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Hablemos de inclusión: paneles virtuales de expertos

El 3 y el 17 de agosto de 2022 se realizaron los paneles virtuales de expertos, estos eventos fueron gestionados en conjunto por la Fundación Ideas Para la Paz (FIP) y la Fundación Konrad Adenauer (KAS), la conversación giró en torno al concepto de inclusión y los desafíos para su sostenibilidad en los diversos sectores productivos en Colombia.

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En el primer panel se hizo un recuento sobre los principales hallazgos que se han dado en materia de inclusión social. Felipe Zarama, moderador del evento, señaló que el objetivo de las políticas de inclusión es asegurar y mejorar las condiciones de participación de los grupos e individuos, además el eje transversal de la inclusión se da por medio de acciones afirmativas, siempre en pro del respeto a la diversidad. En la faceta económica se debe propender por incentivar la participación en la producción material y en la generación de valor social, esto se complementa con los aspectos socioculturales que impulsan las iniciativas de producción, así como las relaciones interpersonales para la construcción de una identidad comunitaria. 

De acuerdo con Valentina Benedetti el Estado debe ser el primer garante de los derechos sociales y políticos. La economía de mercado y el Estado liberal deben seguir impulsando iniciativas para incluir a los que históricamente han estado excluidos. Catalina Arenas Ortiz, consultora de desarrollo social, reflexionó sobre cómo la sociedad civil en todo su conjunto se debe cuestionar sobre la construcción de políticas de inclusión. Un ejemplo puede ser la exclusión inmobiliaria, cuyos principales afectados son los migrantes venezolanos.

María Margarita Vergara, directora de Compromiso Valle habló sobre los avances que ha tenido el sector privado para generar más inclusión en las compañías, así como de las obligaciones que tienen las empresas en materia de inserción y de empleo. Recordó también que la región del Valle del Cauca y el Pacífico fueron territorios en donde el estallido social fue bastante activo y prolongado. También dijo que no es cierto, como muchos lo han querido dar a ver, que el sector privado sea malo, pero si ha estado muy limitado para atender a las personas que históricamente han estado olvidadas y desatendidas por el Estado y la sociedad. Se debe pensar en la inclusión desde un enfoque preventivo. El sistema educativo lamentablemente ha tenido muchas fallas, este el pilar principal para la generación de oportunidades, cierre de brechas y motor fundamental de inclusión.

María Paula León, coordinadora de proyectos de la Fundación Konrad Adenauer participó en el panel diciendo que no se deben excluir a las poblaciones por su carácter de necesidad. No se debe discutir sobre la inclusión desde la exclusión. Dio algunas ideas sobre las estrategias para incluir a los “millenials” en la economía, de cómo educar para capacitar a los empleados en el uso de las Tics y la formación de los profesores. Catalina Arenas Ortiz apuntó que si se quiere hacer un trabajo de inclusión que llegue a buen puerto es necesario hacerse preguntas incomodas. Puso como ejemplo los procesos de selección de personal en las empresas, estas contratan a los que tienen un mayor grado de preparación y a los egresados de las mejores universidades e institutos. En un país como Colombia, donde ingresar a la educación de calidad es costoso, y donde los índices de desigualdad y las brechas de oportunidades son tan extensas, estos caracteres de reclutamiento terminan siendo excluyentes.

María Virginia Vergara empezó su intervención en el panel diciendo que no todas las personas deben ser profesionales, pero todas sí deben acceder a una buena educación. Las mejoras deben ser multifacéticas para la formación de alta calidad de los futuros trabajadores. María Lucía Méndez recalcó que se deben romper los círculos de exclusión en lo que tiene que ver con la búsqueda del primer empleo. Dicha situación podría ser solucionada mediante la creación de redes y de bolsas de trabajo. También es perentorio tratar la cuestión de los altos índices de informalidad, los cuales traen como consecuencia que muchas personas devengan menos de un salario mínimo y no tengan seguridad social. Para cerrar este primer panel Felipe Zarama dijo que la exclusión es una bomba de tiempo, trabajar por las personas que de cierta manera han estado invisibilizados o que no pueden acceder a las mismas oportunidades es un deber de todos. 

