Aunque México ha apoyado y orquestado resoluciones que exigen el cese inmediato de la invasión de Rusia a Ucrania, en las últimas semanas la posición enérgica del inicio se ha diluido. Acciones recientes del gobierno mexicano han despertado la duda en países socios respecto a de qué lado se encuentra, lo que el propio gobierno ruso ha utilizado a su favor, en un momento con una marcada polarización a nivel global donde poco a poco dejan de existir puntos intermedios y se está claramente de un lado o del otro. En este contexto, la falta de coherencia en la posición del gobierno mexicano podría ocasionar costos políticos y económicos a futuro para el país.