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Notas de acontecimientos

La transición energética en la región es inevitable

de Nora Marie Zaremba

CONFERENCIA

En la segunda conferencia «Good Governance for Energy Transition» (Buena gobernanza para la transición energética) expertos de América Latina debatieron junto con sus colegas alemanes sobre la situación de la transición energética.

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Cuando se trata de la implementación consecuente de la transición energética, solo Uruguay y Costa Rica están, como siempre, a la vanguardia de Latinoamérica y el Caribe. Hace poco, la participación de energía verde en estos países representaba más del 50% del mix energético nacional. Bajo este contexto, Uruguay ofrecía el escenario perfecto para la continuación de la conferencia «Good Governance for Energy Transition». Así, el Programa Regional Seguridad Energética y Cambio Climático de la Fundación Konrad Adenauer (EKLA KAS) invitó a más de treinta expertos en energía de la región y de Alemania a la ciudad de Maldonado, cerca de la capital Montevideo. EKLA KAS había llevado a cabo una primera conferencia de este tipo en la sede del programa en Lima, capital de Perú. «Discutiremos cómo continuar luego del Acuerdo de París y qué condiciones pueden llevar a una transición energética exitosa» expuso Christian Hübner, Director de EKLA KAS, en su discurso de bienvenida. Junto con EKLA KAS, coorganizaron este evento el Instituto SARAS y LatinClima «Hace diez años, la energía eólica en Uruguay tenía muy poca importancia» expresó Martín Scarone, representante del Ministerio de Energía uruguayo, en su dicurso inaugural sobre la situación de las energías renovables en el país, «pero hicimos de la energía eólica un negocio atractivo» explicó Scarone. Fueron sobre todo las condiciones seguras las que atrajeron a inversionistas extranjeros e impulsaron la expansión de esta energía.

El primer panel del día estuvo dedicado a la clasificación del Acuerdo de París y a una mirada a la transición energética en Alemania y en los países de Latinoamérica y el Caribe. Alexandra Arias, Coordinadora de la Organización Latinoamericana de Energía (OLADE), resaltó en su exposición las intersecciones del Acuerdo con los «Objetivos de Desarrollo Sostenible» (Sustainable Development Goals) de las Naciones Unidas. «La reducción de la pobreza, los sistemas de salud o el acceso a la vivienda, son objetivos que solo pueden lograrse a través del acceso seguro a la electricidad». Según Arias «las energías renovables son ideales para llevar electricidad incluso a las zonas más rurales sin acceso a la red». También en las metrópolis como Buenos Aires o Sao Paulo existen fallas eléctricas, sobre todo en verano, cuando se requiere más electricidad para los sistemas de aire acondicionado. En esos casos, los sistemas fotovoltaicos instalados en techo podrían también ser de ayuda.

«El Acuerdo de París aumenta nuestras ambiciones, nos recuerda que debemos hacer realidad nuestro objetivo energético al 2030» indicó Ignacio Lorenzo de la Oficina para Asuntos Climáticos del Ministerio de Vivienda uruguayo. De acuerdo con la estrategia energética nacional, Uruguay debería ser clima neutral para el 2030 y, tomando en cuenta la expansión de la energía eólica, el país se encuentra muy bien encaminado. En el sector agrícola se obtiene electricidad sobre todo de centrales de biomasa y de acuerdo con Lorenzo «ahora es necesario llevar la energía limpia también al sector transporte y elevar la eficiencia energética».

Kathrin Goldammer, Directora del Instituto Reiner Lemoine ubicado en Berlín, realizó en su presentación una clasificación histórica de la transición energética en Alemania basada en los movimientos medioambientales y antiatómicos y que, según Goldammer, es algo que se debe tener en cuenta cuando se habla sobre su desarrollo. «La transición energética alemana es un asunto más político que técnico». Goldammer concluye que «la protección del clima y el cumplimiento de los objetivos climáticos son argumentos bastante recientes en la transición energética alemana». ¿En qué medida el Acuerdo de París fomenta la transición energética alemana? «Mi opinión es que el Acuerdo tendrá una influencia mínima. Otros países como China o Estados Unidos son en la actualidad líderes en la protección del medio ambiente», explicó Goldammer. Si bien el hecho de que los mayores emisores se hagan responsables es un aspecto bastante positivo, para Alemania la meta es implementar de manera consecuente los objetivos nacionales en política energética y así no perder la credibilidad internacional.

