para nuevas estrategias. La motivación verdadera debía ser interna. Luego, Bertol comparó a Macri con Juan B. Justo que había sido el único presidente ingeniero hasta el día de hoy. A la vez reiteró que uno no debía dejarse engañar cuando alguien hable lindo o iluminoso. Recordó que un 7 por ciento de la impresión se debe al contenido, un 38 por ciento al tono y a la decadencia de la voz y un 55 por ciento al lenguaje corporal. Cerró el discurso resaltando que un líder debía saber escuchar. Es por eso que debía estudiar comunicación, prepararse, filmarse, hacer cursos, conocer el mensaje y combatir la corrupción.

Ciudades Inteligentes: Presente y futuro de la gobernanza

En lo sucesivo, el ministro de modernización Andrés Ibarra, contó de sus experiencias en su mandato en los ocho años pasados. Comenzó relatando la historia de su partido PRO: En 2002 Mauro Macri, después de haber gestionado la holding de su padre y haber sido electo presidente de Boca Juniors, se lanzó en la política. Perdió las elecciones para la intendencia de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires en la segunda vuelta en aquel momento. En 2007 le fue mejor: Fue electo jefe de gobierno de la capital porteña.

Ibarra destacó que nada era casual. Si bien la ideología era la que mandaba y compraba el consenso, para él, el quehacer es lo más importante: Se debía responder a las necesidades de la ciudadanía sin prejuicios políticos y de una manera visible. A pesar de los orígenes múltiples y de las orientaciones diversas, en el PRO existía un ideario no escrito que marcaba desde el miembro partidario hasta la dirigencia. Subrayó que bajo esta impronta se entiende la “suma de valores del equipo político”. Los valores del PRO eran la creatividad e innovación, la solidaridad, el trabajo en equipo y la interacción con jóvenes. De estos principios derivaban las acciones.

Con respecto a su cargo, Ibarra resumió su tarea diciendo “yo hago modernización”. Se refirió a que trabajaba “hacia la generación de un estado moderno e inteligente” para “darle integridad” y así propiciar proyectos como una smart city. Su objetivo como ministro de modernización entonces era aprovechar la tecnología para convertir Buenos Aires en una ciudad moderna. Argumentó que un gran problema era la destrucción del sector público respecto al sistema educativa, de salud y respecto a los recursos humanos. De igual manera, destacó los logros de los ocho años pasados como el monitorio electrónico de transacciones, la creación del Instituto de la Capacitación por la Carrera, la mejor movilidad por medio del desempeño y mérito en lugar de vínculos personales, la orientación de los empleados públicos hacia el servicio y hacia el contribuyente como también la integración de jóvenes talentos en la administración pública. Resaltó el desarrollo en cuanto al cuidado del medio ambiente (reciclaje), a la infraestructura (wifi gratis, bicicleta de la municipalidad, electrificación de trenes, iluminación de las avenidas), a la educación (introducción de las clases de inglés desde la primaria, computadores portables para alumnos secundarios) y a la salud (personal capacitado). A su juicio, Buenos Aires se estaba convirtiendo en una ciudad inteligente. Para eso, aportó la creación de la aplicación “como llego” como ejemplo. También señaló los avances respecto a la transparencia del gobierno: en página web “Buenos Aires data” se pudiera ver los sueldos de los funcionarios públicos, analizar los recorridos de ellos, ver cuales obras estaban en construcción, etc. Otra indicio para el gobierno abierta era la realización de hackatones para el desarrollo de aplicaciones como por ejemplo del lector para códigos QR o la biblioteca virtual.

La visión de Ibarra o más bien la clave del éxito era optimizar los cargos transitorios, la valorización no sólo del capital humano sino también del trabajo en equipo, la transferibilidad de los valores básicos a proyectos concretos y el aprovechamiento de la tecnología. Finalizó manifestando que era un desarrollo en el día a día dar soluciones a los ciudadanos.

Recorrido por el Centro de Primera Infancia “Estrellita”

Seguidamente a los discursos por la mañana, el grupo de jóvenes latinoamericanos y europeos fue invitado a recorrer el Centro de Primera Infancia “Estrellita” en Villa Soldati, Ciudad de Buenos Aires. Allí los esperaban no sólo los niños sino también una de las fundadoras, María <>, junto a la coordinadora del programa de los Centros de Primera Infancia en la Ciudad de Buenos Aires, Analia Sager.

