Título individual
Una de las principales promesas de la Economía Social de Mercado es que la mayor cantidad posible de las personas pueda participar del bienestar social. La libre competencia de la economía de mercado lleva a una alta competitividad de la sociedad y al aumento del bienestar. Los ingresos individuales de las personas -es decir, su participación personal en el aumento del bienestar– dependen de muchos factores: decisiones individuales, esfuerzo, talento, pero también suerte. En este contexto, las diferencias en los ingresos son aceptadas, siempre y cuando se perciba que el acceso a las oportunidades es justo.
La clave para una justicia en el acceso a las oportunidades es el sistema educacional, porque una buena formación reduce el riesgo de transformarse en desempleado y aumenta los ingresos promedio. La formación dual es un pilar principal del sistema educacional alemán y cumple una función importante en la Economía Social de Mercado.
Cualquier alumno, independiente de que haya logrado o no terminar su escolaridad y del tipo de la misma, puede postular a una plaza de aprendizaje. Lo anterior aumenta la permeabilidad del sistema educacional y permite a un amplio sector de la población acceder a una formación técnica reconocida y, con ello, a mejores perspectivas en el mercado laboral.