La presentación fue con base en la publicación del Profesor Echeverry y cinco expertos más, próxima a salir al mercado, llamada “El transporte como soporte al desarrollo. Una visión 2040”. Es un arduo trabajo que diagnostica entre muchas cosas el problema de la movilidad en Bogotá y cuáles son los retos de las administraciones locales para responder al desafío al que se enfrenta la ciudad.

El doctor Echeverry, asegura que la movilidad es parte fundamental del desarrollo en el país, porque los altos costos de congestión exigen una pérdida de productividad en las ciudades, además se afecta la competitividad de la misma, incrementa los costos de movilidad y finalmente existe un impacto ambiental muy fuerte. Por ello hay que pensar en soluciones a largo plazo para las grandes ciudades como Bogotá, pues la tecnología para motos y automóviles se va a ir incrementando y cada día va a ser más fácil para los ciudadanos adquirir un medio de transporte propio. En ese escenario, la infraestructura bogotana y su malla vial, no soportara un gran aumento en el parque automotor.

Las acciones a ejecutar para solucionar y palear la situación, son por un lado, el fortalecimiento institucional, entidades como el IDU, INVIAS, etc, merecen un mejoramiento técnico, financiero, político y humano; y por otro lado el fortalecimiento de la malla vial, pues según cifras del IDU, el 48% de éstas están en mal estado y su presupuesto para mejorarlo es de 9.3 billones de pesos.

Pero además el Doctor Echeverry plantea una solución que encuadra en un escenario donde se hará un contrapeso tributario a los incentivos para adquirir vehículos y motos, y al mismo tiempo fortalecer y estimular el uso del transporte público, convirtiéndolo en un servicio de alta calidad, cómodo, económico y rápido, incluso subsidiado, y en materia de urbanización que exista una expansión moderada y una alta inversión pública.

Respecto al metro, la única observación que hizo es que es un excelente medio de transporte urbano masivo, pero su problema no radica solamente en el costo, si no en la infraestructura bogotana.

El debate estuvo muy nutrido por la participación del público, al que se le intentó dar respuestas certeras sobre temas como los costos que deben asumir los ciudadanos frente a un plan de acción como ese, el impacto ambiental, la planeación de nuevas vías, instituciones, urbanización y demás.