En el segundo panel se discutió sobre las experiencias de los países con modelos de licitación. «En los últimos cinco años, las energías renovables en Perú han ganado aceptación» expresó Danielle Rough, Directora del proyecto de energía renovable NAMAS. Sin embargo, comparado con su potencial, el país recién está comenzando con el uso de estas energías. Las licitaciones nacionales apuntan ahora a incrementar su expansión. Según Rough, «debido a que no hay subsidios ni incentivos fiscales, solo la competencia determina el éxito de las energías renovables». Si la oferta excede el precio máximo establecido por el Estado no se pagará un suplemento. Rough dejó claro que la protección del clima no es necesariamente el elemento que impulsa la energía renovable en el país. «El Perú es un emisor relativamente pequeño; por lo tanto, se trata de resaltar otras ventajas de la expansión de la energía renovable» explica Rough. Lo que aplica para el Perú es un mejor acceso a la energía para las poblaciones rurales, mayor seguridad energética y protección del medio ambiente.

Brasil ratificó hace poco el Acuerdo de París, en el que se comprometió a reducir sus emisiones a casi la mitad para el 2030. «Brasil quiere presentarse a futuro como una economía de bajo consumo de carbono», indicó Matthias Franchini, investigador energético en la Universidad de Brasilia. Según Franchini, este es un buen comienzo «sin embargo, debo advertir sobre establecer expectativas muy elevadas» y justifica su postura en la siempre inestable situación económica del país. Por otro lado, la energía eólica en Brasil es un caso de éxito, pues sobre todo en el noreste de Brasil existen las condiciones necesarias para desarrollar esta energía; además, en estas localidades la energía eólica es competitiva en relación con la hídrica. Las licitaciones son el elemento central en Brasil para expandir las centrales eólicas. Según Franchini, sería difícil encontrar pequeños inversionistas a raíz de las condiciones cada vez más restrictivas para la participación en licitaciones y la necesidad de un mayor aporte de capital. La ejecución de proyectos siempre se pospone, lo que dificulta el planeamiento de capacidades.

Bernd Weber, director del Concejo Económico de Política y eficiencia energética del CDU presentó la situación actual de la transición energética en Alemania: se modificaron leyes revolucionarias pero se mantuvieron los elementos decisivos. Las energías renovables siguen teniendo tarifas de introducción de energía renovable y 20 años de garantía. La introducción de elementos de licitación permitió que sea la competencia y no la situación política la que determine el valor del incentivo. Al mismo tiempo, la legislatura define la cantidad que quiere promoverse cada año. Como resultado de esto, no todos los participantes del mercado reciben una remuneración, sino solo aquellos que se impongan en la competencia. «El gobierno nacional busca con esto hacer que la conversión de proveedor energético sea más predecible para los participantes del mercado, con todo lo que esto implica» señaló Weber. Weber concluyó su presentación indicando que tanto el nuevo mundo energético como el antiguo mostraron interés en las condiciones confiables para realizar inversiones seguras.

«Llegamos tarde a la fiesta de las energías renovables, pero para hacer uso de una frase cotidiana local: quien llega tarde aguanta más» así empezó su presentación Guillermo Chavez, Director del Departamento de Energía renovable de la Consultora PWC México,que a su vez presentaba el tercer panel del día. Chavez presentó hace dos años la reforma del sector energético y su impacto en la expansión de las energías renovables. En setiembre se cerró la segunda ronde de licitaciones y la mayoría de los proyectos vinieron del sector fotovoltaico y eólico. En total, 8.9 teravatio-hora (TWh) de energía limpia se adjudicaron al año, con un precio promedio de 33.47 dólares americanos por megavatio-hora. Muchos más inversionistas extranjeros participaron de la segunda ronda. «Los inversionistas extranjeros mostraron interés en el sistema energético mexicano porque podemos ofrecerles un entorno estable» indicó Chavez. El nuevo éxito de la energía eólica y fotovoltaica no solo se debe a esta reforma, sino que es el resultado de una buena cooperación entre el gobierno, inversionistas privados y organizaciones multilaterales. Sin embargo, en la reforma energética todavía no se han considerado sectores como transporte y, según Chavez, incluirlos es el siguiente paso urgente.

«Desafortunadamente, Colombia todavía no llega a la fiesta de la energía renovable» expresó Javier Rodriguez, representante de Energías Renovables de la Universidad de Los Andes en Colombia. En los últimos años no se ha dado casi ninguna inversión en energía eólica, fotovoltaica u alguna otra energía renovable, por eso es sumamente necesario hacer un cambio: el abastecimiento con energía hídrica es cada vez más problemático debido a las crecientes sequías. Además, muchas personas de las regiones rurales no tienen acceso seguro a la electricidad y el bajo precio del petróleo ha afectado la economía colombiana. Una inversión en energía renovable podría ayudar a diversificar la economía nacional. A pesar de que el gobierno declaró como objetivo la expansión de las energías solar y eólica, la inestabilidad política y económica siempre impiden que se implementen medidas concretas y por eso los inversionistas se muestran reacios a involucrarse en Colombia. Javier Rodriguez concluyó que la expansión del sector energético podría llevar, como en México, a la expansión de energías renovables.

