Informes sobre los eventos
"La corrupción es un enemigo que opera desde hace tiempo a nivel internacional. Los Estados, sin embargo, recién han comenzado a desarrollar una estrategia conjunta" (Alberto Precht)
El pasado viernes 16 de marzo, se celebraron en la ciudad de Lima el XVII Encuentro Bilateral en el marco del proyecto “Generación de Diálogo de Perú y Chile” y el Seminario Regional “La lucha contra la corrupción en América Latina: experiencias y desafíos”. Los dos eventos, organizados con el apoyo del Instituto de Estudios Internacionales de la Pontificia Universidad Católica del Perú y el Instituto de Estudios Internacionales de la Universidad de Chile, son parte de un esfuerzo que busca consolidar una agenda común entre ambas naciones en torno a temas prioritarios, tales como el libre comercio, la seguridad regional, y el intercambio de información y capacidades en la lucha contra la corrupción. En esta edición, se contó con la presencia de expertos provenientes de Perú (Javier Yépez), Chile (José Morande, Alberto Precht), Argentina (Pablo Secchi), Brasil (Vladimir Aras) y Venezuela (Luis Nunes), así como diplomáticos y académicos.
Así, el representante de la Cancillería peruana destacó las buenas relaciones entre Perú y Chile y los avances tanto en el fortalecimiento de la gobernabilidad democrática frente a la corrupción. Este esfuerzo bilateral tendrá un efecto en la política de toda la región durante la Cumbre de las Américas.
El análisis de los casos particulares de lucha contra la corrupción arrojó resultados mixtos. Mientras que en Brasil las investigaciones anticorrupción han generado una reconfiguración de las fuerzas políticas, los resultados en Argentina han tenido un impacto mucho menor. Particular atención merece el caso de Venezuela, donde encontramos una corrupción endémica, tolerada y fomentada por un gobierno que ha eliminado los canales más importantes de participación de la sociedad civil.
Finalmente, se enfatizó la necesidad de comprender a la corrupción como una amenaza permanente. El grado de vulnerabilidad de una sociedad ante este fenómeno ante esta dependerá, por un, lado del incentivos económicos para realizar estos actos y de la probabilidad de recibir una sanción y la severidad de esta, por el otro. En este contexto, los Estados recién están comenzando a entender la necesidad de elaborar políticas conjuntas, mientas que los grupos delictivos operan a nivel internacional y aprovechan los vacíos legales y la falta de coordinación.