La SECHI promueve el desarrollo y la inclusión social de los barrios más vulnerables de la Cuidad de Buenos Aires. Su objetivo principal es el fortalecimiento de las villas mediante su transformación integral, física y social, con la participación comunitaria. A través del mejoramiento de las condiciones de habitabilidad se intenta fomentar el desarrollo de una vida digna con perspectivas. La secretaría coordina estrategias y proyectos junto con los habitantes de las villas. "Queremos una ciudad que integre a los más vulnerables y los proteja de la exclusión social; una ciudad que ofrezca oportunidades para los más pobres” dijo Marina Klemensiewicz, titular de la SECHI.
Presentación del Gobierno de la Ciudad
Junto a los barrios formales se ubican los asentamientos informales. "Buenos Aires es una ciudad dividida en dos. Una integración completa de los barrios débiles en la ciudad es absolutamente necesaria”, destacó Klemensiewicz. Aproximadamente 200.000 de los tres millones de habitantes de la Capital Federal viven en 38 villas, cuya mayoría se encuentra en el sur de la ciudad. Las condiciones de vida son muy distintas a las de los barrios formales, según ilustra el Índice de Sustentabilidad Urbana Ciudad de Buenos Aires, explicó Klemensiewicz. El índice fue desarrollado por los equipos de planificación estratégica urbana en los últimos años para medir las condiciones de vida en la Capital. La medición incluye numerosas variables como la calidad de la vivienda, la infraestructura y el acceso a la atención sanitaria y la educación. Muestra las diferencias en el desarrollo y permite monitorear el impacto de los distintos proyectos para mejorar la calidad de vida, así como identificar vulnerabilidades existentes. Las estrategias de intervención se adaptan según el avance de este índice.
En los barrios formales de la ciudad de Buenos Aires el índice asciende 0.68, siendo 1.0 el valor ideal. En los barrios informales, el número es significativamente menor. Se sitúa entre 0,29 y 0,43. Para mejorarlo, la SECHI desarrolla una nueva estrategia para el fortalecimiento de las áreas descuidadas que centra su enfoque en el principio de bottom – up, es decir que los residentes tienen la última palabra en todas las decisiones que afectan la recuperación de los espacios públicos comunitarios.
Para lograr este objetivo, una activa sociedad civil es indispensable. La cooperación entre la población afectada y el gobierno se establece a largo plazo. Este pacto ciudadano difiere del obsoleto modelo convencional clientelar en el cual los conflictos se habrían resuelto con medios económicos. Hoy en día se busca el contacto directo con la comunidad. Un ejemplo acertado son las “Mesas Participativas”, o la autoconstrucción de infraestructura y servicios básicos como cloacas y parques infantiles. Estas obras son realizadas por cooperativas barriales y el gobierno sólo financia los materiales necesarios para la construcción. Muchas personas en las villas son artesanos bien entrenados, electricistas u obreros de la construcción, cuyas habilidades son aprovechadas en estas obras participativas.
Esto muestra los esfuerzos realizados por el Estado para encontrar soluciones a largo plazo, expresó Klemensiewicz. El papel del Estado se basa en garantizar los derechos y su presencia territorial como mediador a través de una gestión sostenible y transparente. La SECHI tiene presencia continua en las villas, no sólo cuando conflictos amenazan con intensificarse, destacó Klemensiewicz.
Los derechos de propiedad como un motor para el desarrollo
Al largo plazo, también la falta de derechos de propiedad sobre la tierra habitada representa un obstáculo para el desarrollo económico de las villas. Para alguien sin títulos de propiedad es especialmente difícil recibir un crédito, por lo que no tiene acceso al mercado financiero. Ramiro Masjuan, representante del Programa PROSUR Hábitat, destacó los esfuerzos dedicados a aclarar la propiedad del territorio de las villas en consenso entre los vecinos. Una vez logrado esto, los habitantes pueden acceder a los terrenos con préstamos del banco de desarrollo estatal y con pagos hipotecarios a bajo interés al largo plazo.
