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Curso PPI-KAS Primer Nivel - Octavo Módulo

Planificación y gestión local

El Octavo Módulo del Primer Nivel se llevó a cabo del 8 al 10 de octubre en las instalaciones del Hotel Alcalá. El docente fue Vladimir Ameller, experto en desarrollo local y planificación de proyectos.

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Del 8 al 10 de octubre se llevó a cabo el Octavo Módulo del Primer Nivel, denominado “Planificación y Gestión Local”, el mismo que fue dictado por el docente Vladimir Ameller. El módulo fue práctico y dinámico, lo que permitió que los participantes aumentaran sus conocimientos mientras hacían los proyectos dirigidos por el docente.

El objetivo del módulo fue proporcionar herramientas básicas de diagnóstico e identificación de necesidades/problemas, construcción de visión, priorización, formulación de procesos de cambio y los componentes principales para la gestión local.

El docente, Vladimir Ameller Terrazas, es Ingeniero Comercial en Economía de la Universidad de Santiago de Chile. Adicionalmente, tiene una Maestría en Descentralización y Desarrollo Local de la UDLA en Ecuador. Realizó varios post-grados en Gerencia Sociales, INDES-BID en Washington D.C., Evaluación de Proyectos (Harvard Institute for International Development) y en Filosofía Política. Fue Director Nacional de Planificación, Coordinador de la Oficina Técnica de Descentralización, Jefe de la Unidad de Economía y Finanzas Municipales y Jefe de Desarrollo Institucional Municipal de la Secretaría Nacional de Participación Popular; donde trabajó desde 1994, en el inicio del proceso de descentralización en Bolivia. También fue parte del equipo de redacción y concertación de la Ley del Diálogo Nacional 2000. Trabajó en UNICEF como Oficial Nacional de Desarrollo Municipal. Actualmente, es Asesor Técnico en Descentralización de la GTZ. Además, realizó varias consultorías en organismos internacionales y publicó varios artículos.

Mediante una breve explicación del contexto nacional e internacional de Bolivia, el docente clarificó la importancia de considerar siempre el contexto y la realidad a la hora de planificar un proyecto. Considera que sobre todo es relevante tener en mente que mientras el mundo del siglo XXI pasó de la era agrícola a la era industrial y la del conocimiento y la información, Bolivia sigue estancada en la era agrícola.

Los recursos naturales son importantes, pero sin conocimiento el producto no tiene mucho valor. La triada del desarrollo en general se ve facilitada por un Estado que establece límites y reglas, empresas como motores de la economía, como también universidades como generadoras de conocimientos y destrezas. Es decir, no sólo son importantes el capital natural y el construido, más bien la triada se tiene que enfocar también en el capital humano y en el capital social (facilidad con la que una sociedad asume acuerdos). Para el capital social se requiere confianza, valores y asociatividad. El capital humano y el capital social forman el capital cívico, es decir, la orientación hacia una meta común mediante la concertación, visión y transparencia.

Con esta introducción, el Lic. Ameller pasó a la primera etapa de planificación: cómo crear una visión posible sobre la base del método de escenarios. Para este fin, el docente organizó a los participantes en tres grupos para que éstos definan que actores de la sociedad van a representar y que proyecto quieren realizar, con el objetivo de crear una visión macro y una visión micro.

•Proyecto 1: El primer grupo tuvo como visión macro “instaurar un nuevo modelo educativo superior que promueve una cultura científica, tecnológica y espiritual en preservación del medio ambiente”. La visión micro fue crear una currícula universitaria para proveer conocimientos sobre el manejo de desechos plásticos.

•Proyecto 2: La visión macro del segundo grupo fue “promover el desarrollo agropecuario según la potencialidad municipal para mejorar los ingresos económicos de las familias de Curahuara de Carangas”. Las visione micro incluyen la recuperación de praderas nativas, la implementación del pastoreo rotacional y la recuperación de semillas nativas.

•Proyecto 3: El tercer grupo se puso como objetivo macro “desarrollar capacidades en el plantel docente-administrativo en las unidades educativas de Curahuara de Carangas”. Para ello se requiere crear nuevos modelos educativos que estén adaptados a la región, formar y capacitar a docentes, a fin de que puedan desarrollar propios instrumentos y materiales educativos basados en la interculturalidad y los idiomas de la región y rescatar experiencias de otros municipios que tal vez se puedan aplicar a Curahuara de Carangas.

