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Notas de acontecimientos

Impacto Político de los Evangélicos en América Latina

Workshop Internacional

Con ocasión de la presentación del libro “Entre Dios y El César – El Impacto Político de los Evangélicos en el Perú y América Latina” del teólogo, sociólogo y Ex Ministro del Interior peruano José Luis Pérez Guadalupe, se realizó el día 27 de noviembre un workshop internacional con expertos y representantes religiosos de América Latina y Alemania en la Iglesia Luterana Alemana del Perú.

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Las principales preguntas formuladas en el taller giraron alrededor del período en el que comenzó la incursión política por parte de las iglesias evangélicas en los distintos países y cuál ha sido su evolución hasta el presente. Además, los especialistas analizaron la existencia o no de un voto confesional e hicieron una proyección sobre el futuro de los movimientos evangélicos en la política.

El evento empezó con una vigilia en el templo luterano que congregó a los asistentes al taller. Luego de un momento de reflexión y unidad acompañado por un marco musical, se dio inicio al taller bajo la conducción del Sr. Lukas Lingenthal, Coordinador para los Países Andinos de la Fundación Konrad Adenauer en Berlín. Uwe Heimowski, Representante de la Alianza Evangélica Alemana, inició el taller relatando sus experiencias en Alemania, donde el principal denominador es la pérdida de feligreses por parte de las principales iglesias, la católica y la luterana. Estos “ex – creyentes” no abandonan las iglesias tradicionales para migrar a las evangélicas, como es el caso de muchos países latinoamericanos, sino que deciden no seguir ninguna iglesia o vivir el ateísmo.

La primera exposición temática estuvo a cargo de José Luis Pérez Guadalupe, autor del libro “Entre Dios y El César – El Impacto Político de los Evangélicos en el Perú y América Latina” que comentó los principales hallazgos de su investigación, lo que sirvió como marco referencial introductorio al taller. Las principales conclusiones fueron que no existe algo así como un voto confesional evangélico en América Latina, sino que las iglesias evangélicas son más bien bastante heterogéneas en cuanto a la ideología política. Otro hallazgo importante es el gran crecimiento que han experimentado estas iglesias en los últimos 20 años, sobre todo restándole feligreses a la iglesia católica. Más que partidos políticos, los evangélicos forman movimientos en torno a temas de su interés y que en muchos casos tuvieron que ver con posturas conservadoras en torno a temas como el aborto, el matrimonio entre personas del mismo sexo o la educación con enfoque de género en las escuelas.

Luego tomaron la palabra expertos académicos, así como pastores y representantes evangélicos latinoamericanos provenientes de Argentina, Brasil, Chile, Costa Rica, Colombia, Guatemala, Perú y Uruguay. En el caso de Colombia se resaltó la influencia de grandes iglesias evangélicas pertenecientes a familias adineradas con mucha influencia política, como es el caso de la familia Rodríguez de Castellanos que fundó el Partido Nacional Cristiano. Claudia Rodríguez de Castellanos no solo fue candidata presidencial, sino militó en varios partidos, últimamente en Centro Democrático, ocupando cargos políticos dentro de los partidos. En Guatemala, el ex dictador Efraín Ríos Montt, acusado por violaciones a los derechos humanos, fue un presidente de confesión evangélica en la década de los ochenta. Aunque los partidos evangélicos no han tenido mucho éxito en las urnas, los integrantes de sus iglesias sí han sabido incursionar en la política y el poder mediante otras agrupaciones políticas afines a sus credos.

La influencia evangélica en la política de Chile, Argentina, Perú y Uruguay pareciera confirmar la tendencia a una incursión más ligada a movimientos enfocados en aspectos morales y. No hay ejemplos de partidos evangélicos exitosos, ni votos confesionales, pero al igual que en el caso colombiano, la incursión de líderes evangélicos en la política a través de partidos políticos laicos.

El caso de Brasil merece una mención aparte, ya que en ningún otro país hay un porcentaje tan alto de evangélicos llegando casi al 30%. En algunas zonas, sobre todo las más pobres, las iglesias pentecostales son ya la principal institución religiosa, desplazando completamente a la iglesia católica que en Brasil no llega ni a 60% de pertenencia. Por lo tanto, los partidos políticos brasileros reúnen a todas las confesiones y tienen un porcentaje elevado de evangélicos en sus filas, así como en cargos políticos, como es el caso del actual alcalde de Rio de Janeiro. Con los últimos casos de corrupción en Brasil, las denuncias han salpicado a muchos políticos evangélicos que han terminado muy cuestionados en sus comunidades.

La rueda de discusión en torno a temas que tienen los países en común se tornó muy rica en análisis. Quedó claro que el término “evangélico”, poco a poco ha sido reemplazado por “cristiano” en muchos países. Por otro lado, se ha visto una actividad ecuménica interesante entre iglesias evangélicas, la iglesia protestante y la iglesia católica en los últimos años, enfocándose más en lo que las une que en lo que las distancia. Se concluyó que la participación política evangélica puede ser muy enriquecedora para resolver los problemas que aquejan a la región, como los son el narcotráfico, la violencia y la corrupción. Al final, el amor al prójimo y la búsqueda de la paz social son valores que todos los cristianos tienen en común. De todos modos, la militancia en partidos grandes parece ser más exitoso que la fundación de pequeños conglomerados evangélicos.

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