La SECHI actúa como mediador entre los residentes si existen controversias sobre las propiedades. Uno de los requisitos para adquirir un título de propiedad es la consulta previa a todas las partes interesadas, que podrían reclamar la propiedad deseada. Sólo aquellos que cumplen con esta directriz son considerados para el programa de subvenciones, como un primer paso hacia las condiciones necesarias para obtener la independencia económica. El proceso de transformación de las villas en asentimientos formales acelera gracias a este programa, señaló Masjuan.
Cierre de debate: el potencial del Mercosur
Un debate posterior permitió a los participantes el intercambio de opiniones y puntos de vista sobre el futuro del Mercado Común del Sur (Mercosur) para identificar los problemas más acuciantes de la región. Emanuel Gainza, presidente de la juventud del PRO de la provincia Entre Ríos, destacó que las relaciones económicas con los países emergentes como China e India tendrían que ser ampliadas en el futuro ya que se espera una gran cantidad de demanda de sus clases medias. Sin embargo, se debe evitar una dependencia excesiva de las exportaciones. Hay de considerar también la posibilidad de planificar el crecimiento económico. Según Gainza, Argentina es capaz de demostrar su competencia en el mercado internacional y superar la pobreza vigente. Sin embargo, años de mala gestión, corrupción y aislamiento internacional, impiden que el país tenga un papel destacado en la economía mundial. Para conseguir esto es importante cooperar más estrechamente con los países vecinos y tomar la experiencia de la Unión Europea –con sus avances y retrocesos- como ejemplo para el Mercosur. En la conferencia fue compartida la conclusión de que Argentina y el subcontinente tienen el potencial para conseguir esto.
Nicolás Bari, de la Fundación Pensar, hizo hincapié en la necesidad de centrarse en la expansión de la industria argentina. Por su parte, Natalia Herbst, especialista en Relaciones Internacionales de la Universidad Torcuato Di Tella, destacó que, para superar los problemas estructurales, una estrecha colaboración y el apoyo de los países desarrollados serían los requisitos indispensables. La solidaridad cumple un papel imprescindible en el desarrollo económico del país.
Vincent Kokert, presidente de la CDU en el parlamento de Mecklemburgo-Pomerania Occidental, señaló que también en Alemania la solidaridad ocupa un lugar clave: "cómo nos entendemos con los países vecinos, juega un papel fundamental". Él ve en América Latina la oportunidad de encontrar y desarrollar sus fortalezas. La Unión Europa podría servir como modelo, ya que ha logrado más de 50 años de paz y de una fuerte cooperación bi y multilateral. Como ejemplo citó la sólida alianza entre Francia y Alemania. Antes era impensable que los dos países colaboren juntos. La Unión Europea ha hecho esto posible.
El joven politólogo Juan Gowland destacó la particular importancia de la cooperación a nivel nacional e hizo un llamamiento: "los ciudadanos de Argentina deberían participar más en la toma de decisiones políticas. Una fuerte sociedad civil y el establecimiento de sólidas estructuras partidarias son absolutamente necesarios para superar la crisis política y representativa del país”. Por su parte, Marc Reinhard, diputado provincial y presidente de la comisión de educación, ciencia y cultura del parlamento de Mecklemburgo-Pomerania Occidental, incitó a los jóvenes políticos a utilizar la riqueza de los recursos de sus países, la ventaja de un lenguaje común y el desarrollo de las relaciones dentro del Mercosur. "Creemos en la recuperación económica de América Latina y no dudo que jóvenes tan motivados como ustedes utilizan esta conferencia para conectarse y establecer una red fuerte para actuar juntos".
"Pensar globalmente y actuar a nivel local", puntualizó Sebastian Ehlers, presidente de la fracción parlamentaria de la CDU de la capital provincial Schwerin, “es particularmente importante para América Latina”. Alemania no sería tan competitiva sin sus fuertes redes internacionales. En la época de la globalización estas redes cobran aun más importancia para el bienestar de un país.