María relató que en sus principios, en el mismo lugar donde hoy se encuentra Estrellita, se quemaba basura. Había habido niños buscando comida en los deshechos para llevarla a comerla en sus casas. Cuando comenzaron los saqueos como consecuencia de la crisis del 2001, ella junta a otras mujeres decidió fundar un comedor comunitario. Luego, en el 2009, “apareció el Estado” con programas de apoyo para Villa Soldati y otros lugares. Los infantes que venían al Centro de Primera Infancia mayotariamente sufrían violencia familiar, abuso sexual y las consecuencias de adicciones por parte de sus familiares. Con la educación que disfrutaban en los centros, María tenía la esperanza de que aprendieran a cuidar su ambiente y a sí mismos. Es por eso que colaboraba con la fundación CONIN para luchar contra la desnutrición y la negligencia de los niños. Además empleaba a psicomotricistas, pedagogas, maestras y trabajadoras sociales. Ante la pregunta por qué seguía con el centro si ya había pasado a la mano estatal, respondió: “Cuando uno hace algo para otros, tiene ganas de hacer más”. Sager añadió que en la actualidad había unos 60 centros de primera infancia de la municipalidad. La meta fuera llegar a 100. Lograron que las familias se identificaran con los lugares, que formaran parte protagónica de ellos y que ya asistieran las segundas generaciones a ellos. Gracias al abordaje personalizado y a los estimuladores, alcanzaron “mostrar un futuro diferente”. María y Sager estaban orgullosas de haber lanzado este proyecto de caridad que modificaba la calidad de vida de muchas familias. Es así como se imaginan una política pública digna. Con los centros de primera infancia “la esperanza es salir adelante en el país”.

Recorrida al nuevo Edificio de Gobierno GCBA

Después de haber tomado el almuerzo el grupo prosiguió y se realizó una visita del nuevo edificio de Jefatura de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires en Parque Patricios. El edificio fue diseñado por el arquitecto británico Norman Foster y entró en función este año. Aunque originalmente había sido planificado y diseñado como sede del Banco Ciudad hoy sirve como sede del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires y como lugar de trabajo para cerca de 800 personas. Además el edificio cuenta con una ventilación sustentable e inteligente, con una sala de gabinete trasparente para el público y con un sistema de oficinas abiertas. La idea fue tanto diseñar uno de los primeros proyectos progresistas en cuestiones de sedes de gobierno en la Argentina, como contribuir a la integración del barrio Parque Patricios a la zona urbana de la ciudad.

Fundación Pensar

A continuación el grupo el grupo visitó los barrios turísticos bonaerenses de La Boca y San Telmo. En el último se realizó una visita de la sede de la Fundación Pensar, un think tank del partido PRO. En ella Ezequiel Colombo, coordinador del equipo de comunicación PRO, dio una presentación sobre el diseño de la campaña electoral actual del PRO frente a las elecciones presidenciales del 25 de octubre. Colombo describió que esa campaña del PRO había sido planificada a largo plazo y muy meticulosamente. Fundamental para la planificación era la división de la campaña en tres partes: En la primera se presentaba el candidato a la gente, en este caso Mauricio Macri, sin entrar demasiado en los detalles del programa y tratando de vender un mensaje central de la campaña. La segunda fase se basaba más en los contenidos del programa y la distinción del candidato frente a sus competidores políticos. Apenas en la tercera fase se trataba de convencer directamente a los electores de votar por el candidato, utilizando, entre otros, elementos clásicos de campaña electoral. En diferencia a otros partidos más antiguos, la Fundación Pensar diseñó la campaña del PRO a partir de la comunicación directa por teléfono, por medio de correos electrónicos, volantes, folletos, etc. Además se recurrió el canal digital, es decir, redes sociales, la página web, aplicaciones para celulares y luego el canal publicitario. En la cuarta instancia se difundió mensajes a través de la prensa gracias a los contactos con periodistas. Remarcó que el énfasis estaba en la comunicación digital. Por ende, eran los equipos audiovisuales, de eventos y administrativos que sostenían la campaña electoral.

Respecto a la historia del partido, Colombo subrayó que el PRO gozaba de un crecimiento continuo gracias a los voluntarios. Orgullosamente mencionó que hace cuatro meses el partido estaba consolidado en 24 provincias del país. Señaló que había equipos de comunicación en cada una de ellas. Recordó que cada provincia era diferente en cuanto al desarrollo infraestructural y por eso perseguían una estrategia particularmente focalizada que llegaba a unos 65 por cientos del país. Concerniente a la organización interna del partido en el interior, resaltó que existían los voluntarios y los responsables del territorio y de los diestritos. Admitió que había tensiones entre voluntarios y miembros del partido cuando un voluntario nuevo llegaba a un puesto alto sin que tenga antigüedad en el partido. De todas formas, el objetivo del PRO era crecer gradualmente y no sólo coyunturalmente. Destacó que los miembros del partido eran gente sin ideología marcada que saben priorizar temas, mirar hacia adelante y que no tenían prejuicios. Gracias a las investigaciones de los equipos respectivos, para la campaña electoral presidencial se podía poner en relieve tres ejes que eran la pobreza cero, el narcotráfico y la unión de los argentinos. En fin, proyectó que el PRO podría ganar en la segunda vuelta si había ballotage. Hasta las elecciones restaría capitalizar rápidamente y seguir generando cercanía a través de un discurso genuino.

El taller concluyó con una cena con jóvenes políticos del PRO e invitados especiales. Los participantes regresaron inspirados a sus países. Quedaron en cooperar internacionalmente y además en publicar una declaración conjunta sobre temas de interés común. Agradecemos a todos los que contribuyeron a organizar este taller para fortalecer y ampliar el horizonte de los representantes de la juventud política de sus países y partidos.

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