Seguridad y Responsabilidad - Oficina de la Fundación en Argentina
Notas de acontecimientos
Guillermo Montenegro fue juez federal antes de que renuncie a su cargo en 2007 y se dedique a la política. Estando en una posición distinguida como esa, fue una decisión que no todos la tomarían. Decisivo fue sobre todo para él, el reconocer que uno puede alcanzar muchas cosas por sí mismo. Pelear, aportar y asumir responsabilidad; eso es lo que hace una diferencia en la sociedad y origina cambios.
La responsabilidad fue un tema muy importante el miércoles pasado en la conferencia sobre “dilemas de seguridad”, organizada por ACDE y la Fundación Konrad Adenauer, donde Montenegro habló desde su perspectiva, sobre las posibles soluciones a los problemas de la seguridad pública en Argentina. “La seguridad es una obligación que tiene la democracia”, acentuó Montenegro al comenzar su discurso. Dijo también, que para mejorar la situación tiene que ser asumida la responsabilidad. A esto agregó que frecuentemente los políticos piensan sobre muchas otras cosas, en vez de pensar lo que ellos mismos pueden hacer para originar cambios. Para ellos los culpables son los jueces, las leyes o los medios de comunicación. El ministro ve la situación diferente a como la ve el gobierno de Cristina Kirchner, por esto aclaró: “El causante de los problemas de seguridad es el fracaso político.” Sus argumentos fueron, que hoy en día se trata a la política como un fin. Comentó que cada uno ocupa tranquilamente un cargo, pero no hace nada sustancial para mejorar la condición de vida de las personas. En estos casos según Montenegro, la política debería ser un medio para el fin: “Mi trabajo es ayudar a las personas, y no ser político”, dijo Montenegro. "Sólo así se puede volver a fortalecer la confianza en los políticos." ¿Qué se puede hacer entonces contra la creciente inseguridad en el país?
Según la opinión del ministro, para comenzar tiene que haber un intercambio de experiencias intensivo con otros países. "Se tendría que invitar a expertos en seguridad de otras partes del mundo, que ya hayan tenido éxito trabajando con problemas parecidos." El objetivo sería entonces, desarrollar estrategias a largo plazo. “No ayuda nada tomar medidas sueltas a corto plazo, si éstas no están conectadas con una gran planificación estratégica.” Comenta Montenegro.
La causa principal de la violencia cada vez mayor ve el ministro en el creciente narcotráfico. “En realidad somos parte de la gran cadena del negocio de las drogas, desde la producción al comercio, hasta el consumo de las mismas.” Montenegro piensa que uno tendría que intervenir coordinadamente en todo el país con fuerzas unidas, antes de que la situación se agrave. También la pobreza de las personas debería ser reconocida como un problema nacional, porque esto también repercute en el tema de la seguridad. Por este lado puntualizó el ministro que no es la pobreza misma la que causa la criminalidad. "La desigualdad es la que provoca la violencia."
Finalmente es para Montenegro fundamental, actuar también a nivel municipal. Las informaciones y estadísticas que ya existen en las provincias tendrían que ser reconocidas también como herramientas políticas y ser usadas de una buena manera para una planificación de la seguridad a largo plazo. Por ejemplo uno podría, a partir de los índices de nacimiento, decir con anticipación, donde y cuantos puestos o instalaciones de educación se necesitarían para la asistencia de niños y jóvenes. "El análisis de la composición de una región da información sobre desafíos locales y enfoca posibles soluciones. Los políticos tienen obligación a acceder a esta información. Sólo así se pudiera prestar un exitoso trabajo preventivo", comenta el experto.
Al final de su discurso el ministro respondió preguntas del público. Éstas tenían que ver por ejemplo con el rol de la sociedad en la lucha contra los problemas de la seguridad. El ministro defendió en este punto una línea, que el sigue desde la creación de la Policía Metropolitana: Montenegro logró crear la unidad de prevención ciudadana en 2008 con “una policía integrada en la sociedad”. Modelo para esto fue la policía metropolitana en Londres. Así dijo también el miércoles, que policía y sociedad se tienen que reencontrar. "La confianza de las personas en su policía debe ser establecida otra vez. Por otro lado tiene que estar lista la sociedad para pagar bien a la policía, respetar a los funcionarios y valorar su trabajo. Estabilidad a largo plazo y seguridad pueden ser alcanzados solamente bajo la colaboración de toda la sociedad", comentó al terminar.
