Este espacio buscó fortalecer las competencias de comunicación de los futuros generales y almirantes de Colombia, quienes deberán enfrentar, desde posiciones de liderazgo, retos complejos en la interacción con los medios, las instituciones y la opinión pública.
La instalación del evento estuvo a cargo del Brigadier General Néstor Nieto, subdirector de la ESDEG y de Andrea Valdelamar, coordinadora de proyectos de la KAS. Ambos destacaron la importancia de la formación en comunicación como un componente indispensable de la labor militar contemporánea, ya que en un escenario de transparencia y presión mediática la legitimidad institucional depende no solo de las operaciones exitosas, sino también de la forma en que son comunicadas.
El periodista Carlos Cárdenas, con más de tres décadas de experiencia en medios de comunicación y en el cubrimiento de temas de seguridad y defensa, inició el programa reflexionando sobre las situaciones que enfrentan los comandantes dentro de la fuerza, en su relación con otras instituciones y con los medios. A partir de múltiples anécdotas, mostró cómo la inmediatez de la noticia, la presión de las exclusivas y la falta de preparación comunicativa han representado problemas para oficiales y para la institución en su conjunto. Cárdenas insistió en que la verdad no puede ocultarse y que la transparencia es la base de una relación sólida con la prensa.
Posteriormente, se abordó el proceso de formación de la noticia, desde el dato inicial hasta su transformación en información pública. Aquí se subrayó que un error común en la fuerza es improvisar o descuidar la gestión del mensaje, lo cual deja espacio para que los medios construyan narrativas que pueden afectar negativamente la reputación institucional. El conferencista llamó la atención sobre la necesidad de conformar gabinetes de comunicación sólidos, preparados no solo para informar, sino también para anticipar crisis y proteger el mando.
Un eje fundamental de la capacitación fue el papel de las redes sociales en el escenario militar. Cárdenas explicó cómo los grupos ilegales, disidencias y organizaciones criminales han aprendido a utilizar estas plataformas con gran eficacia para difundir propaganda y manipular la opinión pública. Frente a esto, las Fuerzas Militares deben estar en capacidad de responder con rapidez y precisión, posicionando narrativas claras que fortalezcan la confianza ciudadana y la legitimidad del Estado.
En el espacio de taller sobre gestión de crisis comunicacional, desarrollado junto con el periodista Javier Patiño, se trabajaron casos concretos de manejo de información en operaciones militares y se discutieron ejemplos donde una respuesta improvisada terminó afectando la credibilidad institucional. Se resaltó la importancia de la anticipación, la preparación de equipos de comunicación confiables y la necesidad de generar confianza mutua entre comandantes y periodistas. Varios oficiales compartieron experiencias que ilustraron las tensiones entre la lógica militar y la lógica mediática, concluyendo que la única vía posible es la cooperación respetuosa y estratégica.
En la sesión dedicada a la relación entre comunicación, inteligencia y operaciones, se expuso el caso de los Juegos Olímpicos de Múnich como ejemplo de cómo una falla comunicativa puede poner en riesgo el éxito de una operación y la seguridad de los involucrados. Este análisis permitió entender que la comunicación no es un elemento accesorio, sino un factor de peso en la planificación estratégica y en la conducción de operaciones complejas.
El segundo taller, facilitado por Cárdenas y el periodista Óscar Charry, estuvo orientado a enfrentar a los medios en condiciones de presión. A través de ejercicios prácticos de simulación y role playing, los oficiales trabajaron aspectos de narrativa, lenguaje corporal, control emocional y manejo de cámaras. Los facilitadores explicaron cómo una declaración puede adquirir diferentes lecturas según el ángulo de la cámara, la entonación o incluso el gesto corporal, insistiendo en que los comandantes deben ser conscientes de cada detalle de su comunicación no verbal.
En el cierre, se abrió un espacio de preguntas y reflexiones donde los participantes expusieron preocupaciones sobre la ética periodística, la lealtad en las relaciones con los medios y el impacto de la desinformación. Carlos Cárdenas enfatizó que los comandantes deben contar con tres planes diferenciados de comunicación: uno para proteger la imagen institucional, otro para salvaguardar la figura del comandante en su rol de líder y un tercero para cuidar a la persona en su dimensión privada frente a ataques mediáticos o políticos.