En la segunda versión de este panel se habló sobre las variaciones del concepto de inclusión desde los enfoques de las organizaciones participantes y los desafíos que se presentan para una implementación sostenible en el tiempo. El evento dio inicio con las palabras de Stefan Reith, director de la KAS en Colombia, él señaló que el trabajo de la KAS con los aliados nacionales y su aporte a la construcción de una sociedad equitativa en Colombia. A su vez, indicó que el entendimiento de la inclusión como eje articulador en la construcción de paz permitirá establecer estrategias que promuevan un desarrollo sostenible. Posteriormente la palabra la tuvo Olga Lucía Acosta, asesora regional de la oficina de CEPAL en Colombia, en donde habló sobre la coyuntura nacional que se presenta como el momento propicio para adelantar una agenda multidimensional de inclusión en donde se confronte los sesgos académicos respecto a la inclusión e igualdad, esto mediante políticas concretas que fijen la ruta hacia el desarrollo sostenible.   

Miguel Suarez, director de proyectos del área de construcción de paz de la FIP, resaltó la labor realizada con la Fundación Konrad Adenauer, especialmente en la investigación que tuvo como producto la encuesta empresarial representativa que buscó identificar las barreras y oportunidades que afronta el sector empresarial en la inclusión de la población migrante. En este punto el moderador del panel hizo un esbozo sobre la necesidad de entender la inclusión desde un enfoque multidimensional y dinámico, por tal motivo dio paso a una ronda de intervenciones con expertos de diferentes organizaciones. El primer panelista que habló fue Javier Pérez Burgos, gerente Nacional del Área de Reducción de Pobreza e Inequidad del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD). Indicó que entiende la inclusión a partir de un enfoque de desarrollo humano, el cual resalta la generación de capacidades desde la garantía de la salud y educación de calidad, la reducción de desigualdades mitigando las vulnerabilidades que se presentan por la exclusión socioeconómica, de género, entre otras, la productividad en el sector público y privado para la generación de oportunidades, el fortalecimiento de la institucionalidad para garantizar los derechos mediante mecanismos adecuados, la sostenibilidad en el tiempo de los ingresos y la integración social para la construcción de paz.

En cuanto a los desafíos que enfrenta la inclusión, Burgos habló sobre la focalización, pues al tratar de enfrentar esta problemática se sectorizan los esfuerzos y se olvida de la multidimensionalidad. Otro de los obstáculos identificados fue la medición y seguimiento, pues el dinamismo dificulta contar con mecanismos que rastreen a largo plazo las intervenciones de los gobiernos, organizaciones internacionales y la población civil. Después intervino Catalina Martínez, gerente de arquitectura social de la Asociación Nacional de Industriales (ANDI), ella señaló que, desde la perspectiva empresarial, el gremio ha tomado una nueva dimensión de cara a contribuir a la construcción de paz e inclusión en base al replanteamiento de la cadena de valor y fortalecimiento laboral. Dentro de los desafíos que supone la inclusión Martínez criticó que se presenta una gran ventana de oportunidad para la inclusión desde un enfoque productivo y se plantea un esquema de negocios También señaló que más allá de los beneficios empresariales dichos esquemas de negocios deben incluir acciones con impacto en el tiempo donde haya espacio para la ganancia de las empresas, de las personas y de la sociedad recalcando que se debe interpretar la inclusión más allá de la construcción de riqueza.

Seguidamente, habló Betilde Muñoz, directora del departamento de inclusión de la Organización de Estados Americanos (OEA), la cual hizo alusión a la inclusión como un proceso esencial para eliminar la desigualdad. Señaló que la inclusión se percibe como un elemento necesario para enfrentar las crisis migratorias que afronta la región. Posteriormente Diego Chaves, Gerente Senior para América Latina y el Caribe de MPI, habló sobre las habilidades que tiene la migración para gestionar espacios de diálogo entre los diferentes sectores estales y privados.

A continuación, María Clara Robayo, investigadora del Observatorio de Venezuela de la Universidad del Rosario, resaltó que el concepto de inclusión se debe analizar dependiendo de los actores que intervienen, pues al tener en cuenta las investigaciones realizadas desde el observatorio se puede concluir que las transformaciones se tienen que dar frente a los entornos locales. Finalmente, Olga Lucia Acosta, señaló que la multidimensionalidad de la inclusión nos exige analizar los temas desde los contextos locales, enfatizó en el hecho de que el desarrollo y la inclusión no se llevan a un lugar predeterminado, es necesario generar oportunidades y garantías para que las personas ejecuten una inclusión perdurable.

Felipe Zarama cerró el evento anotando que la inclusión debe verse como un proceso global, en el que la sociedad, el Estado, el sector privado y los organismos regionales deben trabajar en armonía.

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Contacto

Dra. Kristin Wesemann

Dr
Directora de la oficina en el extranjero de Colombia
kristin.wesemann@kas.de +49 30 26996-3803

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