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Disturbios en Cuba: Causas, desarrollos, perspectivas

de Hans-Hartwig Blomeier, Ilse Reyes, Laura Philipps

Reporte Internacional - español

Las últimas protestas en Cuba muestran a una población cubana que, ante la precaria situación que padeció durante décadas y que solo ha empeorado durante la pandemia ocasionada por el coronavirus, ahora toma las calles con valentía y manifiesta su descontento y desesperación. El acceso a internet y las nuevas tecnologías han sido un catalizador del cambio en la sociedad cubana y juegan un papel clave en la movilización de grandes segmentos de la población en estas manifestaciones sin precedentes.

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Manifestaciones históricas

Las protestas en Cuba, aunque frecuentes, son generalmente aisladas, con baja convocatoria y han sido infravaloradas por la prensa extranjera, recibiendo así, muy poca atención internacional. No obstante, durante las últimas décadas las organizaciones de derechos humanos han denunciado en repetidas ocasiones la brutal represión y censura del gobierno cubano en las áreas de libertad de expresión, libertad de prensa y protección de los derechos humanos.[1] Lo que comenzó como una protesta local y focalizada, ahora se ha extendido por toda la isla y ha despertado cada vez más el interés de los medios de comunicación y de la comunidad internacional.

El Movimiento de San Isidro (SMI) ha surgido en los últimos años como una protesta más sociopolítica, en contraste con las protestas más comunes iniciadas por los grupos políticos clásicos de oposición. Como resultado, el movimiento fue recibido con mayor interés no solo dentro de Cuba, sino también a nivel internacional. Históricamente, sin embargo, el ciudadano promedio no participó activamente en estas protestas. Por eso son tan importantes las manifestaciones de los últimos días, ya que revelan un compromiso completamente nuevo y diferente por parte de la población cubana.

Datos clave sobre la política cubana

Por primera vez en seis décadas, el presidente de Cuba, Miguel Díaz- Canel, no es miembro directo de la familia Castro. Sin embargo, no fue sorprendente que cuando asumió el cargo no hubo cambios significativos en las políticas de gobierno del país ya que los vínculos entre el Partido Comunista, las fuerzas armadas y Díaz-Canel eran y siguen siendo estrechos.

Por otro lado, Cuba ha estado sujeta a sanciones económicas estadounidenses desde 1958 y al embargo comercial que se impuso en 1962. La administración Obama realizó tímidos intentos de flexibilizar estas restricciones, pero luego la administración Trump los revocó. Hasta el momento, el presidente Biden no ha tomado ninguna medida política concreta respecto a Cuba, lo que significa que el status quo establecido bajo Trump se mantiene por el momento. Las sanciones mencionadas han sido ampliamente criticadas por la comunidad internacional. Apenas el mes pasado, la Asamblea General de la ONU emitió una resolución en la que urgía la necesidad de poner fin al embargo comercial de Estados Unidos sobre Cuba.[2]

Aunque el panorama externo apenas ha evolucionado en los últimos años, algo ha cambiado en la propia Cuba: en particular, el mayor acceso y uso de Internet y otras tecnologías (especialmente las redes sociales) que han tenido un gran impacto en la vida cotidiana en la isla. Los cubanos están cada vez menos aislados de lo que sucede en el mundo, así como en la propia isla y en la misma medida, la comunidad internacional tiene más información y conocimiento en tiempo real de la situación política, económica y social del país. Como consecuencia, las detenciones arbitrarias y el hostigamiento de miembros de la oposición por parte del régimen que participaron en manifestaciones por la paz en Cuba pueden documentarse y publicarse con mayor intensidad.

En este contexto, cabe destacar la huelga del Movimiento San Isidro (MSI) en noviembre del año pasado, la cual se transmitió en vivo por Facebook así como la detención del rapero y miembro del MSI Denís Solís. La posterior huelga de hambre y la detención de otros 14 miembros de MSI también fueron transmitidas por todo el mundo. Estos hechos no solo provocaron la participación de mas sectores de la sociedad civil cubana, sino que también atrajeron la atención internacional. Varias organizaciones y gobiernos, incluido el gobierno de Estados Unidos, condenaron las detenciones ilegales y pidieron respeto por los derechos humanos, en particular la libertad de expresión.

