La mesa de ponencia estuvo a cargo de cinco profesionales con una larga trayectoria en el sector público y religioso: Alejandro Landero, asesor y catedrático de la Escuela Internacional de Gobierno de la Universidad Anáhuac Cáncun, México; Carlos Huneeus, profesor titular de la Facultad de Derecho de la Universidad de Chile; Kathleen Zegarra, abogada y docente de la Universidad Católica de Trujillo; y Diego Pereira, profesor de Filosofía y Religión en Enseñanza Media, Uruguay, quienes analizaron y reflexionaron acerca de las consecuencias reales de lo que sucede en el continente latinoamericano respecto a la democracia.

El asesor catedrático Alejandro Lanero inició su presentación comentando algunas consideraciones históricas sobre la democracia en México, país que en 1977 tuvo su primera reforma electoral para representar a las minorías. Además, mencionó la importancia de impulsar un nuevo sistema económico que logre conjugar la libertad económica con la justicia social. Asimismo, recordó que el problema del populismo no solo se resuelve con más individualismo, porque “una democracia que no tiene valores éticos, es una democracia que se autodestruye”. El profesor titular de la Facultad de Derecho de la Universidad de Chile Carlos Huneeus continuó la ponencia resaltando la coyuntura política en Chile. “Los partidos que establecieron la democracia después de la dictadura de Pinochet se desplomaron. Actualmente estamos en un proceso constituyente para redactar una nueva constitución”, recalcó. A su vez, afirmó que desde el 2013 los presidentes son elegidos en primera vuelta: “Se ha producido una caída en la participación electoral por problemas institucionales. Los jóvenes no se inscriben en los registros electorales”. La abogada y consultora ambiental Kathleen Zegarra comentó que la falta de identidad democrática acoge América Latina. Una región que atraviesa coyunturas de crisis profundas con instituciones ineficientes para canalizar demandas ciudadanas, y que presenta un contexto económico de bajo crecimiento. Por otro lado, mencionó la necesidad de visibilizar la necesidad de ratificar el Acuerdo de Escazú con los mecanismos de participación existentes. Por último, el profesor de Filosofía y Religión en Enseñanza Media Diego Pereira finalizó la ponencia comentando la falta de interés por la política. Situación que también se repite en la Iglesia. “Algunos cristianos solo se preocupan por sostener una Iglesia sacramentalista. Debemos asumir nuestro rol como ciudadanos y cristianos”, concluyó.