Ya llevamos seis décadas comprometidos internacionalmente con la democracia, el Estado de Derecho, el multilateralismo, la protección del clima y la economía social de mercado.

Primeros proyectos internacionales a la sombra de la Guerra Fría

Nuestro prolongado y variado compromiso internacional comenzó en los años sesenta. En los primeros años, el trabajo internacional se centró en la cooperación con los sindicatos cristianos de América Latina. En Asia, la guerra de Vietnam determinó el desarrollo de toda una región. En vista de esta situación política, la KAS sólo pudo extender sus antenas con cautela. También aquí, la cooperación con los sindicatos cristianos sentó las bases para otros proyectos en Filipinas.

Konrad-Adenauer-Stiftung e. V.

Los inicios de nuestro compromiso internacional se remontan a América Latina. Aquí se ve al canciller alemán Konrad Adenauer en 1962 con el expresidente de Venezuela, Rafael Caldera.

En 1979 se establecieron los primeros contactos en la República Popular China. A pesar de las difíciles condiciones, la KAS también se atrevió a dar el paso a África: la Fundación celebró la apertura de sus dos primeras oficinas en Camerún y Tanzania. En el continente, donde la era colonial acababa de terminar en gran parte, había grandes expectativas de los movimientos de independencia nacional que, a su vez, sólo pudieron cumplirse muy raramente.

Las décadas de 1970 y 1980 se caracterizaron por una expansión geográfica del trabajo en Europa y Norteamérica. El objetivo central era ampliar la Comunidad Transatlántica de Valores y, por tanto, intensificar las relaciones entre los socios de la UE y la OTAN.

La caída del Telón de Acero trajo consigo toda una serie de nuevas oportunidades para el trabajo de la Fundación. En los diez países de Europa Central, Oriental y Sudoriental que se han adherido a la UE, la Fundación les ha ayudado a superar los obstáculos en el camino de la adhesión a la UE mediante el asesoramiento político y la labor educativa.

Juntos contra los retos globales

Mientras tanto, nuestra red mundial ha crecido hasta alcanzar 110 oficinas en más de 80 países de todos los continentes. Las cuestiones de política de desarrollo ya no pueden considerarse aisladas de las cuestiones de política exterior y de seguridad, política económica o política medioambiental.

En la tercera década del siglo XXI, la pandemia del coronavirus muestra cómo estrechamente interconectado está el mundo y que los problemas acuciantes de nuestro tiempo sólo pueden resolverse colectivamente. El cambio climático, movimientos migratorios en curso, Estados fracasados, terroristas que actúan a nivel internacional, conflictos por los recursos y, por desgracia, tras décadas de paz, los actos de guerra en suelo europeo hacen que la cooperación transfronteriza y el multilateralismo sean más importantes que nunca.

El mundo actual es fundamentalmente diferente al de hace 60 años. La tarea de implantar un orden político, social y económico orientado a la dignidad humana en todas las partes del mundo sigue en pie, aunque se desarrolle bajo formas siempre nuevas.

En nuestros eventos en Alemania y en el extranjero, abordamos las cuestiones urgentes del futuro.

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