Por un lado, se escuchan voces que reconocen los logros del país en la garantía de los derechos sociales de la población; el impacto positivo de la formulación de políticas públicas que promueven la distribución de recursos hacia sectores históricamente excluidos y discriminados; los notables esfuerzos en la mejora e innovación de infraestructura; y el fortalecimiento de la participación del Estado en las rentas de los sectores mineros y petroleros, por ejemplo.

Por otro lado, hay posturas que señalan los defectos del hiperpresidencialismo para la democracia ecuatoriana; las debilidades de los poderes del Estado para ejercer su rol de balance y contrapeso; el anquilosamiento de las instituciones y las dificultades que ello genera para la funcionalidad orgánica del nuevo proyecto constitucional; las fragmentaciones de los movimientos sociales y su alejamiento de los escenarios de toma de decisiones; y las incoherencias entre la protección del medio ambiente o, en la nueva gramática constitucional: de los derechos de la naturaleza, y la continuidad de un modelo de desarrollo extractivista, entre otros tantos aspectos.

En nuestro concepto, tal polifonía debe seguir siendo objeto de reflexión urgente y de corrección autónoma por parte del pueblo ecuatoriano, antes que la sostenibilidad, la efectividad y el sentido del proyecto constituyente, se vean erosionados de manera irreversible. Adicionalmente, la misma es evidencia, de lo que ya la historia ha ejemplificado y es que, los grandes cambios societales no se decretan ni se materializan per se en cortos plazos, ni por una única vía como lo es el derecho, por más transformador y elaborado que resulte el modelo constitucional propuesto.

En ello, el empuje decisivo, puede encontrar bastiones en la participación ciudadana activa, informada y organizada; el diálogo intercultural e intergeneracional, el compromiso genuino de las instituciones, y en la certeza de que la autonomía y la autodeterminación de los pueblos son derechos vigentes, cuyo ejercicio se justifica y se hace necesario, aún más en contextos de histórica exclusión y desigualdad como los que Ecuador ha vivenciado, los mismos que no son ajenos a los demás países de la región andina.

La nueva construcción de lo común, en el proceso mismo de reivindicación de lo plural, es posiblemente el mayor reto al que se enfrentan las sociedades en cuestión, para garantizar una pacífica convivencia de cosmovisiones y proyectos diferentes de vida colectiva, política y económica dentro de un mismo territorio y marco constitucional. El diálogo en confianza es presupuesto indispensable para esta tarea. Todo lo que propicie y facilite tal diálogo contribuye a un constitucionalismo incluyente. Todo lo que impida la expresión de opiniones divergentes, pone en peligro el proyecto reformador.

Es con estos intereses presentes, que en el marco del proyecto de investigación “Constitucionalismo Andino y Estado de derecho. Encrucijadas del Estado constitucional”, apoyado por el Programa Estado de Derecho y dirigido por el Dr. Rosembert Ariza (docente de la Universidad Santo Tomás e integrante del Grupo por el Pluralismo Jurídico en Latinoamérica –PRUJULA); se desarrolló una agenda de trabajo y de discusión con diversos actores ecuatorianos conocedores de las particularidades del proceso de configuración constitucional y estatal del país.

Así, con una variado cronograma que incluyó la realización de entrevistas semiestructuradas a juristas, académicos, activistas sociales y funcionarios ecuatorianos relacionados intrínsecamente con los momentos pre-constituyente, constituyente (2008) y post-constituyente; el equipo de investigación del proyecto tuvo acercamiento a fuentes importantes de información en la perspectiva de analizar los cambios del modelo de Estado en Ecuador a raíz del más reciente proceso constituyente, así como las diferentes rutas legales, sociales y políticas que exige su consolidación.

Esta exploración, representó sin duda, un avance importante en el ejercicio de comprensión y análisis comparativo que se ha propuesto el proyecto de investigación en relación con los fenómenos constituyentes de los países de la región andina. Asimismo, la inclusión en la agenda, de actores con posturas divergentes y perspectivas críticas y propositivas, permitieron develar, los antecedentes y características fundamentales de este proceso ecuatoriano, tanto como los principales retos, aciertos y contradicciones que ha enfrentado el mismo hasta el presente.

Adicionalmente, en aras de propiciar un espacio de diálogo e intercambio de experiencias entre Ecuador y Colombia, junto con el Área de Derecho de la Universidad Andina Simón Bolívar se realizaron los días 30 y 31 de enero, las mesas redondas, “Justicia indígena y constitucionalismo” y “Retos del nuevo Constitucionalismo”, respectivamente.

La primera de ellas, contó con la participación del Dr. Rosembert Ariza, del Dr. Ramiro Ávila y de la Dra. Mariana Yumbay. Los tres expositores discutieron, entre otros aspectos, los avances jurisprudenciales y fácticos que se evidencian en Colombia y Ecuador en cuanto a la relación, coordinación y materialización de una comprensión pluralista en la administración de justicia, que sea capaz de responder a las exigencias que la realidad étnica y cultural de estos países exige a las formas estatales y al sistema jurídico tradicional.

En este debate las preguntas por las particularidades, alcances y limitaciones de la justicia indígena y de la justicia ordinaria, tuvieron gran relevancia, tanto como las posibilidades de que sean cuestionadas y transformadas las lógicas de sospecha, desconfianza y subordinación que persisten, hasta hoy, sobre la justicia indígena.

Seguidamente, en la mesa redonda sobre los retos del nuevo constitucionalismo los expositores: Dr. Rosembert Ariza, Dr. Ramiro Ávila y Dr. Marco Navas, analizaron desde una perspectiva histórica las tendencias y contenidos fundantes del constitucionalismo en América Latina, las particularidades de este constitucionalismo en perspectiva comparada y la importancia para la comprensión del mismo del análisis interdisciplinar e histórico de los procesos de colonización y descolonización.

Las reflexiones teóricas que se lograron en las entrevistas y los foros realizados tienen gran relevancia para la práctica jurídica y política ecuatoriana, y para los demás países de la región andina, en medio de una coyuntura que refleja las complejidades propias de procesos transicionales que pretenden lograr transformaciones estructurales.