La segunda etapa se centró en identificar y obtener los recursos para construir una visión. Los recursos pueden incluir recursos humanos, información, conocimiento, material y capital. En el caso de que los recursos necesarios no estuvieran disponibles, es necesario ser creativo y encontrar alternativas. El segundo ejercicio consistió, en base a lo dicho, en crear una lista de los recursos importantes para alcanzar la visión macro formulada anteriormente.

Como tercera etapa, el docente explicó cómo construir una estrategia ganadora, es decir, como desarrollar una estrategia que permita convertir la visión en acciones específicas que dirijan la organización o el proyecto hacia la visión esperada. Para no perder el rumbo de la dirección, el Lic. Ameller ilustró un instrumento llamado “Brújula NOSE”. La “N” representa el Norte de la organización para los siguientes años, la “O” los objetivos que se deben cumplir para alcanzar una visión, la “S” la situación inicial y punto de partida y la “E” los escenarios que se pueden construir (cuáles se pueden evitar y cómo superarlos). El Norte es básicamente la visión macro. Los objetivos deben ser SMART (Ser específicos, Medibles, Asociados a una o más acciones, Realistas y con Tiempo límite). Para verificar la situación inicial del proyecto e identificar los escenarios a favor y en contra, el instrumento FODA (Fortalezas, Oportunidades, Debilidades y Amenazas) puede ser muy útil. Exactamente estos métodos fueron aplicados por los grupos en sus proyectos. Además tuvieron que hacer un mapeo de actores que podrían estar involucrados en el proceso de planificación, según su interés y su poder. Los actores con más interés y poder son claramente los más importantes aliados en una planificación.

Adicionalmente, los participantes tuvieron que rescatar sus objetivos micro y crear por cada objetivo tres actividades. Además, por cada actividad se tuvo que especificar quien era responsable por la actividad, como se la iba a ejecutar y como se la podía medir.

La cuarta etapa mostró a los participantes como alinear a las personas para que acompañen, colaboren y se comprometan en apoyar la construcción y la implementación del proyecto. Para poder ejecutar el proyecto, la visión tiene que ser comunicada a la organización para que tenga conocimiento de lo que se quiere lograr y cómo. Además, el líder del proyecto debe tener la capacidad de lograr el compromiso y la identificación de las personas para las responsabilidades que deberán cumplir para llegar a la visión. También se debe proveer los medios y potenciar las capacidades de las personas, a fin de que cumplan los objetivos y la visión esperada. Basándose en estas explicaciones, el docente pidió que dos personas de cada grupo expongan su proyecto frente a los demás grupos. Los participantes “externos” a los grupos dieron retroalimentación a los proyectos, identificando fortalezas y debilidades. Al volver a los grupos originales, éstos tenían que discutir que críticas aplicar y cuáles no.

En la última etapa se hizo hincapié en las mediciones de los resultados del plan. Las mediciones son relevantes porque cumplen una función de monitoreo y evaluación. Es importante que se tenga parámetros de medición por cada uno de los planes de acción para asegurar el éxito y evitar fracasos. Las mediciones se pueden hacer a corto, mediano o largo plazo. A corto plazo el indicador es de producto, a mediano plazo de efecto y a largo plazo de impacto. Esta última medición es la más importante, pero también la más difícil de medir, ya que el impacto implica una transformación de vida de la gente. Nuevamente en grupos, los participantes tuvieron que agregar a sus proyectos indicadores de producto, efecto e impacto.

Al finalizar el módulo, cada grupo expuso delante todos los presentes su proyecto. El Lic. Vladimir Ameller destacó los buenos trabajos, sobre todo respecto a los indicadores. También resaltó los problemas que tuvieron los participantes en formular sus objetivos. Sin embargo, fue una buena experiencia inicial, bajo la premisa que solo haciendo se aprende.

Otras actividades

En la noche del viernes se realizó el Sexto Conversatorio con el Lic. Fernando Untoja. El Conversatorio fue exitoso, no solo gracias al Lic. Untoja, sino también a los participantes que iniciaron una interesante o enriquecedora discusión, haciendo de este conversatorio una fructífera experiencia.

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