¿Qué está pasando en Cuba? Desarrollos actuales

El domingo 11 de julio de 2021, miles de cubanos salieron a las calles de San Antonio de los Baños, un pequeño pueblo a unos 30 km al suroeste de La Habana. Con el cántico "Patria y Vida" los manifestantes exigieron acceso a la alimentación, la salud y la libertad. La protesta fue transmitida en vivo por las redes sociales, mientras los manifestantes declararon con valentía que ya no tienen miedo y que se debe lograr un cambio estructural y fundamental en Cuba para asegurar los servicios básicos en el largo plazo y así garantizar que los ciudadanos cubanos puedan sobrevivir y vivir en democracia y libertad.

La cantidad de manifestantes, por miles, es una cifra impresionante en Cuba, un país donde las manifestaciones son formalmente ilegales y sancionadas con penas de privación de la libertad. Cabe destacar que el país no ha visto protestas de esta magnitud desde 1994. Gracias al acceso a Internet y las redes sociales, las imágenes de la primera manifestación se difundieron rápidamente por toda la isla y posteriormente fueron replicadas en numerosos lugares de Cuba.

Las imágenes en vivo capturaron todos los acontecimientos: manifestantes volcando patrullas, saqueos de tiendas estatales, pero también intervenciones masivas de las fuerzas de seguridad y detenciones.[3] Las organizaciones internacionales de derechos humanos han documentado cierres de Internet inducidos por el gobierno, detenciones arbitrarias y uso excesivo de la fuerza, así como disparos de la policía contra manifestantes.  Además se informa que hay una larga lista de personas desaparecidas. Al momento de la redacción de este informe, aún no existe información confiable sobre el número de detenciones, desapariciones forzadas, heridos o incluso ejecuciones.

¿Por qué? Los orígenes de las protestas

Durante el 2020, el gobierno cubano parecía tener la pandemia bajo control. Sin embargo, la tercera ola de covid-19 en la isla ha provocado un rápido aumento en el número de contagios, según informes de la sociedad civil cubana.[4] La falta de atención médica adecuada, la escasez de medicamentos y la limitada disponibilidad de vacunas contra el Covid-19 solo han agravado la precaria situación en la que viven los cubanos. A eso se suma la falta de alimentos, así como el suministro inadecuado y poco confiable de electricidad y agua.

Aunado a esto, permea la difícil situación económica de Cuba que solo sigue deteriorándose en medio de la pandemia, con consecuencias directas para la vida de muchos cubanos. En el contexto de las restricciones comerciales, la economía de la isla depende en gran medida del turismo, que ha caído drásticamente el año pasado debido a la pandemia. A esto se suma la nueva política monetaria que se puso en marcha a principios de 2021 (eliminación del sistema de doble moneda), en la que, entre otras cosas, la unificación de la moneda cubana mermó el poder adquisitivo de los cubanos, que ya no tienen un “flujo de caja” debido a la falta de turismo.[5]

Pero más allá de estas condiciones del marco económico, conviene volver a señalar el enorme efecto que tiene en este contexto la mejora del acceso a Internet en Cuba. Los puntos de Wi-Fi se han vuelto más frecuentes en La Habana, los teléfonos móviles son más fáciles de conseguir y la red 3G ha mejorado. Como resultado, el uso de redes sociales y plataformas de comunicación (Facebook, Twitter, WhatsApp, Telegram e incluso Zoom) se está volviendo cada vez más popular en toda la isla. Eso significa que los cubanos ahora pueden acceder a noticias de todo el mundo, crear contenido independiente (que todavía es ilegal) y compartir sus opiniones políticas en línea entre ellos, y también fuera de Cuba.

Las condiciones generales, es decir, el drástico deterioro de la situación económica y de salud, son las causas principales del profundo descontento, enojo y frustración de la población con su gobierno. Pero dado que las protestas públicas y cualquier tipo de crítica y oposición al régimen, incluida la existencia de otros partidos además del Partido Comunista, son ilegales, hasta hace poco solo unas pocas personas se atrevían a salir a la calle y expresar su descontento. Los movimientos de oposición como la Mesa de Unidad Democrática (MUAD) están sujetos a constantes represalias y detenciones de sus miembros. Por lo tanto, un acceso significativamente mayor a las redes sociales es clave para comprender por qué estas recientes protestas se propagaron tan rápidamente y por qué los ciudadanos que normalmente estarían en silencio ahora se han sentido alentados y decididos a formar parte de estas protestas masivas.

Perspectivas: ¿Qué sigue en Cuba?