Andreas Raab, profesor de economía eléctrica regenerativa y sistemas energéticos de la Universidad Técnica de Berlín, mostró en su presentación qué cambios se están dando en el mercado energético actual en Alemania y cómo los inversionistas pueden ser parte de esto. «Se trata de involucrar a la mayor cantidad de sectores posibles» indicó Raab, quien resaltó además el importante rol de la electromovilidad. Actualmente muchas empresas de distintos sectores están trabajando en llevar más vehículos eléctricos a las calles, a esto se suma el hecho de que el mercado eléctrico alemán está en constante cambio: la época en la que algunos cuantos generadores distribuían la energía de manera centralizada está llegando a su fin. Cada vez más «prosumer» generan su propia electricidad, la consumen y alimentan energía a las redes. Por lo tanto, es una tarea urgente adecuar los mercados a este reto y, dentro de este aspecto, las soluciones digitales pueden ayudar a sintonizar la oferta y la demanda de manera inteligente y así evitar la sobrecarga de las redes. Además, según Raab, para las empresas existen muchos nuevos negocios atractivos.

«Este día nos ha demostrado una vez más que la transición energética en la región es inevitable» resumió Enrique Rodriguez-Flores, especialista energético del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) en la retrospectiva de la noche. Rodriguez-Flores consideró que la necesidad de una integración energética a nivel sudamericano y caribeño es la mayor oportunidad y también un desafío. Todavía hay un largo camino por recorrer, con las precauciones necesarias y las condiciones legales adecuadas. Sin embargo, el potencial es enorme, sobre todo tomando en cuenta el hecho de que los países tienen distintos potenciales para energías limpias. «Para países ricos en petróleo como México un día como hoy significa que debemos entender de una vez por todas que la época de las energías fósiles ha acabado en el largo plazo». Daniel Chacón, director regional para México de la Iniciativa Climática Regional para América Latina (LARCI) concluyó que «también es una cuestión de ideología, que necesita no solo apoyo político sino de la población». «Costa Rica es uno de los países que en los próximos años podría cubrir el 100% de su demanda energética con energías renovables. No debemos quedarnos en esto, debemos trabajar mucho más en trasferir el éxito del sector energético a otros sectores como transporte» indicó Jorge Mario Montero, analista energético de Costa Rica.

En el segundo día de conferencia, los participantes tuvieron la oportunidad de reunirse con parlamentarios de Bolivia, Honduras y Uruguay para debatir sobre los desafíos y oportunidades de la transición energética. «El suministro energético en Bolivia está incompleto, muchas familias no están conectadas a la red y por lo tanto están restringidos en su día a día», explicó Eliana Capobianco, parlamentaria de Bolivia, actualmente de la oposición. Proyectos de paneles solares en los techos, en combinación con generadores de diésel o almacenamiento, podrían resolver estos problemas. En muchas zonas rurales ya existen proyectos que son financiados por organismos multilaterales. «Sin embargo, todavía existe mucha falta de voluntad del gobierno para llevar a cabo una transición energética» criticó Capobianco.

Es bastante difícil describir una figura uniforme de la demanda energética en América Latina y el Caribe debido a las diferencias regionales. Países como Costa Rica o Uruguay están bastante avanzados en la transformación de su sector energético y las energías renovables se ven como una oportunidad económica para una mayor independencia y seguridad energética. Con la reforma energética y la consecuente apertura del sector energético, México ha sentado las bases para que los inversionistas no solo se enfoquen en los recursos fósiles si también se interesen cada vez más en proyectos de energía renovable y se den cuenta de su importancia económica. Esto demuestra que para los países ricos en depósitos fósiles puede existir un gran potencial en las energías renovables. Países como Venezuela y Bolivia están todavía al comienzo de su transición energética; para una mayor aceptación y mejor voluntad política enfocada en energía renovable es necesario convencer a la población sobre la importancia de esta transición. En un segundo paso es imprescindible crear las condiciones estables necesarias para las inversiones en estos proyectos. Es importante resaltar que los países de la región eligen cada vez más modelos de licitación para la expansión de energías renovables y la competitividad es a menudo el criterio más importante. En Alemania, por otro lado, las energías renovables son subsidiadas hace mucho y, mientras tanto, este país insiste en que las tecnologías deben establecerse en la competencia. Las licitaciones son todavía un instrumento reciente para el incentivo de energías renovables, por lo tanto es necesario observar la extensión en la que las condiciones deben modificarse para lograr un mayor espectro de fuentes de energí a limpia y de actores en el mercado. Sobre todo, debe emitirse el volumen suficiente para lograr los objetivos de protección climática aceptados por los países.

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