Díaz-Canel atribuyó las protestas al intervencionismo estadounidense, una justificación habitualmente utilizada por el gobierno cubano cuando se trata de crisis en la isla, incluso cuando no se hay pruebas de esto. Inmediatamente después de las protestas, el Partido Comunista de Cuba (PCC) realizó una reunión de emergencia a la que asistieron Díaz Canel y Raúl Castro. Sin embargo, la información sobre las protestas en curso ha sido limitada desde el lunes (07/12/21). Según los informes, WhatsApp, Facebook, Telegram e Instagram han sido bloqueados y la señal de Internet controlada por la estatal ETECSA (Empresa de Telecomunicaciones de Cuba S.A.) está restringida en su mayoría.[6]

Los cubanos en el exilio creen que este es un punto de inflexión y ven esperanzas de cambio en estas protestas tan orgánicas e intrépidas. Sin embargo, dada la actual falta de información, es difícil evaluar y predecir si las protestas continuarán o el gobierno usará la fuerza militar para aplacarlas. En este contexto preocupan las declaraciones inquietantes del presidente cubano llamando a los comunistas leales de Cuba a manifestarse o incluso "luchar" contra los manifestantes.

Las protestas dentro y fuera de la isla han tenido un gran impacto. Esto también incluye la sorprendente renuncia del viceministro del Interior del gobierno cubano, Jesús Manuel Burón, quien dio como razón no querer apoyar el uso excesivo de la fuerza por parte de las fuerzas de seguridad.

La comunidad internacional ha expresado su profunda preocupación, con las principales condenas provenientes de Estados Unidos. Desde entonces, el presidente Biden ha hablado públicamente sobre las protestas y ha prometido su apoyo a los manifestantes, pero se encuentra en el constante dilema de la política exterior estadounidense: mantener el embargo que está exacerbando la crisis económica en Cuba y continuamente antagoniza la relación entre los Estados Unidos. y Cuba o poner fin al bloqueo, con el riesgo de que esto provoque conflictos internos estadounidenses y sea instrumentalizado a nivel nacional por Díaz Canel para aumentar su apoyo y legitimidad entre los cubanos.

En América Latina no sorprende tanto que los presidentes de México, Andrés Manuel López Obrador y Argentina, Alberto Fernández, se hayan manifestado con cierta cercanía al gobierno cubano mientras que los gobiernos de Brasil, Chile, Uruguay, Perú y otros expresaron su solidaridad con los manifestantes.

Con respecto a la Unión Europea (UE) y la comunidad internacional en su conjunto, les parece difícil salir de los simples discursos y condenas normativas y avanzar hacia el ámbito de la acción concreta. No obstante, las violaciones de derechos humanos que se están cometiendo en Cuba no pueden ni deben seguir siendo toleradas y por lo tanto, no bastan únicamente las condenas enérgicas. Ante las masivas protestas de la población en Cuba, estas violaciones también deben ser contrarrestadas con acciones concretas de la comunidad internacional siempre con apego al derecho internacional.

 

[1] KAS-International Reports, I. Reyes, H. Blomeier, “Kuba: Keine Besserung im Sicht”, 2020 https://www.kas.de/de/laenderberichte/detail/-/content/kuba-keine-besserung-in-sicht

[2] UN General Assembly, A/75/L.97 ‘Necesidad de poner fin al bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por los Estados Unidos de América contra Cuba’ (9 junio 2021), https://undocs.org/es/A/75/L.97  184 votes in favor 2 against 2 abstentions

[3] Amnesty International, ‘Cuba: Massive protests are a desperate cry to a government that doesn’t listen’, 12 july 2021, https://www.amnesty.org/en/latest/news/2021/07/cuba-protestas-masivas-grito-desesperado-gobierno-no-escucha/

[4] Lian Lima, ’Cuba protests: Three key issues that explain the rare unrest’, BBC, 13 june 2021, ,https://www.bbc.com/news/world-latin-america-57802170

[5] Desde el 1 de enero está en circulación la nueva moneda única (1 USD = 24 pesos). Esto significa que las dos monedas Peso Cubano y Peso Convertible Cubano (CUC) ya no existen, pero ahora ambas se llaman “Peso Cubano”. A dos meses de la desaparición del CUC, la espiral inflacionaria ya ha impactado gravemente a las familias cubanas.

[6] El Economista, Cuba corta acceso a Instagram, Facebook y Whatsapp’ 13 junio 2021, https://www.eleconomista.com.mx/internacionales/Cuba-corta-acceso-a-WhatsApp-Facebook-e-Instagram-en-respuesta-a-protestas-segun-NetBlocks-20210713-0042.html 

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